martes, 29 de enero de 2008

Si las FARC fueran beligerantes…

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

www.morochos.org

Si la campaña internacional del gobierno de Hugo Chávez tuviera éxito en conseguir el reconocimiento de las FARC y el ELN como fuerzas beligerantes, esto significaría que, desde el punto de vista del derecho internacional, el gobierno venezolano tendría la justificación legal para intervenir directamente en el conflicto colombiano –por ejemplo, proporcionando armas a las guerrillas o más directamente-

Algunos pretenden engañarnos diciéndonos que Chávez quiere con esto propiciar la paz en Colombia, pero, si consideramos que la búsqueda de reconocimiento legal para las guerrillas es el primer paso en dirección de inmiscuirse en los asuntos colombianos y que el establecimiento de una dictadura comunista en Colombia, siempre ha sido un objetivo estratégico del proyecto comunista internacional de Fidel Castro, estaremos claros de qué es precisamente lo que desea el Presidente Chávez con este movimiento.

¿Cómo se consigue la condición de beligerante?

Chávez sabe que el estatus de beligerancia es tradicionalmente conquistado a través de vías informales –generalmente con el simple reconocimiento de otros Estados- En la práctica nunca han existido procedimientos legales para que terceros Estados hagan este reconocimiento, así que, por costumbre, la misma es hecha sencillamente con una declaración pública. Son muy raros los casos en los que las partes en conflicto introducen demandas en tribunales internacionales y se sientan a esperar la decisión, para luego acatarla civilizadamente.

¿Qué gana Chávez con la beligerancia de los rebeldes colombianos?

En concreto, esta condición de beligerancia para las FARC y el ELN permitiría al gobierno de Venezuela tratar al gobierno colombiano y a los grupos insurgentes en igualdad de condiciones. Lo que constituye un gran avance si se quiere amenazar la integridad del Estado colombiano y formar un nuevo Estado gobernado por las FARC.

Por otra parte, el Plan Colombia y las acciones de Uribe contra la guerrilla, han diezmado a los ejércitos rebeldes -especialmente al ELN- Por este motivo, el estatus de beligerantes les daría a los insurgentes una gran bocanada de oxígeno y obstaculizaría su eventual extinción.

Condiciones para la beligerancia

Históricamente, el estatus legal de los grupos insurgentes depende de su nivel de éxito y de los intereses de los países más poderosos. Cuando un grupo insurgente es capaz de sostener una lucha armada indefinidamente en contra de un gobierno legítimo y de controlar una sustanciosa porción del territorio nacional, los otros Estados acuerdan que los rebeldes son “insurgentes” y se les pide respetar los convenios internacionales de guerra.

Si las hostilidades persisten, y si a las potencias mundiales les conviene, se reconoce a los rebeldes su condición de beligerancia, se les exige actuar como un gobierno responsable y se hace necesario que los otros Estados definan su posición hacia el conflicto. Necesidad que es mayor si los rebeldes se vuelven tan fuertes que en algunas áreas geográficas es inevitable tratar con ellos.

A partir de lo que ha pasado en la historia, analizamos el caso de las FARC y el ELN y tenemos: ni controlan exitosamente una buena porción de territorio -por eso quieren la zona de distensión-, ni le convienen a ninguna potencia internacional. Es decir, están fregados.

¿Acabarían los problemas con otro estatus legal?

Lamentablemente para los comunistas venezolanos, en caso de tener éxito su campaña por el estatus de beligerancia para las FARC y el ELN, emergería otro problema: este reconocimiento obligaría a las guerrillas a respetar la Convención de Génova, la cual, entre otras cosas, prohíbe los secuestros, los asesinatos de civiles y el uso indiscriminado de armas de guerra. En consecuencia, si ahora los guerrilleros son considerados terroristas por la comunidad internacional, con la condición de beligerancia serían tratados como “criminales de guerra”.

Aún así, a Colombia no le conviene que los rebeldes alcancen la beligerancia, porque como dijimos en otro artículo, habrían avanzado otro nivel en la búsqueda de su Estado guerrillero.


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sábado, 26 de enero de 2008

Dengue y malaria proliferan gracias a la ineficiencia del chavismo

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri

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En Venezuela, enfermedades como la malaria y el dengue habían sido controladas por los gobiernos anteriores. Pero, durante los nueve años que lleva en la Presidencia el Teniente Coronel Hugo Chávez, este tipo de padecimientos se han salido de los baúles del pasado para dispersar más sufrimiento sobre los venezolanos.

El gobierno nos ha querido vender la versión que afirma que los Estados Unidos han implantado virus artificiales en el territorio venezolano, nuevamente sin presentar ninguna prueba de lo que sostienen. Chávez nunca ha tenido el valor de asumir que la desidia de su régimen –también en materia de salud- es el único factor responsable del florecimiento de enfermedades que ya no eran una amenaza en nuestro país.

En 2007 las cifras sobrepasaron al gobierno

Durante el año pasado, según las cifras del gobierno, se registraron en Venezuela 80.646 casos de dengue. Esto representa un incremento de 91,9 por ciento, si lo comparamos con el año 2006, en donde hubo 42.090 casos registrados.

De todos los contagios contabilizados el año pasado, 6.461 fueron hemorrágicos –una versión más letal que el dengue clásico-. En cambio, en 2006 hubo 2.690 casos de este tipo de dengue. Así que de 2006 a 2007, el número de casos de dengue hemorrágico se incrementó en 140%.

En cuanto a la malaria, ésta aumentó su presencia en el territorio nacional en 13,6%. Totalizando 41.570 casos en el año 2007 y 36.595 casos en 2006.

Los datos de 2000 a 2006 ya eran preocupantes, pero la indolencia e incapacidad del gobierno nacional hizo, y hace, que estas enfermedades continúen su auge.

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No saber escuchar

Tanto el dengue como la malaria, son enfermedades transmitidas por zancudos. Por lo tanto, cualquier gobierno que pretenda erradicarlas debe procurar constantes políticas de salud que mantengan bajo control la reproducción de estos insectos. Por otra parte, es indispensable que los establecimientos en donde se presten servicios sanitarios al público, estén dotados con las vacunas y medicinas necesarias para atender estos padecimientos.

Venezuela es un país tropical que siempre estará amenazado por enfermedades como el dengue y la malaria. Esta realidad también obliga a que los gobiernos nacionales destinen parte de su presupuesto al desarrollo de nuevas vacunas.

Estas son las principales recomendaciones que organismos como la Organización Mundial de la Salud ofrecen para los países azotados por enfermedades como el dengue y la malaria. Lamentablemente, la desidia del gobierno en materia de salud, ha dejado que estos problemas se multipliquen. Los comunistas venezolanos, en lugar de estar resolviendo los problemas reales del pueblo, se dedican a aprobar leyes como el reconocimiento beligerante de las FARC.

El Colegio de Médicos y otras organizaciones no gubernamentales vienen advirtiendo el problema desde hace años, sin embargo, en la Venezuela chavista el gobierno solamente sirve para escuchar los halagos de funcionarios mediocres, mientras persigue a quienes se atrevan a proponer soluciones reales.

¿Por qué es responsable el gobierno nacional?

Como el dengue y la malaria han venido en aumento desproporcionado desde que Chávez está en el poder, la deducción lógica es que el Ejecutivo Nacional, autoridad encargada del diseño y ejecución de políticas nacionales en materia de salud, no ha hecho bien su trabajo.

Si el Presidente Chávez, en lugar de malversar los recursos de nuestro país, financiando a gobiernos y grupos antidemocráticos del mundo, se dedicara a ejecutar eficientes políticas de salud en Venezuela: como controlar la población de zancudos, crear campañas de vacunación y financiando a las universidades para el desarrollo de nuevos métodos en la lucha contra las enfermedades tropicales, el dengue y la malaria no atormentarían a los venezolanos.

¿Este es el proyecto “social” que deben imitar otros países?

Durante estos nueve años, el Presidente Chávez nos ha demostrado que el socialismo del siglo XXI es un fracaso en todos los aspectos: política, cultura, seguridad, economía, diplomacia, humanidad, emigración, libertad, ciencia y ahora también en materia de salud.

El proyecto político que conduce Chávez no ha resuelto, ni mejorado, ninguno de los problemas de Venezuela. Al contrario, su incapacidad para resolver los asuntos críticos de un país como el nuestro, demuestran una vez más que el sistema democrático es más conveniente para América Latina.

El autoritarismo populista de Hugo Chávez es una cadena de desaciertos. En la teoría, propone acabar con la democracia para instaurar una dictadura comunista. Y en la práctica, no tiene resultados palpables.

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sábado, 19 de enero de 2008

En la democracia no caben todas las ideologías

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

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Una vez alguien nos dijo que en la democracia podían haber partidos de izquierda, de derecha, comunistas, ambientalistas o de cualquier afiliación proselitista. En otra oportunidad, escuchamos a alguien afirmar que en democracia el Estado es democrático, pero el gobierno puede profesar una ideología política distinta al “poder del pueblo”. Lo cierto es que con frecuencia se oyen cosas como éstas, que suponen que las libertades democráticas son tan amplias, que permiten, incluso, gobiernos, leyes y políticas antidemocráticas.

Pero, según nosotros, no todas las doctrinas políticas son compatibles con la democracia. Le explicaremos porqué:

El fascismo

De acuerdo al libro de Benito Mussolini -La doctrina del fascismo (1932)- el pensamiento fascista está basado en los siguientes fundamentos -mencionaremos sólo los antidemocráticos-

- El fascismo se opone a la democracia.

- El Estado es lo único importante. El individuo puede existir sólo si sus intereses son los mismos que los del Estado.

- Todo dentro del Estado, nada fuera del Estado. Todo se hace para el bienestar del Estado. Ninguna cosa debe escapar del control Estatal, ni siquiera los valores espirituales o morales.

- El fascista debe crear la era de la autoridad. La autoridad tiene más valor que el individuo.

Nos preguntamos entonces, ¿es la ideología fascista compatible con la democracia? Obviamente no.

El nazismo

El nazismo comparte básicamente los mismos principios del fascismo, con la diferencia de que el valor supremo para los nazis no es el Estado sino la raza. Para los nazis, toda acción está orientada a preservar la raza blanca.

Nos preguntamos entonces, ¿es la ideología nazi compatible con la democracia? Obviamente no.

El socialismo

Según Karl Marx, el socialismo contempla los siguientes principios -mencionaremos sólo los antidemocráticos-

- Los cambios políticos se consiguen a través de la violencia.

- Es necesario fomentar la enemistad entre obreros y empresarios para desencadenar la revolución.

- La religión debe ser eliminada, ya que es un invento que los capitalistas utilizan para engañar a los obreros.

- La propiedad privada debe ser eliminada.

- Una vez derrocada la democracia burguesa, se debe establecer una dictadura para que guíe a los trabajadores hacia la emancipación. La dictadura es la única vía posible, ya que los obreros deben ser obligados porque no sabrán comportarse como socialistas al principio.

Nos preguntamos entonces, ¿es la ideología socialista compatible con la democracia? Obviamente no.

El chavismo

El chavismo cree en la misma doctrina del socialismo marxista, está de acuerdo en todos sus postulados, desde instaurar una dictadura hasta abolir la propiedad privada, pero propone hacer la revolución por medio de la violencia y las elecciones. El chavismo está convencido de que el sistema democrático puede desmantelarse si el voto de los ciudadanos así lo aprueba.

Nos preguntamos entonces, ¿es la ideología chavista compatible con la democracia? Obviamente no.

Otras teorías no democráticas

Además de éstas, hay otras teorías que no llegan a ser doctrinas políticas completas, pero cuyo papel es igual de cuestionable en la democracia. Entre estas ideas tenemos, por ejemplo, el esclavismo, el racismo, movimientos políticos discriminatorios, extremismos religiosos y otros valores que cualquiera podría incorporar a sus políticas gubernamentales.

El ejemplo del Holocausto

Cuando Hitler y sus Nazis llegaron al poder, la gran mayoría del pueblo alemán apoyó los cambios políticos que operaba el Tercer Reich, lo que incluía la violenta retórica antisemita del Führer.

Cada vez que Hitler tomaba el micrófono y destilaba odio en contra de lo judíos que vivían en Alemania, o se anunciaban medidas en contra de los hebreos, la mayoría de los alemanes deliraba en un éxtasis de patriotismo.

La malentendida cultura democrática que impera en los principales lugares del mundo, interpretó que si la mayoría respaldaba estos cambios, entonces todo estaba conforme a derecho, pues cada nación tiene la potestad de darse el gobierno que ella elija.

Pero, ¿dónde estaba el derecho humano individual de cada judío?, ¿dónde quedó el Estado de Derecho?, ¿Acaso si la mayoría lo decidía, se podía pasar por encima de los derechos humanos de un grupo o de un ser humano?

Si desde que Hitler era un pequeño activista político se le hubiera puesto en cintura, si se le hubiera advertido que su mensaje político atentaba contra el Estado de Derecho y ponía en riesgo al Estado Alemán -por cuanto llamaba a la guerra civil de arios contra semitas- ¿cuántas muertes se habrían evitado?

La moraleja para la humanidad es que el Estado democrático, para preservarse, debe configurar un orden interno en donde las instituciones públicas se encarguen de respetar y hacer respetar los derechos humanos individuales, no importando cuánta gente apoye los movimientos políticos discriminatorios, que llamen a la violencia.

Por eso hay que estar atentos a individuos como Le Pen en Francia, los movimientos neonazis de Europa y el izquierdismo radical latinoamericano predicado por Hugo Chávez. Esta gente cree que, en el nombre de la mayoría, se pueden eliminar los derechos de cualquier grupo y desmantelar las garantías constitucionales.

Todo movimiento político debe adaptarse a los valores democráticos

Como hemos visto, ninguna de las doctrinas antidemocráticas puede tener cabida en una democracia normal. Por lo tanto, a ningún gobernante, funcionario u organización, se le puede permitir comportarse como socialista o fascista, ni tampoco, se pueden legalizar este tipo de ideologías porque ponen en riesgo a la mismísima democracia.

Es cierto que el “gobierno del pueblo” no es un sistema perfecto, pero la ciencia y la historia han demostrado su superioridad, si se le compara con los modelos socialistas o fascistas. Todas las propuestas antidemocráticas son enemigas de los derechos humanos y tienen como objetivo acabar con las libertades civiles que la humanidad ha alcanzado hasta ahora, por lo que es temerario permitir que los militantes de estas doctrinas funden partidos políticos, legislen y tomen decisiones gubernamentales basados en sus descabelladas ideas.

Nuestra propuesta no es iniciar una persecución contra estas teorías políticas y sus seguidores. Al contrario, quienes nos oponemos a estas ideas antidemocráticas, estamos de acuerdo en discutirlas y permitir que todos las conozcan, ya que el conocimiento generalmente produce más conocimiento y, además, son ideologías tan absurdas, que cuando las personas las conocen las rechazan inmediatamente, porque el sentido común se encarga de hacer lo suyo.

La finalidad de este artículo es informar a los ciudadanos sobre la necesidad de que en una democracia fuerte, que de verdad pretenda el bienestar de todos los ciudadanos, no se pueden permitir políticas, ni leyes, ni acciones, basadas en doctrinas antidemocráticas como el fascismo o el socialismo.


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jueves, 17 de enero de 2008

Pruebas de la ilegitimidad del proyecto político de Chávez

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri

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Si fuera verdad que la “revolución” de Chávez beneficia a la gente, el apoyo del pueblo a las instituciones públicas que controla el gobierno, sería muy elevado.

Sin embargo, después de nueve años de gestión, la realidad es que cada vez menos gente confía en las políticas de Chávez. Y, la participación popular para dar soporte a las propuestas castristas del Presidente, día a día va reduciéndose.

El Poder Ejecutivo Nacional Chavista

En diciembre de 2007, al tratar de movilizar a los ciudadanos para llevar a cabo cambios constitucionales, el Presidente Chávez recibió 40% menos apoyo -dos millones novecientos treinta mil votos menos– que en las elecciones de diciembre de 2006.

Esta derrota al proyecto político de Chávez desnudó una realidad: el pueblo castigó la falta de soluciones a sus problemas de inseguridad, alimentación y vivienda, negándose a legitimar, con el voto, las propuestas de Chávez.

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El Poder Legislativo Nacional Chavista

Según el CNE, la actual Asamblea Nacional fue elegida con el 25% del electorado venezolano. Aunque debemos destacar que la observación de organizaciones nacionales como SUMATE y de organismos internacionales como la Unión Europea, sospechan que el porcentaje de participación fue menor al 20% de los electores.

Por lo tanto, la actual Asamblea Nacional -casi totalmente chavista- es legal pero ilegítima. Por eso, a principios de 2007 delegó sus funciones legislativas en el Presidente, porque sabe que sus actuaciones no tienen reconocimiento popular.

El Poder Judicial y el Poder Ciudadano Chavistas

Tal vez las instituciones más rechazadas en estos nueve años de “revolución” chavista, sean los órganos públicos encargados de impartir justicia.

Casos como el 11 de abril de 2002, el asesinato de Danilo Anderson, el maletín con 800 mil dólares de contrabando para Argentina, los casos de corrupción en PDVSA, las detenciones a decenas de venezolanos por motivos políticos y muchos casos más sin resolver, han dejado una de las peores imágenes que hemos tenido los venezolanos de estos Poderes públicos.

Si usted es venezolano, hable con un vecino y pregúntele qué piensa de la administración de justicia en nuestro país, o qué le parece la actuación de los órganos policiales, o qué opinión tiene acerca del papel del Contralor de la República en la lucha contra la corrupción. Acaso desde que Chávez es Presidente, ¿confiamos más los venezolanos en la administración de justicia? ¿Se comporta el Tribunal Supremo de Justicia de manera que todos aprobemos sus decisiones?

Así llegamos a la misma conclusión que antes: Los Poderes Judicial y Ciudadano, que nos han mostrado los nueve años de chavismo, son legales, pero ilegítimos.

El Poder Electoral Chavista

En Venezuela, a la autoridad encargada de organizar los comicios para los cargos de elección popular, bien podríamos denominarla “enemiga de la participación ciudadana”.

Desde que Hugo Chávez llegó al poder, por la falta de confianza en el Consejo Nacional Electoral -CNE- del sistema chavista, los niveles de abstención en las elecciones han batido todos los records.

Solamente en los últimas tres comicios nacionales, el promedio de abstención se ubica en 48% -considerando que estamos usando las cifras del CNE, cifras en las que nosotros no confiamos, porque no creemos en esta autoridad electoral-

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Los medios de comunicación Chavistas

Recientemente, el propio Chávez dijo al país que a TVES, el nuevo canal del gobierno, “no lo ve nadie”. Lo mismo acontece con todas las emisoras de radio y TV chavistas, carecen de la preferencia popular, debido a su falta de credibilidad.

El gobierno ha invertido también mucho dinero en diarios y publicaciones chavistas, pero este material tampoco ha podido gozar de aceptación entre los venezolanos.

De lo que se desprende, que el pueblo venezolano tiene muy poca valoración de la información emanada de las instituciones gubernamentales o de los medios parcializados con el gobierno. Entonces, la información chavista también es ilegitima.

Institucionalidad deslegitimada

La gran verdad, es que luego de este análisis, inferimos que los nueve años de “revolución” chavista, han liquidado la confianza del pueblo venezolano en las instituciones del gobierno. Por lo que, la pretendida revolución de Chávez, es ilegítima.

Ante esta situación, el llamado socialismo del siglo XXI, tiene otra amenaza sobre sus hombros: un sistema político chavista deslegitimado que cada vez hará sentir con más fuerza, la necesidad de un cambio político en Venezuela.


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sábado, 12 de enero de 2008

En busca de la República FARCista

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

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¿Por qué las FARC necesitan reconocimiento internacional?

Por definición, el Estado está compuesto por los siguientes elementos básicos: población, territorio, sistema jurídico, soberanía y reconocimiento de otros Estados.

En Colombia, la cruda realidad es que las organizaciones comunistas guerrilleras han logrado conseguir la mayoría de los elementos que necesitan para convertirse en un Estado. Una vez reunidos todos los componentes, estos grupos podrían transformarse en movimientos separatistas, que aspiren la formación de un Estado independiente.

Hasta ahora, las únicas piezas faltantes que necesitan las FARC son la soberanía y el reconocimiento internacional. El poder soberano, es actualmente disputado en armas contra el legítimo gobierno de Colombia. Y el reconocimiento internacional, aunque ha sido deseado por años, el día de ayer recibió un enorme impulso, cuando fue propuesto formalmente por el gobierno de Hugo Chávez, Presidente de Venezuela.

Chávez tiene experiencia legitimando Estados nacientes

Como se recordara, el Presidente Chávez fue el primer jefe de Estado en reconocer formalmente a la nación palestina como entidad soberana -recibió a su embajada en Caracas- y, con ello, inició el establecimiento definitivo del Estado palestino.

Sin embargo, uno de los obstáculos para Chávez y las FARC es que, a diferencia del caso de los guerrilleros en Colombia, en ese momento el Estado palestino ya era un objetivo abiertamente discutido por la comunidad internacional que, aunque veía con muy malos ojos a organizaciones como el Hamas, no tenía la misma percepción del resto de los habitantes de Palestina.

Fue siempre un sueño de Castro

Chávez sabe que uno de los anhelos más preciados de Fidel Castro, era ver a Colombia bajo una dictadura comunista controlada por Cuba. Y el gobierno venezolano no tiene ningún recato en ocultar su deseo, de hacer realidad esta pesadilla. El día de ayer, Chávez dijo ante la Asamblea Nacional que los chavistas debían retomar el ideal de unificar a Colombia y Venezuela en una sola nación. Más tarde, su Ministro Rodríguez Chacín dijo, ante los medios de comunicación, que nadie podía negar que las FARC tienen territorio, población, sistema de impuestos y capacidad coercitiva, como si hubiera querido dar a entender, que las FARC tienen las características de un Estado en formación.

El extremismo internacional podría colaborar

Ante el proyecto de creación de un nuevo Estado en Colombia, controlado por las FARC y apoyado por Venezuela, algunos actores internacionales, aliados de Chávez, podrían prestarse para el reconocimiento de la naciente entidad política.

Entre ellos -teóricamente- estarían los regímenes de Irán, Palestina, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Siria, Corea del Norte y cualquier otra nación que esté gobernada por dirigentes enemigos de las democracias occidentales.

De igual manera, grupos como el Hezbollah de Líbano, la ETA de España y el narcotráfico internacional, darían toda su ayuda a semejante planteamiento.

Este escenario, en donde hay varios actores dispuestos a reconocer al nuevo Estado, permitiría que la República farcista habrá sus primeras embajadas en naciones extranjeras y firme acuerdos con otros países.

Sólo faltaría obtener la soberanía para el Estado FARCista

Ante esta victoria política de las FARC, que cuenta hoy con la disposición del gobierno de Chávez para el reconocimiento de un nuevo Estado en Colombia, únicamente restaría dar una solución definitiva a la disputa territorial con el Estado Colombiano.

Si los colombianos pierden la soberanía del territorio ante este grupo rebelde, se completarían todas las condiciones para que hablemos propiamente de un Estado de las FARC.

Por el momento, Chávez ha proporcionado toda su ayuda para que los guerrilleros cuenten con la legitimidad internacional indispensable para la creación de su Estado independiente. Pero el tiempo nos dirá, si Chávez estará también dispuesto a participar en la búsqueda de la soberanía para el Estado farcista, favoreciendo a los ejércitos rebeldes con armas y presión diplomática.


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miércoles, 9 de enero de 2008

Las erradas políticas económicas de Chávez son las culpables de la hiperinflación

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri

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El Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, Presidente de Venezuela, asumió el cargo en 1999 y su gobierno nunca ha podido mantener la inflación por debajo de dos dígitos. Desde 1999 hasta 2007, los precios vienen subiendo a una tasa promedio anual de más de 18%, erosionando la capacidad de los venezolanos para comprar bienes y servicios. Además, los altos precios elevan los costos de producción de las empresas que operan en Venezuela, lo que también pone en riesgo las fuentes de empleo de miles de trabajadores.

Consecuencias para los venezolanos

Una de las grandes farsas que el gobierno quiere hacer creer sobre Venezuela en el exterior, es que las políticas sociales de Hugo Chávez ayudan a los pobres. Sin embargo, cualquier nacional o extranjero puede corroborar cómo el actual Presidente de Venezuela, no ha hecho nada para que la inflación deje de estar entre los problemas más serios que enfrentan los venezolanos.

Uno de los factores que afectan la calidad de vida de una nación, es la tasa a la que los precios se incrementan, es decir, la inflación. Los países con baja inflación permiten que los ciudadanos compren con su salario, casi la misma cantidad de bienes y servicios que el año anterior. En cambio, aquellos lugares del mundo en donde la inflación está fuera de control –este escenario ocurre generalmente cuando los precios se alteran en más de un dígito al año- acontece todo lo contrario.

En Venezuela, solamente durante el gobierno de Chávez, la inflación acumulada de nueve años es de 163,6%, lo que es igual a decir que hoy día los venezolanos pagamos 163,6% más por los bienes que consumimos que cuando Chávez comenzó a gobernar. Lo mismo sucede con las empresas del país, quienes luego de nueve años de Chávez, necesitan 163% más bolívares para fabricar las mismas cantidades que producían hace nueve años.

El Ejecutivo Nacional y el BCV son los responsables

Según la Constitución, el Presidente de la República, el Ministro de Finanzas y el Banco Central de Venezuela, son los responsables de elaborar las políticas que permitan estabilidad de precios y desarrollo económico. Pero si nos fijamos en lo que estos actores han permitido que ocurra con la inflación durante los últimos años, pareciera que a nuestras autoridades se les olvidaron los mandatos constitucionales en materia económica.

Irónicamente, el Presidente Chávez ha enfrentado las violentas alzas de precios despidiendo a todos sus Ministros de Finanzas, utilizándolos como chivos expiatorios que carguen con el fracaso del gobierno. Pretendiendo ocultar que, en Venezuela, son los errados lineamientos presidenciales los que guían a estos Ministros y al Banco Central -institución que le es incondicionalmente servil-. Estas improvisadas políticas económicas que diseña Chávez continúan año tras año, y Ministro tras Ministro, erran el blanco y empobrecen a los venezolanos.

A principios de 2008, Chávez acaba de anunciar que reducir la inflación será uno de sus objetivos cardinales para este año y autorizó a su nuevo Ministro de Finanzas, Rafael Isea, para que presentara el plan que combatirá la inflación durante este año.

Pero el plan consiste básicamente en más de lo mismo: Creación de más bancos estatales que -supuestamente- darán facilidades de crédito a los productores de alimentos y agilizarán el acceso a dólares CADIVI para los importadores de medicinas, alimentos y productos de primera necesidad.

Todo bajo el equivocado supuesto de que la economía venezolana está tan fuerte que los productores nacionales no logran cubrir la demanda interna, por lo que trabajan a máxima capacidad y no pueden elevar la producción a corto plazo.

Pura retórica vacía, que lanza promesas que no se cumplirán a la población, en lugar de atacar el problema real de la economía chavista: el desenfrenado despilfarro público.

El BCV por su parte, ha venido actuando como la caja chica del Presidente. Sus directores han sido tan irresponsables que han preferido satisfacer su inclinación partidista hacia Chávez, antes que velar por los intereses del país. El BCV sigue inundando de liquidez a la calle para complacer el populismo de Chávez y las consecuencias seguirán sintiéndose en los precios.

Este año la inflación será peor

El nuevo Ministro de Finanzas cree que puede burlarse de los venezolanos y nos ha prometido 11% de inflación para este año. Lo mismo dijo el Ministro anterior y la inflación terminó en 22,5% en 2007.

La escasez ha empeorado, las tasas de interes han subido, el gobierno sigue gastando sin control -incrementando su deficit fiscal- y la inversión privada ha decrecido.

Sin mencionar las serías dudas que nosotros tenemos sobre las cifras de inflación que presenta el gobierno, porque pensamos que estas cifras están manipuladas. Si comparamos por nuestra cuenta algunos precios de bienes básicos, la verdadera tasa de inflación de 2007 debe de haber estado por encima del 30%. Y para 2008, la inflación podría ubicarse entre 30 y 40%, en un escenario normal.

Ya es una realidad que el gobierno del Presidente Chávez no puede con este problema histórico que tenemos los venezolanos. Durante nueve años, en materia de estabilidad de precios, sus propuestas no han hecho nada distinto a los peores gobiernos del puntofijismo.

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sábado, 5 de enero de 2008

Las 20 grandes mentiras del chavismo

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

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Como el gobierno del Presidente Chávez no ha hecho nada bien durante los más de 10 años que lleva en el poder, ha tenido que inventar una colección de engaños para ocultar el fracaso de su gobierno. En este artículo mencionaremos las veinte mentiras más grandes del gobierno chavista y las desenmascararemos enfrentándolas con la realidad:

Mentira 1: Los medios de comunicación privados son los culpables de todos los problemas de los venezolanos. Ellos tergiversan la verdad para engañar al pueblo. Realidad: El gobierno controla la mayor parte de los canales de televisión de Venezuela y posee muchas emisoras de radio, periódicos y páginas de internet para difundir las ideas de Fidel Castro. Por si fuera poco, el gobierno ha creado las leyes y organismos que ha querido para obligar a los medios de comunicación a hacer lo que Chávez quiere. Además, Hugo Chávez llegó al poder con el respaldo de los grandes medios de comunicación privados, mediante los cuales difundió todas sus promesas en 1998.

Mentira 2: Estados Unidos es el jefe de la oposición venezolana –incluyendo a los medios de comunicación-. Todo lo que hace la oposición es planeado por el gobierno de Bush. Estados Unidos no soporta que un gobernante latino abra los ojos de los latinoamericanos y les muestre que todos los problemas de Hispanoamérica son y fueron causados por Estados Unidos. Realidad: Estados Unidos es el principal socio comercial de Venezuela. El gobierno venezolano envía petróleo todos los días a Estados Unidos para que George W. Bush pueda andar en carro y calentar su café, a cambio de que le manden dólares a Chávez que financien su estancia en el poder. Y los malos gobiernos de América Latina son los únicos responsables de toda la pobreza de la región.

Mentira 3: El Presidente Chávez no conoce los problemas del pueblo porque sus corruptos ministros le mienten. Realidad: Hugo Chávez sabe muy bien cuáles son los problemas de los venezolanos pero no tiene idea de cómo resolverlos. Los ministros son nombrados directamente por el Presidente. Además, toda su atención está centrada en perpetuarse en la Presidencia, fortalecer la dictadura en Cuba y expandir su proyecto político a los países vecinos.

Mentira 4: Los empresarios son unos capitalistas egoístas que sólo piensan en el dinero, no quieren a Venezuela y se venden al imperio. Realidad: Los empresarios son uno de los sectores que más aporta progreso y fuentes de trabajo en Venezuela. Los empresarios arriesgan lo mucho o poco que tengan en apostarle al futuro del país, mientras el gobierno funda empresas estatales corruptas e ineficientes que no satisfacen al pueblo y siempre terminan cerradas.

Mentira 5: Cada vez que surge un problema es por sabotaje de la oposición. A Chávez no lo han dejado gobernar. Realidad: La oposición siempre propone ideas y ofrece ayuda al gobierno, pero Chávez sólo sabe insultarlos y pelear con todos los sectores del país, a quienes nunca escucha en ninguna materia. Por otra parte, el gobierno no cuenta con nadie capacitado –comenzando por el Presidente- para administrar a un país como Venezuela. Chávez ha tenido más de diez años en el poder, Constituyente, leyes habilitantes, altos precios del petróleo y el control de todas las instituciones del país –incluyendo gobernaciones y alcaldías- aún así, no ha hecho nada bueno, ni ha sabido darle felicidad al pueblo.

Mentira 6: Todos los problemas del gobierno de Chávez fueron heredados de los gobiernos adeco-copeyanos. Realidad: Los adecos y los copeyanos hicieron gobiernos corruptos e ineficientes que ciertamente crearon muchos problemas en el país, pero la mayoría de los problemas durante el gobierno de Chávez fueron creados por su propia insensatez e ignorancia: el odio entre venezolanos, el entreguismo a Cuba, la violencia entre hermanos por motivos políticos, la escasez de alimentos, la mega devaluación de la moneda, la inflación fuera de control, la destrucción de las instituciones, la corrupción y el enriquecimiento súbito de los altos cargos gubernamentales, el déficit fiscal, el maletín de Antonini Wilson, la intromisión en los asuntos de los países vecinos, las continuas peleas con otros gobernantes, el despilfarro de los bienes públicos, etc., etc., etc., fueron todos originados por Hugo Chávez.

Mentira 7: Chávez necesita más tiempo para resolver los graves problemas de Venezuela. Realidad: En los últimos 40 años, ningún Presidente había estado tanto tiempo en el cargo como Hugo Chávez y nadie había concentrado tanto poder como el actual Presidente de Venezuela. Lleva más de diez años mandando y nadie puede decir que ha hecho algo bueno. Aunque es cierto que los problemas de Venezuela no se pueden resolver de la noche a la mañana, también es verdad que un buen gobernante hace muchos adelantos desde el primer año mandando, como para empezar a ver algunos resultados.

Mentira 8: Todo lo que hace el gobierno de Chávez es bueno y todo lo que hace la oposición es malo. Realidad: El gobierno nunca presenta pruebas de las denuncias que hace en contra de la oposición y todo termina siendo acusaciones basadas en mentiras y especulaciones. En cambio, la oposición sí tiene pruebas contundentes de la gran cantidad de hechos ilegales que Hugo Chávez respalda, como el desvío de recursos de las instituciones públicas para financiar las campañas presidenciales y la malversación de fondos en las oficinas del Estado.

Mentira 9: La escasez de leche y alimentos básicos en Venezuela es un problema que sufren todos los países del mundo. Realidad: Cuba, Venezuela y los países gobernados por dictaduras –sobre todo si son comunistas- son los únicos Estados que tienen problemas de abastecimiento. Estados Unidos, Europa y los países gobernados por democracias tienen economías más prósperas y estables.

Mentira 10: El dólar paralelo es ilegal y nadie lo usa. Todos los sectores del país tienen acceso al dólar subsidiado de CADIVI. Realidad: Los únicos que tienen el privilegio de obtener los dólares preferenciales de CADIVI son los compadres del Presidente Chávez o los que tengan los suficientes contactos –o el dinero- para ser bendecidos por el dedo presidencial.

Mentira 11: En Latinoamérica y Venezuela siempre ha gobernado la derecha capitalista, por lo tanto, la derecha es la responsable de todos los problemas hispanoamericanos. Realidad: La mayoría de los gobiernos en toda la historia de América Latina han sido de tendencia izquierdista. Partidos y gobernantes que no tienen idea de lo que es una democracia y se aprovechan de las necesidades del pueblo para enriquecerse y luego irse a vivir a Estados Unidos como magnates. La izquierda latinoamericana es la más incapaz e ignorante de todas las izquierdas del mundo y sus gobiernos han sido los únicos responsables de toda la pobreza de nuestros países.

Mentira 12: La mayoría de los venezolanos son chavistas. Realidad: La mayoría de los venezolanos –pobres y ricos- son personas de bien, que fueron educadas en hogares donde se les enseñaron los valores básicos para la vida en sociedad. La doctrina de odio, violencia, criminalidad, brujería y anti-valores que propone el chavismo es seguida por muy pocos venezolanos. Lo cierto es que muchos de los ciudadanos que se confesan seguidores de Chávez, en la práctica, son una multitud de aprovechados que, o trabajan en algún organismo público, o de una u otra forma están conectados con los beneficios que el gobierno otorga a los cómplices de Fidel Castro.

Mentira 13: Todos los ricos son de oposición. Realidad: Wilmer Ruperti, Antonini Wilson, Gustavo Cisneros, el hermano de Chávez –Presidente de Sofitasa- los banqueros y gran parte de la plutocracia venezolana son descarados chavistas que durante los años que tiene Chávez en el poder se han hecho más ricos y poderosos que en cualquier otro gobierno. Grandes corporaciones multinacionales han sido las mayores financistas de las campañas electorales de Hugo Chávez, especialmente durante sus primeros años.

Mentira 14: Todos los pobres son chavistas. Realidad: En ningún otro gobierno los pobres han sido más excluidos y utilizados que en el gobierno de Chávez. Nadie sufre más la inseguridad, la escasez, la inflación y el abuso de poder que la gente que vive en barrios o zonas marginales. Por eso Chávez tiene años que ni siquiera visita comunidades como la del 23 de enero o Petare. Él mejor que nadie sabe que ahí no lo quieren y por eso sólo va del Palacio de Miraflores, a la avenida Bolívar, a los cuarteles militares o al extranjero.

Mentira 15: Hugo Chávez es el único ser vivo que puede gobernar a Venezuela. Si él sale del poder habrá una guerra civil. Realidad: Venezuela tiene profesionales y gente capacitada para hacer buenos gobiernos. Decir que en Venezuela nadie más sirve para gobernar es estar desconectado de la realidad del país, no conocer a nadie y no tener amigos que te demuestren las virtudes de los venezolanos. Cuando Chávez perdió el referéndum sobre la reforma constitucional, todos los venezolanos celebramos y nadie salió a protestar, igual que sucederá cuando Chávez abandone definitivamente el poder, será un día de júbilo nacional.

Mentira 16: Chávez regala dinero a otros países porque es una persona muy solidaria. Realidad: El Presidente Chávez regala dinero a los países donde quiere exportar su revolución y comprar apoyo para su proyecto de imponer una dictadura comunista en Venezuela. Si fuera por verdadera solidaridad, no abandonaría los inmensos problemas de los venezolanos y no necesitaría hacer un show de cada regalo que hace.

Mentira 17: El chavismo no cree en el comunismo. Realidad: El Presidente Chávez es un fanático seguidor de las doctrinas de Fidel Castro, amigo de las guerrillas marxistas de Colombia y ha dicho públicamente que desea que volvieran los tiempos de la URSS. Todas sus políticas están orientadas a limitar la propiedad privada y reducir los derechos individuales de los venezolanos.

Mentira 18: Todos los afro-descendientes y los indígenas son chavistas. Realidad: Dividir la sociedad en razas que te apoyan o adversan es parte de un discurso racista que intenta sembrar el odio para polarizar la sociedad entre amigos y enemigos fanáticos. Quien ve a la sociedad compuesta por razas que antagonizan entre sí es un racista. Las personas sanas saben que la sociedad está integrada por individuos con nombre propio, con opiniones propias y diferencias que hacen de cada cual un ser único, digno de respeto.

Mentira 19: Los militares son chavistas. Realidad: Como quedó demostrado el pasado 3 de diciembre en la madrugada, la mayoría de los militares venezolanos son personas de honor, comprometidas con la Constitución y las leyes de Venezuela. Los militares rechazan el uso de propaganda proselitista dentro de sus instituciones y ven con mucho desagrado la intervención cubana en los asuntos de seguridad de Venezuela.

Mentira 20: Hugo Chávez se equivoca, pero tiene buenas intenciones y quiere lo mejor para nuestro país. Realidad: Al Presidente Chávez no le interesa Venezuela, ni su gente. Para él sólo importa complacer a Fidel Castro, amasar poder y riquezas. Por eso los problemas de Venezuela han empeorado durante su gobierno y por eso se complace en sembrar el odio. ¿Quién puede amar a su familia mientras la divide promoviendo el rencor y la violencia dentro de ella?

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jueves, 3 de enero de 2008

La magia negra de Chávez

Un importante medio internacional, HDNet, infiltró periodistas en el secreto mundo de hechicería y superstición que el Presidente Chávez mantiene para, supuestamente, extender su influencia a lo largo de América Latina. Estos periodistas hicieron un reportaje llamado “La magia negra de Chávez: Espiritismo y política en Venezuela”.

Según este medio, cada año, decenas de miles de personas se reúnen en una montaña sagrada en Venezuela para practicar oscuros ritos que incluyen posesiones, trances y ocultismo de la santería y el vudú. Estos rituales son desarrollados en nombre de los héroes de la Independencia venezolana, como Simón Bolívar. Pero según el reportero Mick Davie, llama la atención que estos bizarros ritos no son ejecutados por indígenas, sino por ciudadanos venezolanos que vienen de la ciudad y votaron por la revolución. En el reportaje, esta gente asegura que mantiene a Chávez en el poder a través del espiritismo.

HDNet destaca el hecho de que, mientras las Misiones de Chávez alfabetizan y brindan asistencia médica a los pobres, el gobierno también promueve la curación por ritos, trances y posesiones.

De acuerdo a HDNet, Chávez está convencido de que si es poseído por los espíritus de los héroes de la Independencia, florecerá el nacionalismo que necesita para acabar con los Estados Unidos, consolidar el socialismo en Venezuela y evitar que los precios del petróleo caigan.

En este reportaje se dice, además, que el mismo Chávez ha declarado participar en estos ritos y estar poseído por el espíritu de Simón Bolívar.

En este link se puede verificar la reseña hecha por Encyclopedia.com -en inglés-.

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