Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org
El pasado viernes 28 de agosto, en la ciudad argentina de Bariloche, los jefes de Estado de América del Sur se reunieron para, principalmente, tratar el tema del acuerdo militar colombo-estadounidense.
Al respecto se habló de hipótesis de conflicto, de implicaciones a futuro, y de los posibles riesgos que asumiría la región con ese convenio militar. Debates válidos y pertinentes, pero que nos obligan a preguntarnos ¿por qué UNASUR no mostrará esa misma agudizada preocupación cuando se trata de enfrentar los otros problemas de seguridad que ya existen en la región?
En materia de seguridad, Suramérica tiene en estos momentos varios asuntos pendientes, entre los que destacan cuatro: 1. La guerrilla colombiana, la cual, aunque desarrolla sus actividades esencialmente en Colombia, está también involucrada en innumerables actos ilícitos perpetrados en los países vecinos; 2. El armamentismo regional, protagonizado sobre todo por países como Venezuela, Colombia, Chile y Brasil; 3. Los elevados índices de criminalidad y 4. El narcotráfico.
Cuatro asuntos que son realidades, no conjeturas, por lo que si los países de UNASUR son tan firmes condenando riesgos imaginarios, con más razón deberían ser más decididos para con las amenazas reales que tanto daño le hacen a nuestra región.
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