viernes, 29 de junio de 2007

Más allá de Caracas

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri

www.morochos.org

Entre las muchas consecuencias de los errores políticos que han venido cometiendo todos los gobiernos en nuestra amada Venezuela, se encuentra la falta de planificación en el desarrollo integral del Estado venezolano. Lo que ha provocado la concentración del progreso, casi exclusivamente, en la ciudad de Caracas.

No existe en Venezuela una ciudad que se le compare a Caracas en densidad de población, manejo de recursos, infraestructura, centros culturales y deportivos, vialidad, presencia de instituciones gubernamentales, número de unidades educativas (que van desde escuelas primarias hasta universidades), desarrollo tecnológico, clínicas, hospitales, urbanizaciones, producto interno bruto, salarios, complejos industriales, comercios, centros financieros y demás.

Nuestros políticos han estado siempre tan desorientados, que nunca han prestado atención a este problema. El mayor castigo de tal desidia, lo constituye la migración de la población de otros estados hacia la ciudad capital, lo que va desproporcionando más el desarrollo y deja sin su principal recurso a estos estados: su capital humano. En la otra cara de la moneda, todos estos habitantes se vienen a Caracas buscando mayor calidad de vida, encontrándose con una ciudad también mal gobernada, caótica, llena de basura, sin vivienda, con problemas de tráfico, sin espacio, sin urbanismo, con precios más altos en todo, desordenada, insegura e incapaz de dar la calidad de vida apropiada a quienes la habitan. Es decir, con esta situación, tanto las regiones como Caracas pierden.

Como hemos dicho en otras oportunidades, los modelos políticos autocráticos se dedican a concentrar y a centralizar el poder. La mayoría de nuestros gobernantes han sido autócratas, que como han establecido su centro de poder en la ciudad de Caracas, desde allí disponen de todos los recursos, importándoles poco el bienestar de sus conciudadanos en el interior del país. Esto acostumbró (por fuerza y por tradición) a las personas de otros estados, a delegar su autonomía en el caudillo central, a cederle ciegamente sus recursos sin derecho a exigir y a esperar de él todo plan o propuesta para hacer cualquier cosa importante en estas provincias.

Este desarrollo desproporcionado entre Caracas y las regiones está ligado en primer lugar a la irresponsabilidad de quienes gobiernan y en segundo lugar a la falta de democracia.

El hecho de que los ingresos de la nación se administren desde Caracas, no significa que las principales inversiones públicas deben ser realizadas en el Distrito Federal. La solución a este problema no es invertir únicamente en la capital para que soporte todo la inmigración, la solución es desarrollar las regiones, crear oportunidades, desarrollo y bienestar para sus habitantes. Esto desconcentraría la población y beneficiaría a la propia Caracas. Tenemos un país extenso, ocupémonos de él en su totalidad.

miércoles, 27 de junio de 2007

Del pensamiento Conservador o de Derecha

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

www.morochos.org

Existen dos ideas generales en el folklore internacional acerca de lo que significa ser de derecha en política. La primera es la que piensa que conducir un vehículo marca Hummer, que te guste mucho Estados Unidos, tener el cabello rubio, poseer una cuenta en dólares y ser gerente de una transnacional significa que eres de ultraderecha.

La otra idea es la que imagina como el mejor representante de la derecha al conde drácula, con un bigote de Hitler, explotando niños obreros en una fábrica.

En el mundo académico y político tampoco es difícil encontrar personas con ideas limitadas acerca de este tema. Usted puede encontrar en estos ambientes personas que creen en uno de los dos primeros conceptos, o que, estando un poco más informados, piensan que ser de derecha es profesar de manera fanática el libre comercio.

También están las personas que piensan que no se debe hablar de estos temas polémicos, que definir la izquierda o la derecha es algo muy complejo, que ser objetivo significa no tener criterio y otras excusas que no vienen al caso. Así que creen que todo es bueno y es malo, existe y no existe, es verdad y es mentira, es y no es, sí pero a la vez no. No obstante, nosotros creemos en la libertad de opinión y de elección. Sabemos que a muchos universitarios les molestan las posiciones definidas, debido a que en este siglo predomina el eclecticismo, pero nosotros no le tenemos miedo ni a la opinión, ni al debate. Más bien creemos que así se crea conocimiento.

Lamentablemente, todas las ideas anteriores sobre lo que es la derecha están más que erradas. A nuestro entender, los principios fundamentales del pensamiento conservador o de derecha son los siguientes:

1. El pensamiento de derecha es conservador porque su principal elemento lo constituyen los valores fundamentales de Occidente. En primer lugar, la derecha está profundamente ligada a la fe cristiana. Para la derecha los valores de la Biblia como la familia, matrimonio, trabajo, austeridad, caridad, libertad, entre otros, son los principios básicos de la vida.

Por este motivo, algunos dicen que la derecha viola el principio del Estado seglar (el Estado no profesa ninguna fe) Pero olvidan que el Estado seglar fue instaurado precisamente por la misma derecha, porque cree en la democracia. Es en los regímenes de derecha donde conviven diferentes religiones y creencias. Mientras que en el comunismo y el fascismo la religión única es el culto al líder.

2. El patriotismo es otra de las ideas fundamentales del pensamiento conservador o de derecha. El respeto a los símbolos patrios, el amor a la patria y la búsqueda de la unidad nacional son objetivos de este tipo de pensamiento.

3. Las libertades civiles son necesarias para que la convivencia sea posible y para que los individuos alcancen la mayor suma de felicidad. La libertad de pensamiento, de expresión, de asociación, de tránsito y de elección son muchas de las que aspiran establecer los derechistas.

4. En economía, la derecha defiende la libre iniciativa privada como el principal motor de desarrollo de las naciones. La libre competencia y las fuerzas de oferta y demanda son los mejores propulsores del bienestar nacional e internacional. Cuanto más segura esté la propiedad privada más desarrollo obtendrán las naciones.

5. El sionismo. Los que están comprometidos con la derecha generalmente apoyan la reubicación de los judíos en las tierras en torno a Jerusalén. La formación cristiana enseña que la tierra prometida, la actual Palestina e Israel, fue dada por Dios a los pueblos hebreos, quienes la ocuparon por siglos (este tema lo ampliaremos en otro artículo)

6. La idea del Estado se basa en que éste es un órgano que sólo se dedica a regular la sociedad, a mantener la paz y la seguridad de sus ciudadanos. Al menos en teoría el Estado no debería tener empresas o meterse en asuntos fuera de su competencia. Esto no supone que el Estado no pueda intervenir, en casos de necesidad, en aspectos de interés general que requieran de su apoyo o participación.

Es en los regímenes de derecha donde se han logrado los mayores derechos individuales, y es en los regímenes de derecha donde se fomenta la creación de institutos y organizaciones no gubernamentales para la defensa y bienestar de los desposeídos. Mientras que los regímenes de izquierda promueven la dependencia del Estado como forma de obligar a los ciudadanos a ser leales al régimen.

7. La concepción de las fuerzas armadas. Éstas son un grupo institucional y democrático al servicio de la nación y sujetas a las leyes. No son parte del partido de turno como pretende la izquierda. La derecha promueve un cuerpo altamente armado y organizado para proteger a los ciudadanos, no para proselitismo político.

8. La idea del cambio como parte del orden social. Se entiende que las sociedades no son órdenes rígidos sino que van evolucionando hacia formas más avanzadas de convivencia. La idea de un caudillo eterno o un orden comunista universal e invariable como máximo grado de desarrollo humano no es compartida. Por eso, si usted se fija, las sociedades democráticas se reforman, en todo sentido, con más frecuencia que las sociedades comunistas, fascistas o monárquicas. En el pensamiento conservador se entiende que la reforma es una de las maneras más eficaces de conservar el Estado.

9. El Estado de Derecho. Un sistema legal orientado hacia el individuo y no hacia el Estado. El imperio de la ley, superior a la voluntad de cualquier personalidad.

10. El mejor sistema de gobierno conocido hasta el momento es la democracia. Según nosotros, se equivoca quien piensa que el fascismo es de derecha. El fascismo, al igual que el comunismo, no es la ideología política predominante en Occidente. Éstas son doctrinas fuera de la derecha porque contradicen todos los valores de nuestra civilización (libertad, individuo, cristianismo, democracia, libre mercado, etc.)

En América Latina y España este punto es especialmente malentendido, muchos creen que Hitler, Franco y Mussolini son ejemplos de derecha. Este supuesto es falso, de hecho, la derecha occidental, encabezada por Gran Bretaña y Estados Unidos, enfrentó en armas al fascismo italiano y alemán porque eran regímenes que atentaban contra nuestro mundo y contra nuestras libertades. Lo mismo se hizo posteriormente con el comunismo Soviético, Chino, Norcoreano y Cubano.

Los gobiernos fascistas y comunistas son sistemas de violación a todos los derechos humanos consagrados por la derecha, proponen caudillos endiosados y eternos que no son compatibles con la praxis democrática imperante en el mundo libre occidental.

11. Para la derecha, la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, cada ciudadano tiene el derecho de participar y promover los cambios que considere convenientes para la sociedad. Por eso, en las sociedades democráticas los grupos y asociaciones civiles son numerosos, porque cada quien es libre de expresar y luchar por el mundo que desea. En contraste, el fascismo y el comunismo piensan que la sociedad está integrada por una masa de descerebrados que necesitan ser arriados como el ganado hacia la “sociedad perfecta”. Los comunistas y fascistas crean comités centrales y élites políticas encargadas de imponer por la fuerza los valores del “hombre nuevo”, los cuales son definidos por el incuestionable “líder” supremo.

12. La derecha profesa el civilismo, los líderes son ciudadanos como cualquier otro, visten generalmente trajes civiles. Los cargos son repartidos a gente capacitada en centros académicos, autónomos e institucionales. El civil o ciudadano es el centro del sistema político. En cambio, el militarismo es parte de los gobiernos comunistas y fascistas, los cuerpos militares y paramilitares están a la orden del día para amedrentar y someter cualquier disidencia en contra de las órdenes de los comités centralizados. Los líderes políticos generalmente se hacen llamar “comandantes” o algún otro nombre militar, y muy frecuentemente portan uniformes militares.

13. Los comunistas han hecho creer a muchos que la revolución francesa es parte de lo que ellos pretenden. Falso, la revolución francesa, inglesa y norteamericana son revoluciones accionadas por lo que hoy llamamos derecha, que buscaron derrocar a los déspotas absolutistas. Mostesquieu, Rousseau, Locke, Mill, Smith, Ricardo, Franklin, Adams, Burke, entre otros, son los teóricos de esas revoluciones y los pensadores clásicos de la derecha.

14. La derecha cree en la descentralización, porque entiende que cada ciudadano y cada región es capaz de procurarse lo que más le conviene. En contrario, los comunistas y fascistas asumen que sólo ellos son capaces de pensar, de modo que todos los demás deben ser obligados a obedecer lo que ellos piensan centralizadamente.

15. La idea del orden. El orden es un concepto de importancia capital en el pensamiento de derecha. Weber afirma que por influencia de la Biblia, los occidentales perciben al mundo como desordenado, hostil y lleno de maldad. Realidad que debe alterarse para proteger a los ciudadanos y fomentar el progreso. (Weber, 1903).

Para culminar, habiendo aclarado lo que es la derecha, quisiéramos decir que la ultraderecha, sería estar firmemente convencido de todos estos puntos y no lo que se cree popularmente. El comunismo, el fascismo, el nazismo y todas las propuestas del totalitarismo, son doctrinas archienemigas del pensamiento conservador o de derecha.

martes, 26 de junio de 2007

¿Queremos un Presidente o un Monarca?


Autor: Carlos Alberto López Rafaschieri
juristaucv@gmail.com
www.morochos.org

La Constitución de Venezuela en su artículo 236 le otorga al cargo presidencial un grupo de facultades titánicas, como por ejemplo, la contenida en el numeral 21, la cual, le confiere la potestad de “Disolver la Asamblea Nacional”, la consagrada en el numeral 5 “Dirigir la Fuerza Armada Nacional en su carácter de Comandante en Jefe, ejercer la suprema autoridad jerárquica de ella y fijar su contingente”, o la del numeral 8 “Dictar, previa autorización por una ley habilitante, decretos con Fuerza de Ley”, entre otras no menos importantes y de pleno poder.

Por otra parte, no siendo suficiente la magnitud del poder conferido a una persona, se le asignan excesivas facultades al cargo presidencial, por una parte, la Constitución Nacional en su artículo 236 le atribuye 24 numerales de competencia, y el propio numeral 24, le hace una reserva constitucional al disponer “Las demás que le señale esta Constitución y la Ley

Dichas facultades encierran una peculiar característica, y es que son de dudoso control, en virtud, de que las figuras designadas para que adquieran validez, son por una parte la Asamblea Nacional, la cual vive con la amenaza latente de ser disuelta por el presidente cuando lo crea oportuno, como lo dispone el numeral 21 del artículo 236 de la Constitución Nacional. Fenómeno que produce un efecto muy peculiar, no siendo otro que, el de poner a la Asamblea Nacional a merced del presidente. Y por otra parte, el o los Ministros respectivos, a los cuales no les dedicaré ninguna mención, por ser éstos de libre nombramiento y remoción por el presidente. Así lo establece el numeral 2 del artículo 236 de la Constitución.

Para ilustrar al amigo lector, el artículo 187 de la Constitución Nacional, le confiere a la ASAMBLEA NACIONAL unas atribuciones tan grotescas como las otorgadas al presidente. Pero ¿quién en realidad posee las atribuciones que le designa la Constitución Nacional a la Asamblea Nacional? Para tener una idea, sólo basta con releer el párrafo anterior.

La mención anterior, forma lo que se puede catalogar como uno de los más catastróficos efectos, el cual es, la aniquilación de la autonomía de los poderes, ya que, los demás órganos de poder, como lo son el Poder Judicial, teniendo como máxima autoridad al Tribunal Supremo de Justicia, sus integrantes, los magistrados, son nombrados (artículo 264 Constitución) y removidos (artículo 265 Constitución) por la Asamblea Nacional. El Poder Ciudadano, quien está conformado por el Defensor del Pueblo, el Fiscal General y el Contralor General de la República, quienes a su vez, son elegidos por la Asamblea Nacional, como lo manifiesta el artículo 279 de la Constitución. El Poder Electoral, de igual manera, designados sus respectivos integrantes por la Asamblea Nacional, establecido así en el segundo aparte del artículo 296 de la Constitución.

Sin duda alguna, las atribuciones otorgadas al presidente deben ser disminuidas, de lo contrario, hace dudar si en realidad es un verdadero cargo presidencial, o por el contrario, el de un monarca.

Por Carlos Alberto López Rafaschieri. Abogado (UCV)
juristaucv@gmail.com

lunes, 25 de junio de 2007

Soberanía y tipo de cambio

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri

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La soberanía es generalmente definida como aquella característica del Estado, según la cual, no se admite a ninguna nación, institución o persona superior al poder del Estado dentro de su territorio.

Con base en este concepto, algunos gobiernos se la pasan hablando de antiimperialismo y soberanía para justificar sus acciones. Paradójicamente, la mayoría de ellos establecen severos regímenes cambiarios basados en el dólar para supuestamente frenar la devaluación de sus monedas.

Así, estos países fijan el tipo de cambio con relación al dólar norteamericano (USD) de manera que la moneda está sujeta a todo lo que le pase al billete verde. Si el dólar se devalúa, la moneda local también se devalúa, aunque los otros gobiernos fijados al dólar no quieran. Y si la Reserva Federal de Estado Unidos decide una extraordinaria modificación de su moneda, la moneda local también será afectada, ya que está encadenada al dólar.

Lo que hacen estos países es algo así como vivir al ritmo del vecino. Vivir pendiente de lo que hace el de al lado para tomar decisiones. Si él sale uno sale, si él pelea uno pelea, si él se viste de negro uno se viste de negro.

Una fijación del tipo de cambio es una sujeción de la política monetaria al país a quien se ancla la moneda. Que es lo mismo que decir que la soberanía de esos países no es tal, sino que la política cambiaria nacional es impuesta directamente desde Washington, o desde la capital de la moneda que se elija seguir.

Un verdadero tipo de cambio soberano es independiente y libre. No depende de lo que hagan los demás con sus monedas. Desde el punto de vista cambiario, los únicos países soberanos del mundo son Estados Unidos, los integrantes de la Unión Europea, Suiza, Gran Bretaña, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y los países escandinavos. Estas naciones consideran las acciones de los otros gobiernos como referencia, pero no dependen de sus decisiones.

Por otra parte, las naciones dependientes, incluyendo a Japón y Rusia, viven mirando por la ventana lo que hace Washington para diseñar las políticas de sus bancos centrales.

Todas estas naciones necesitan del dólar norteamericano como el aire para vivir. Todas, incluyendo a Venezuela, tienen que vender sus productos afuera y atraer la inversión extranjera en busca del tan preciado billete verde. Lo interesante es que mientras estos Estados lo dan todo por dólares, la Reserva Federal de Estados Unidos imprime billetes a su antojo, con la única limitación de que no se acabe la tinta verde y el papel. Piense en el esfuerzo de producir y exportar un barril de petróleo y compárelo con el trabajo de imprimir los sesenta y tantos dólares que vale ese barril. Gracias a los países dependientes, el principal producto de exportación de Estados Unidos es su moneda.

Los Estados débiles son incapaces de implementar sus propias políticas cambiarias. Cuando Estados Unidos o la Unión Europea crean sus políticas monetarias no lo hacen encadenándolas a las de China o Corea del Norte. Es precisamente al revés, son los gobiernos de China, Corea del Norte, Cuba, Venezuela, y todos los Estados no soberanos del mundo, quienes se encadenan a las decisiones de los gobiernos extranjeros que tanto odian, pero sin los cuales no pueden vivir ya que necesitan sus dólares.

La desdicha de Corea del Norte, Cuba o Venezuela, es comparable a que nos imagináramos que en Estados Unidos la moneda de la que se dependiera mostrara la cara de Osama bin Laden.

viernes, 22 de junio de 2007

Democracia al estilo Mugabe

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

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Robert Gabriel Mugabe es el “presidente” de Zimbabwe. Lideró la organización guerrillera Unión Popular Africana de Zimbabwe (ZAPU) que luchaba contra la colonia británica de Rhodesia, en donde una minoría blanca gobernaba un país integrado por 99% de personas de piel oscura. Llega al poder por elecciones cuando el gobierno contra el cual luchaba accede a implantar el sufragio universal.

Desde su llegada a la presidencia en 1980 se ha dedicado a concentrar poder y ha sido reelecto 3 veces pese a las denuncias de fraude electoral e intimidación contra sus opositores. Su actual mandato termina en 2008 pero el partido de gobierno ha propuesto extender su periodo hasta 2010.

Este personaje ha permanecido en su cargo a pesar de haber realizado una de las peores gestiones públicas del planeta. Sus logros en materia de salud pública son terribles, según la Organización Mundial de la Salud los hombres y mujeres de Zimbabwe tienen una esperanza de vida de 37 y 34 años respectivamente, las más bajas del mundo.

En economía, Mugabe ha llevado a Zimbabwe a la bancarrota. La inflación es la más alta de todos los continentes. En 2006, Zimbabwe reportó una inflación de 1216% de acuerdo al FMI y en Junio de 2007 ésta alcanzó 9000%.

Mugabe es un ser despiadado, en 1995 promovió una campaña de persecución violenta contra los homosexuales, propuesta que fue oficializada por el parlamento, donde se violaron todo tipo de derechos humanos.

Al estallar la segunda guerra del Congo, Mugabe tenía ya al país en quiebra y su ministro de Defensa, Moven Manachi, justificó públicamente la presencia de tropas de Zimbabwe en el conflicto debido a la necesidad que tenia su país de ingresos (las tropas estaban allí para robar piedras preciosas)

En el año 2000 el gobierno propuso una reforma constitucional que incluía limitar el mandato presidencial a dos periodos (sin carácter retroactivo para que no afectara a Mugabe) inmunidad y prohibición de abrir juicios o averiguaciones contra cualquier miembro del gobierno o de las fuerzas armadas y facultar al gobierno para confiscar tierras a blancos sin compensación. Estas propuestas al someterse a referéndum fueron rechazadas por la mayoría de los votantes, sin embargo, un mes después el parlamento propuso enmendar la constitución y todas las reformas que el gobierno quería fueron incluidas letra por letra en la Constitución.

Todas estas arbitrariedades llevaron a Zimbabwe a una situación peor, ningún nacional o extranjero quería invertir en un país con un gobierno despótico, el más afectado fue el sector agrícola por las leyes de confiscación de tierras. La nación que una vez tuvo un potencial agrario prometedor, liderando a los países africanos en este aspecto, ahora dependía de los programas de ayuda y alimentos de la ONU y otras organizaciones para alimentar a su población.

En 2002, nuevamente se realizaron elecciones presidenciales, las cuales ganó Mugabe 56% a 42%. Los gobiernos democráticos del mundo y organizaciones como la Unión Africana denunciaron la presencia de grupos armados del gobierno en las calles y centros de votación para aterrorizar a la oposición, la prohibición de reuniones en plazas y áreas urbanas, el arresto y tortura de los pocos miembros de oposición del parlamento y de los abogados activistas de derechos humanos, el arresto de periodistas, la represión de la libertad de expresión y la suspensión de derechos civiles. Ante estos hechos, el mundo democrático concluyó que las elecciones estuvieron viciadas y fueron fraudulentas.

En 2003, el gobierno de Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Europea aprueban medidas económicas contra Mugabe y su gabinete, negándoles la entrada a estos países, congelando sus activos financieros, prohibiendo a sus ciudadanos comerciar con el gobierno de Zimbabwe y suspendiendo la ayuda humanitaria.

Por todo lo dicho, Mugabe es un buen ejemplo de que no es impedimento para nadie haber llegado a la presidencia por elecciones democráticas, para luego pretender perpetuarse en el poder mediante la fuerza y el engaño.

Que este modelo sirva para comprender que no existe, por lo menos en los últimos 100 años de historia, ningún caso de un gobierno que, buscando perpetuarse en el poder, haya generado bienestar a su pueblo. Al contrario, todos los casos que se han estudiado recientemente de gobernantes que han roto el principio democrático de la alternancia en el poder, terminan siempre del mismo modo: por un lado, dictadores magnates que viven con todos los lujos que el dinero puede comprar, y por el otro, Estados debilitados sumergidos en la violencia, el hambre y las mentiras.

jueves, 21 de junio de 2007

El militarismo en la política venezolana

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri

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¿Quiénes se encargan en Venezuela de la seguridad y defensa de la nación? Los militares, ¿quiénes administran y custodian las aduanas? Los militares, ¿quiénes, en la práctica, son los que dirigen y custodian los procesos electorales? Los militares, ¿quiénes controlan las protestas y manifestaciones? Los militares, ¿quiénes fungen como autoridades viales en temporadas vacacionales? Los militares, ¿quiénes custodian las prisiones y centros de reclusión? Los militares, ¿quiénes son el cuerpo encargado de atacar la especulación y acaparamiento de alimentos y medicinas? Los militares.

¿Quiénes manejarán los autobuses de la nueva compañía de transporte del gobierno? Los militares, ¿quiénes ocupan cargos directivos y participan directamente en la planificación de proyectos gubernamentales de infraestructura, transporte, educación, ciencia, salud y desarrollo? Los militares, ¿quiénes combaten el tráfico de drogas? Los militares, ¿quiénes operan los observatorios y servicios meteorológicos de la república? Los militares, ¿quiénes administran las red Mercal? Los militares, ¿quiénes dirigen muchos de los organismos burocráticos del Estado venezolano (Onidex, Defensa Civil, CICPC…)? Los militares.

¿Quiénes ejercen funciones de embajador o cónsul en buena parte de la diplomacia venezolana? Los militares, ¿quiénes preservan los parques nacionales? Los militares, ¿quiénes custodian al presidente? Los militares, ¿quiénes son los llamados a resolver mediante golpes de Estado y otras intervenciones todas las crisis políticas que nuestros dirigentes ocasionan? Los militares, ¿y quiénes son los jueces, mediadores y moderadores supremos de la vida política venezolana? Los militares.

Por si fuera poco, la mayoría de los presidentes venezolanos han sido militares. Son contados los gobiernos de civiles, y aún en estos escasos períodos, el rol de las fuerzas armadas ha sido esencial para sostenerlos.

Si nosotros fuéramos observadores externos de esta realidad pensaríamos dos opciones: O ese Estado está en una guerra monumental, donde todos los civiles fueron reclutados por la emergencia, de manera que todos son militares. O ese Estado es tan desordenado y su clase política es tan incapaz que la única institución que más o menos funciona es el componente militar.

Como no somos observadores externos sino que vivimos en carne y hueso esta Venezuela, sabemos que la segunda opción es la respuesta. Nuestros dirigentes han sido tan ineficientes que nunca han sabido cómo institucionalizar el poder, éste es simplemente una propiedad privada del gobernante del momento. En todo gobierno personalista los militares desempeñan un papel fundamental, pues son un cuerpo ordenado y disciplinado para obedecer. Sería nocivo para un autócrata crear instituciones autónomas con autoridad legítima, pues corre el riesgo de cuestionamientos hacia su gestión.

Analizando países desarrollados podemos notar que las fuerzas armadas tienen funciones establecidas y específicas, en esos países las cárceles, empresas del Estado, organismos de seguridad urbana, manifestaciones, aduanas, fronteras, diplomacia, etc. Están en manos de cuerpos civiles especializados, lo que coloca a la fuerza militar en su justo y muy digno lugar de defender a su nación de cualquier enemigo interno o externo y cooperar, en situaciones de crisis, con los organismos civiles.

Los militares son profesionales en el uso de la violencia y expertos en hacer la guerra. Su función exclusiva es nada más y nada menos que la de garantizar la seguridad y defensa de la nación. Utilizarlos para otra cosa es desvirtuar su formación y hacer ineficiente al Estado. Lo irónico, es que nuestro país otorga anualmente decenas de miles de grados, maestrías, estudios de especialización y doctorados en todas las áreas del conocimiento, pero pareciera que nadie aquí sabe cómo gobernar a una república.

Los civiles debemos ocupar el lugar que nos corresponde en la conducción de nuestro país, también somos ciudadanos con derechos políticos. Un gobierno serio y moderno debe entender que en Venezuela hay que constituir organismos civiles que se encarguen de las diversas tareas que requiere la sociedad. Es necesario implantar un modelo institucional y democrático para las Fuerzas Armadas. El problema no son nuestros militares, el problema son nuestros políticos, que manipulan y corrompen el rol de las fuerzas armadas.

miércoles, 20 de junio de 2007

Asunto Esequibo

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

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Las características elementales que posee un Estado son: población, territorio y ordenamiento jurídico. En Venezuela, desde que nos independizamos del reino español, hemos ido perdiendo territorio poco a poco, lo que equivale a decir que hemos ido perdiendo parte del Estado venezolano.

Desde entonces, nuestra clase política se ha entretenido en los deleites del poder, en guerras fratricidas y resolver los problemas de los demás. Lo que nos ha costado muy caro, pues una de las cosas realmente importantes para una nación es su política territorial.

En este artículo, pretendemos tocar sólo uno de los muchos temas que en el ámbito del espacio geográfico nos atañe a los venezolanos: El asunto Esequibo.

Este espacio perteneció originalmente a las etnias caribes y arahuacos. Explorado por Colón en su tercer viaje, no fue sino hasta 1616 cuando los holandeses establecen la primera colonia europea allí. A finales del siglo XVII los ingleses asumen el control de la zona pero es en 1814 cuando los holandeses formalmente la ceden. En 1831 los ingleses le cambian el nombre a Colonia de la Guyana británica.

El problema es que esta colonia, antes holandesa y luego Británica, fue poco a poco corriendo sus fronteras hacia tierras venezolanas, usurpando el terreno que pertenecía a la Capitanía General de Venezuela. En 1889 Venezuela reclama su territorio hasta donde correspondía originalmente, las regiones 1, 2, 5, 7, 8, y 10 del mapa que presentamos.

El caso se llevó a un “tribunal internacional” compuesto por un estadounidense, un ruso y un inglés. Este “tribunal” evidentemente parcializado dio la razón a Gran Bretaña. Luego se descubrió que el representante inglés presionó a los otros dos miembros para que fallaran a favor de los intereses británicos. Lo que dejó las cosas peor que al principio.

En 1962, Venezuela retoma la causa alegando los hechos históricos, en 1966 Guyana se independiza de Inglaterra pero la disputa continúa. Ese mismo año las partes acuerdan resolver el conflicto de manera pacífica.

A finales de 1966 Venezuela ocupa y se anexa la mitad guyanesa de la isla Ankoko, ubicada en el rio Cuyuní. Luego en 1970, en la cumbre de Puerto España de las naciones del Caribe, Venezuela y Guyana firman un acuerdo de 12 años que coloca en mora la disputa. Este acuerdo expiró y no fue renovado.

Desde 1962 los mapas venezolanos presentaban al territorio en disputa como zona en reclamación. Desde 1982 la mayoría de nuestros mapas ni siquiera incluyen el área como parte de Venezuela.

Lamentablemente, la postura del actual ejecutivo nacional, plantea la reclamación que retomó Venezuela en 1962 como un asunto de guerra fría, un acto político de aquel gobierno de Venezuela para complacer a los Estados Unidos (quienes supuestamente se oponían al entonces gobierno de Guyana). El actual presidente de Venezuela ha declarado públicamente que Guyana tiene plena soberanía sobre el Esequibo para entregar concesiones a las empresas trasnacionales que desee, lo que es igual a decir que es territorio guyanés.

Afortunadamente en la mayor parte de América Latina existe consenso sobre el tema y se reconoce el derecho de Venezuela sobre el área. Realidad que facilitará que las generaciones futuras, las cuales estamos conscientes del país que queremos, retomemos el reclamo.

Corresponde a las clases políticas venezolanas asumir la responsabilidad del tema. Por el camino que vamos cuidado si en unos años Venezuela abarca solamente su región andino costera. En la actualidad nuestras fronteras siguen descuidadas, los Estados vecinos lo saben y se aprovechan de ello, al igual que sus grupos rebeldes y el narcotráfico internacional.

No puede ser que nuestra diplomacia sea históricamente una de las más mediocres de Latinoamérica. Las únicas “proezas” que han hecho nuestros políticos en esta materia es regalar el territorio a los vecinos, entrometernos en guerras donde no tenemos parte, obsequiar un barco a Bolivia y llenar las cancillerías extranjeras de petrodólares y territorio venezolano a cambio de respaldo para el presidente de turno, no para beneficio del Estado.

Desde aquí lanzamos un llamado a reanudar nuestras disputas territoriales, a vigilar nuestras fronteras y a recuperar nuestro Esequibo.

martes, 19 de junio de 2007

Democraticemos el poder político

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri

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La democracia es el gobierno del pueblo, según la traducción literal del griego demos (pueblo) y kratos (poder) En este sistema de gobierno el poder está distribuido de manera tal que cualquier ciudadano tiene derecho a votar o a optar por un cargo público, que jamás es perpetuo, sino que tiene plazos medianos de duración, y que luego se traspasa a otros ciudadanos electos de manera libre y democrática.

El poder es democrático cuando: 1) está dividido en diversas instituciones que se regulan y contrapesan unas con otras (como es el caso de la división clásica de poderes) 2) El poder se alterna de manera tal que nadie, con el pasar del tiempo, se crea el dueño del cargo que ostenta y se acostumbre a mandar y a ser obedecido. 3) la soberanía es propiedad de todos los ciudadanos que la ejercen, entre otras formas, nombrando a las autoridades. Y 4) la ley es el mandato directo del pueblo, quien la viola, desconoce al soberano.

Por ende, regímenes socialistas como China, la Unión Soviética, Corea del Norte, Vietnam, Camboya y Cuba a nadie pueden inspirar un ejemplo democrático. Son regímenes en donde los puntos 1, 2, 3 y 4 fueron desaparecidos de la teoría y de la práctica.

Sin embargo, la izquierda internacional ha intentado tergiversar las definiciones y promulga que hay que “democratizar todo”, como una estratagema para disfrazar su mensaje oculto de eliminar la propiedad privada.

La propaganda comunista está llena de mensajes como “democraticemos la tierra, democraticemos la propiedad, democraticemos el espacio radioeléctrico, democraticemos esto, democraticemos lo otro”. Todo aquello a lo que le quieren echar mano de manera ilegal, para confiscarlo, le anteponen la palabra “democraticemos”. No obstante, la democracia, como hemos visto, no significa que no exista la propiedad privada, ni mucho menos confiscarla para entregarla a los militantes de la revolución. Por el contrario, las democracias modernas reconocen al derecho de propiedad como un derecho humano inalienable.

Todos los regímenes comunistas son dictaduras donde un autócrata gobierna a sus antojos. Un solo partido controla todos los poderes del Estado, un solo partido controla la propiedad, la tierra, la riqueza, las gobernaciones, las alcaldías y todo lo que es “público”. Así que valdría la pena preguntarles a los comunistas, ¿por qué no democratizamos el poder político? Eso sí sería democracia, no lo que los socialistas utilizan como propaganda para engañar a la gente.

Los gobiernos socialistas expropian y reparten lo que no es de ellos, pero por nada del mundo comparten el poder que usurparon del pueblo. Dicho de otro modo, los comunistas roban las propiedades de los demás y privatizan para uso personal los poderes públicos.

lunes, 18 de junio de 2007

El poder es una responsabilidad

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

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Existen teorías que demuestran que las crisis económicas severas impactan negativamente a los sistemas políticos, siendo capaces de desestabilizar tanto a regímenes democráticos como a dictaduras, y de producir cambios de gobierno (Acemoglu y Robinson, 2004)

Teorías más recientes han descubierto además, que las debacles económicas son más perjudiciales para las dictaduras, debido a que aunque las consecuencias de las recesiones originan reformas y transiciones en las democracias, pocas veces se sustituye a ésta como sistema de gobierno. Mientras que las crisis económicas tienden a derribar a los gobiernos autoritarios y a establecer regímenes democráticos en su lugar (Acemoglu, Johnson, Robinson y Yared, 2005)

Aunque estos trabajos estudian específicamente los impactos de las crisis económicas en los sistemas políticos, lo mismo hemos comprobado sobre otras variables sociales fuera de control (protestas, escándalos personales o de corrupción, guerras, conflictos internos, etc.) Los ciudadanos tienden a responsabilizar al gobierno de las cosas malas que pasan, pero las democracias son más estables que las autocracias y soportan mejor los problemas.

Cuando los partidos políticos afrontan inconvenientes en la democracia (porque en democracia existen varios partidos políticos) todos buscan soluciones debido a que todos comparten el poder y, en consecuencia, la responsabilidad.

En contraste, en las dictaduras, por más chivos expiatorios que se intenten utilizar, siempre hay un solo responsable: el dictador. En una autocracia, una sola persona toma todas las decisiones y controla todas las instituciones, todos los poderes y todos los gobiernos regionales. Por lo tanto, si el crimen, la escasez, la pobreza, la corrupción y el desorden están fuera de control ¿sobre quién más recae la responsabilidad sino sobre aquél que concentra el poder?

Un dictador nunca puede decir que el crimen o la pobreza son un problema de todos. Eso se puede hacer únicamente en democracia donde el poder está distribuido. Ejercer las autoridades supremas no es solamente pasear en aviones presidenciales, recibir honores y majestades. Todo el que ha estudiado el mando sabe que la autoridad, más que un privilegio, es una responsabilidad.

Aquél que pretenda controlar todo el poder de un Estado debe saber también que será responsable de todo.

viernes, 15 de junio de 2007

La discriminación como política

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri

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Etiquetar a los disidentes para excluirlos de todo aquello que es provechoso con el fin de debilitarlos, es una vieja estrategia política que han ensayado los gobiernos desde tiempos muy remotos. Se basa en la idea de que, al limitar el acceso de los contrarios a todos los recursos que necesitan para vivir, irá menguando su poder hasta extinguirse.

De todas las discriminaciones que se han hecho en contra de cualquier grupo, ninguna se ha salvado de pasar a la posteridad como otro testimonio de salvajismo. La discriminación, como fórmula para debilitar a los disidentes, siempre ha tenido resultados patéticos. Al final, ni se logra conservar el poder, ni se logra debilitar a los grupos en contra de quienes se utilizó. Más bien, el único resultado es pasar a la historia como uno más de los opresores de la raza humana.

Algunos discriminan por sexo, otros por dinero, otros por ideología, otros por raza y otros por religión, pero el producto final es siempre igual de malo. Lo peor de la discriminación es que va engendrando un sentimiento de odio y venganza dentro del que la padece que pocas veces es bien encauzado y frecuentemente desemboca en actos violentos.

Por eso creemos que la inclusión es una de las mejores formas de disminuir la violencia por motivos políticos y de fortalecer al Estado. Porque quien se siente parte de un sistema político hará todo lo posible por sostenerlo. El ser humano, por instinto, conserva lo que percibe que le da bienestar. Pero aquellos a quienes se excluye se convierten automáticamente en enemigos del régimen y nada desearán más que el fin del sistema que los oprime.

Las cosas empeoran, si nos fijamos que otro de los posibles efectos de las políticas de discriminación es la división político territorial, lo que ocurre en parte debido al desplazamiento paulatino de los grupos marginados hacia barrios o territorios aislados. Si analizamos el caso de la división de la URSS, la antigua Yugoslavia, las dos Irlandas, la separación de India y Pakistán, la fragmentación del Imperio Turco en varias repúblicas árabes y, más reciente, las pugnas para crear un Estado Palestino, entenderemos que la discriminación política es un arma de caos más peligrosa que cualquier desastre natural.

jueves, 14 de junio de 2007

Reflexiones sobre el ALCA

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

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El Acuerdo de Libre Comercio para las Americas (ALCA en español y FTAA en inglés) es una propuesta de política comercial multinacional para el continente americano, por eso debe tratarse como un tema político, no como un tema tabú de fantasmas y duendes como nos han acostumbrado a tratar los temas serios desde hace tiempo en América Latina.

El ALCA propone básicamente la creación de una zona económica americana en donde no existan aranceles al comercio o éstos sean muy reducidos para facilitar el flujo comercial de bienes y servicios entre países. Desde su aparición en la década de los 90 mucho es lo que se ha progresado. Sin embargo, a nivel regional está sucediendo lo mismo que ocurre en la Organización Mundial de Comercio (OMC). Lo difícil es conciliar los intereses de los países desarrollados y los intereses de los países en desarrollo.

Para Estados Unidos y Canadá, el ALCA representa la oportunidad de expandir su sector servicios y apretar las regulaciones en materia de derechos de propiedad intelectual que tanto se infringen en Latinoamérica. Esto no cae muy bien en los sectores gubernamentales y empresariales del Rio Grande a la Patagonia.

Para los latinoamericanos, el ALCA es una puerta a las economías de escala norteamericanas en materia de productos agrícolas. El problema es que desde el Río Grande hasta las fronteras canadienses con el Ártico, los gobiernos y sectores empresariales están convencidos de que competir con Latinoamérica en materia agrícola es para ellos sencillamente imposible. Solamente Brasil sería capaz de arrasar los mercados agrícolas estadounidenses.

He ahí el verdadero problema a resolver. En el corto plazo son muchas las naciones de nuestra región que han firmado acuerdos individuales de libre comercio con Estados Unidos, pero estos acuerdos son simples iniciativas que raras veces llegan a materializarse debido a las presiones internas de ambos bandos. La realidad es que Estados Unidos no quiere eliminar sus subsidios y competir libremente contra la fortaleza agrícola de Latinoamérica. Y Latinoamérica no puede competir contra la manufactura y servicios de Estados Unidos.

Pensamos que la creación de una zona americana de libre comercio daría el primer paso hacia la constitución del bloque económico más grande del planeta tierra (incluso más que la Unión Europea) lo que a la larga traería prosperidad y desarrollo para todos ya que ninguna nación se ha hecho pobre comerciando. Pero los intereses domésticos de cada país pesan más en este tipo de decisiones en el corto plazo, porque cada gobierno obtiene sus votos adentro, no afuera. Ante este panorama, el proyecto va a retardarse por lo menos en el mediano plazo.

La democracia es más que la mayoría de votos

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri

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En las democracias los ciudadanos acuden a votar para elegir a sus autoridades. Una vez que culmina el proceso de votación, se hace el conteo y se procede a nombrar como ganador a aquella persona que haya obtenido el mayor número de votos. El proceso es simple, no importa cuantos votos haya obtenido el perdedor, la victoria es otorgada al que obtuvo más de votos favorables.

Pero en las democracias, los que pierden las elecciones siguen siendo ciudadanos y siguen conservando sus derechos de acuerdo a las leyes. Aunque se haya obtenido el 99% de los votos válidos, no significa en modo alguno que el otro 1% de ciudadanos que tienen propuestas diferentes serán marginados y perseguidos por el gobierno recién electo.

En una buena democracia es importante considerar los votos, las leyes, el sentido común y el consenso general. El guiarse solamente por los votos es transformar la democracia en una dictadura de la mayoría, en una demagogia. ¿O es que podemos hacer elecciones para decidir si volvemos a la esclavitud? No, porque nos lo prohibirían las leyes, el sentido común y la opinión pública. La regla de la mayoría tiene sus límites. Los derechos humanos deben ser respetados aún por la victoria electoral más aplastante.

Buscar el consenso es muy difícil, pero necesario para quien no quiera transformar el gobierno en una guerra, en donde las facciones asumen que los contrarios deben ser destruidos.

Por eso los acuerdos entre sectores son vitales en una democracia. En las guerras las victorias no son siempre predecibles, muchas veces los bandos pelean hasta que son incapaces de vencer y entonces no les queda más remedio que negociar. Por lo tanto, es más inteligente saltarse el paso barbárico e ir directamente al diálogo.

Generalmente el que tiene el poder cree que es invencible e intocable, pero la historia está llena de ejemplos que contradicen esta percepción. No hay rival pequeño, todo grupo de ciudadanos unidos en un propósito es capaz de mover cielo y tierra en defensa de lo que creen y valoran.

Gobernar en consenso consiste en no dejar a nadie por fuera, no marginar o excluir. Es reconocer que existen grupos sociales que representan mayorías, minorías, sectores empresariales, militares, políticos, religiosos, académicos, campesinos, pequeñas comunidades y hasta organizaciones de dos o tres individuos que tienen algo que decir.

Aquél que conduce a una nación en donde existen tantos valores encontrados y puede, en medio de las infinitas diferencias que dividen a los seres humanos, crear acuerdos en donde todos salgan beneficiados, es quien merece el titulo de estadista, de político brillante y de líder.

martes, 12 de junio de 2007

¿Es Jesucristo socialista?

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

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Algunos políticos afirman que nuestro Señor era socialista, no obstante, aquí quisiéramos aclarar diversos puntos acerca de este tema.

Antes que nada hay que decir que pensamiento de izquierda, socialismo y comunismo son sinónimos. Muchas veces algunas personas confunden humanismo, caridad, labor social, cooperativismo o estado de bienestar con socialismo.

En la práctica, socialismo es una de las formas propagandísticas que usan los militantes del comunismo para vender su ideología, el socialismo soviético es ejemplo de ello, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Ahora aclaremos los siguientes puntos:

1. Cristo estuvo entre los hombres cuando corría el siglo I A.C. Mientras que el socialismo es un término utilizado por primera vez en el siglo XIX por pensadores británicos y franceses, luego Karl Marx hace a finales de ese siglo el aporte más reconocido del pensamiento socialista (inventa el llamado socialismo científico o comunismo) Por ende, decir que Cristo era socialista es como decir que la Venus de Willendorf, la figura de piedra de una mujer obesa que data del paleolítico, era militante del partido NAZI.

2. Cuando se pone de ejemplo el libro de los Hechos de los Apóstoles para extraer un fragmento de él y citar que los primeros cristianos vivían compartiendo sus bienes y repartiendo el dinero según las necesidades de cada uno, se olvida algo fundamental: Esa manera de vivir que tenían los primeros cristianos era totalmente voluntaria y libre, a nadie se le imponía la entrega de sus bienes como requisito para pertenecer al cristianismo y la caridad no era obligada, cada quien daba según su conciencia, nunca se expulsó a nadie de la Iglesia por no dar sus bienes a la congregación. Además, no es lo mismo vivir en comunidad que vivir en Comunismo.

Un caso parecido es por ejemplo hacerle el amor a la mujer que se ama, de manera libre, voluntaria, sin presiones, amenazas, chantajes o manipulaciones. El cual es uno de los actos más maravillosos del género humano. Sin embargo, hacerle el amor a una mujer sin su consentimiento y por la fuerza es una violación, un crimen y uno de los actos más repugnantes y viles que puede ejecutar un hombre.

En el socialismo marxista, la historia nos ha enseñado que todo se hace como en el segundo caso, el de la mujer forzada, pasando por encima de la voluntad de quien sea por la fuerza, en nombre de unos supuestos principios más elevados, como si un violador le dijera a sus víctimas que a él le encanta practicar el amor como enseñó Cristo.

3. Nunca encontrará usted en la Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis la palabra socialismo, social o comunismo.

4. Cristo nos enseñó a perdonar, a amar a nuestros enemigos y a practicar la paz. El socialismo marxista tácitamente dice que la violencia es el medio de participación política y que la religión es el opio (droga) de los pueblos porque trata de “adormecer la violencia” de las multitudes y así evitar la revolución.

5. No hay un sólo régimen comunista que no haya perseguido a la Iglesia en todas sus manifestaciones, católica, protestante u ortodoxa. En China el gobierno ordenó quemar las Biblias por ser un libro contrarrevolucionario y en la URSS, Stalin ordenó demoler las Iglesias y encarcelar a los sacerdotes. Además, se promovían oraciones dedicadas a Lenin y a Stalin como si fueran dioses. En Cuba, el cristianismo estuvo prohibido durante años por Fidel Castro y hoy en día se aplican controles sobre la Iglesia para verificar que lo que enseñan los sacerdotes esté alineado con los principios revolucionarios del socialismo.

Pocos regímenes en el mundo han perseguido tanto al cristianismo como los gobiernos socialistas. La izquierda internacional es fundamentalmente atea, o mejor dicho antitea, porque los comunistas no se conforman con simplemente negar a Dios, sino que además creen con vehemencia que los valores del cristianismo deben ser erradicados. Recuerde usted que hace unos cinco años un famoso Canciller venezolano dijo en la Asamblea general de la OEA que muchos de los grandes males de la humanidad habían sido ejecutados por cristianos.

6. Cristo no invadió, robo o autorizó la expropiación de absolutamente ningún bien a ninguna persona.

7. Cuando Cristo se cruza en el camino con un joven rico y le dice que más fácil es que un camello pase por el ojo de una aguja antes que un rico entre en el reino de Dios, se refiere a la gente que ama al dinero más que a Dios (idolatrar al dinero) no a tener dinero en sí. Cristo estaba invitando a este joven a seguir los mandamientos, pero el muchacho le dijo que ya los cumplía y quería hacer más, entonces Jesús le dijo que vendiera todo lo que tenia, lo diera a los pobres y lo siguiera como uno de sus discípulos, pero el joven se entristeció porque era muy rico. Es entonces cuando Cristo pronuncia su frase sobre el camello y la aguja, el joven prefirió las riquezas a cumplir lo que Jesús le pidió.

Es un hecho que Abraham, Isaac, Jacob y el rey David eran hombres muy ricos, pero en la Biblia se nos presentan como hombres de bien amados por Dios. Igualmente en el mismo libro de los Hechos de los Apóstoles que tanto se cita, se nos habla en el capítulo 10 de un capitán romano acaudalado, que “daba mucho dinero a los judíos necesitados”, este capitán era tan bien visto a los ojos de Dios que hasta le habló un angel.

En otra ocasión, Cristo puso a otro rico capitán romano (el que hizo construir una sinagoga en Jerusalén) como ejemplo de fe. Aquel famoso hombre que pidiendo sanidad para uno de sus sirvientes le dijo “maestro yo no soy digno de que entres en mi casa pero una palabra tuya bastará para sanarle”.

Por otra parte, Judas (el traidor) era un hombre pobre, no obstante cometió un crimen abominable al vender a Jesús. Es decir, su pobreza no le sirvió de nada.

En el Nuevo Testamento aparece muchas veces que la salvación es por fe en el Salvador, en Cristo. Así que no se es más o menos cristiano de acuerdo a la magnitud de dinero que se posee.

8. Según el Evangelio de Lucas capitulo 12 versículo 13, en cierta ocasión un hombre se acercó de entre la multitud a decirle a Jesús “Maestro dile a mi hermano que me dé mi parte de la herencia”. Jesús le respondió “¿Quién me ha puesto sobre ustedes como juez o partidor?. Con este ejemplo es imposible pretender utilizar la figura de Jesús para justificar la invasión, expropiación, confiscación o cualquier otra de las prácticas comunistas que se hacen en nombre de una supuesta justicia social que sigue el camino de Cristo.

9. A lo largo de toda la Biblia, Nuevo y Antiguo Testamento, se dice varias veces que Dios había hecho prosperar a varios hombres y mujeres como premio por sus acciones. Como son los casos de Salomón, Daniel, Job, José y muchos otros. Y los premios de Dios son buenos porque todo lo que viene de Dios es perfecto. Por lo tanto, si la riqueza fuera mala no hubiera premiado Dios a estas personas con riqueza, por el contrario, las hubiera premiado con pobreza. De hecho, Dios promete riqueza a quienes lo obedezcan, en el libro de Deuteronomio, en el capítulo 28 dice “Si de veras obedeces al Señor tu Dios, y pones en práctica todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy, entonces el Señor te pondrá por encima de todos los pueblos de la Tierra. (…) y hará prosperar todo tu trabajo”.

10. En los diez mandamientos que Dios dio a Moisés, el octavo mandamiento dice “no robarás”. Y el décimo dice “no codicies la casa de tu prójimo, no codicies su mujer, ni su buey, ni su asno, ni nada que le pertenezca” (Éxodo c20, v15 y 17) Estos dos mandamientos implican la existencia y reconocimiento de la propiedad privada, ideas que son absolutamente antagónicas al pensamiento socialista.

11. Empíricamente los regímenes socialistas son formas de gobierno en donde el culto al caudillo de turno es parte del sistema político. Como es el caso de Lenin y Stalin en la URSS. Se les pone en vallas tamaño gigante en todas partes, se difunden sus alocuciones por doquier y se les hace un trabajo propagandístico que los ofrece como omnipresentes, protectores y proveedores de todo el bienestar nacional. Esto va en franca oposición con el primer mandamiento, Éxodo 20: “No tengas otros dioses además de mí. No te hagas ningún ídolo. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso.”

El culto a los lideres de los países comunistas es, desde el punto de vista cristiano, idolatría, una de las faltas más graves contra el Dios de Abraham.

12. Los líderes históricos del comunismo son personajes asociados a guerrillas, violencia y armas colgando de su cintura. Mao, Lenin, Stalin, Tiro Fijo, El Che Guevara, Sandino, Pol Pot, entre otros. En todo caso parecidos a Barrabas, un guerrillero de la época de Jesús. Cristo en cambio, trajo y practicó una propuesta de ideas, discursos y acciones en pro de la paz, el amor, la caridad y el perdón.

13. Karl Marx no se inspiró en el cristianismo para crear el socialismo. Por el contrario, Marx afirmaba que el cristianismo era uno de los obstáculos a vencer antes de implementar el nuevo orden socialista.

En suma, Jesucristo no fue, ni es, ni será jamás socialista. El socialismo es una doctrina enemiga de la Iglesia por principio y contradice casi todos sus valores. El socialismo es una doctrina de dominación política. Y contrario a lo que puedan creer algunos, Dios no necesita que Karl Marx le enseñe cómo corregir el mundo.

lunes, 11 de junio de 2007

Caso R.C.T.V.


Autor: Carlos Alberto López Rafaschieri
juristaucv@gmail.com
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A raíz de la no renovación de la concesión a la televisora R.C.T.V., muchos nos preguntamos si aparte del poder ejecutivo tener la facultad de no renovar la concesión a las televisoras y emisoras radiales, dichas medidas gozarán de legalidad en nuestro Estado de Derecho. Ya que, el hecho de que un organismo gubernamental tenga la facultad legal de realizar determinado acto, ello no quiere decir que lo realizado sea en verdad legal y mucho menos justo.

El Ministerio del Poder Popular para las Telecomunicaciones y la Informática, en fecha 29 de marzo de 2007, indicó que “el vencimiento de la concesión de RCTV para prestar el servicio de televisión abierta no es la consecuencia de una sanción o una imputación a RCTV, sino la consecuencia de un hecho natural e inexorable como lo es el transcurso del tiempo de vigencia de la concesión”.(Cita de la página Web http://www.conatel.gob.ve Noticias de fecha 29/03/2007).

El día 31 de Marzo de 2007, en una entrevista realizada por la periodista Patricia Villegas del canal de televisión TELESUR, en el programa “En vivo desde el Sur”, el Ministro Jesse Chacón, dejó claro “que el fin único de estas medidas es garantizar al pueblo venezolano que este espacio público, estará enmarcado en el nuevo modelo comunicacional del Estado”. (Cita de la página Web http://www.conatel.gob.ve Noticias de fecha 31/03/2007).

En el momento en que vencía la concesión a la televisora R.C.T.V., adicionalmente se le vencía la concesión a cuatro televisoras del país (Venezolana de Televisión, Venevisión, Televisora Andina de Mérida, y Amavisión). De las cuales, a las cuatro televisoras se les renovó la concesión, con excepción única de la televisora R.C.T.V.

No se nos explicó ¿por qué no se le renovó la concesión a la televisora R.C.T.V. pero a las demás sí?, tampoco sabemos cual fue el motivo jurídico que condujo a usar el espacio de la televisora R.C.T.V. para la nueva televisora que tiene en mente el gobierno, y no el espacio de otro canal, a las cuales, sí se les renovó su concesión. Lo que sí es cierto, es que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, al no renovarle la concesión a la televisora R.C.T.V. y a las demás sí, se estaría incumpliendo el derecho de igualdad ante la ley que tiene toda persona, consagrado en el artículo 21, numeral 1 de nuestra Constitución, el cual consagra que “Art.21CRBV. Todas las personas son iguales ante la ley, y en consecuencia: 1. No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona”.

El principio constitucional sobre la Igualdad ante la ley, queda establecido en el numeral 2 del artículo 14 de la Ley Orgánica de Telecomunicaciones. Al no existir condiciones de igualdad con R.C.T.V. al momento de renovársele la concesión, se le estaría menoscabando su derecho a la Libre competencia, el cual, se encuentra enmarcado en el artículo 10 de la Ley para Promover y Proteger el Ejercicio de la Libre Competencia, consagrando: “Se prohíben los acuerdos, decisiones o recomendaciones colectivas o prácticas concertadas para:” ordinal 4: “Aplicar en las relaciones comerciales o de servicios, condiciones desiguales para prestaciones equivalentes que coloquen a unos competidores en situación de desventaja frente a otros”.

Sin duda que la medida de no renovarle la concesión a la televisora R.C.T.V., los colocó en situación de desventaja frente a sus otros competidores, en razón de que, ésta fue la única televisora a la que no se le renovó su concesión, lo que no les permite emitir su frecuencia abierta, como las otras televisoras.

Con ello, se le restringe su derecho a la Libre Competencia, y más grave aún, menoscaba su derecho de Igualdad ante la Ley

La solución para estos errores graves, es la rectificación por parte del órgano competente, y en su defecto, por los tribunales del país. En una democracia, se debe respetar el sistema legal, de lo contrario, se aniquila el Estado de Derecho, quedando a capricho de quienes ostentan el poder. No estoy en contra de la creación de un nuevo canal, sea con cualquier fin, pero con lo que sí estoy de acuerdo y defiendo, es en respetar la Constitución y las leyes. No puede ser, que la creación de un nuevo canal, traiga consigo el fin de otro medio de comunicación. Por el contrario, debemos dejar que se formen todos los canales posibles, así, tendremos la posibilidad de comunicar nuestras ideas en más medios de comunicación.

El llamado es a las autoridades a rectificar todas las medidas o actos que menoscaben nuestros derechos, y a nosotros los ciudadanos, a comprender que nuestros derechos existen por el sólo hecho de ser persona, y que NO son renunciables NI negociables.

Por Carlos Alberto López Rafaschieri. Abogado (UCV)
juristaucv@gmail.com

sábado, 9 de junio de 2007

El modelo de desarrollo para América Latina

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri

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El modelo de desarrollo de un Estado implica políticas de seguridad, economía, educación, salud y bienestar general de la población. Desde la antigüedad, los sabios y pensadores han ideado y probado diferentes esquemas y todo ello ha dejado una memoria en la historia para el que la quiera aprender.

Muchos dicen que cada Estado necesita su propio modelo de desarrollo debido a que cada país tiene sus particularidades así que es un error importar modelos. Otros dicen que los países jóvenes (como América Latina) deben recorrer todos los niveles de desarrollo desde la Edad de Piedra hasta llegar a la Era Digital sin intentar dar saltos en la historia.

Nosotros no estamos de acuerdo con ninguna de esas propuestas. Y creemos que el modelo de desarrollo para América Latina, y el de todos los países emergentes, es el mismo que ha funcionado en los países que han tenido éxito. A veces se oyen voces diciendo que hay que imitar a Chile, o hay que imitar a Vietnam, o a Cuba y nosotros nos preguntamos ¿Cuál es el complejo de reconocer que Estados Unidos y Europa tienen los modelos políticos y económicos más avanzados que han inventado los hijos de Adán hasta ahora?, ¿Cuál es el miedo de implementar en nuestros países los mismos esquemas exitosos que han funcionado en otras naciones?

Decir que no se pueden importar los esquemas políticos es como decir que no hay que estudiar matemáticas porque es una ciencia de origen Árabe-Hindú, o como decir que la medicina de Hipócrates o la penicilina de Alexander Fleming no pueden aplicarse en Latinoamérica, que hay que volver a los brujos indígenas y los shamanes. Sería exactamente el mismo prejuicio.

Por cierto, ¿Cuál era el origen de Karl Marx el inventor del comunismo? ¿Es que acaso era Timotocuica? No, era un alemán de origen judío que vivía en Londres y tenía la piel blanca.

El obstáculo más olímpico que ha tenido que vencer la ciencia desde que Dios creó el mundo ha sido siempre el prejuicio. El tener ideas equivocadas pero mantenerlas por pura tradición, el hacer lo mismo todo el tiempo porque se le tiene miedo al cambio, el creer que aunque un modelo haya fracasado mil veces en Latinoamérica y el mundo ahora sí tendrá resultados porque ahora son otros los que lo aplican.

Nosotros no queremos los mismos errores del pasado. Queremos lo mejor y lo que funciona. Queremos el sistema político de Estados Unidos, el sistema educativo japonés, la salud pública de Finlandia, las Fuerzas Armadas alemanas, los organismos de inteligencia israelíes y la economía de los países ricos del mundo. ¿Cómo se logra eso? Aprendiendo. Estudiando lo que funciona y lo que no. Imitando lo bueno y desechando lo malo. Como dijo el famoso psiquiatra Stephen Covey: “Haciendo las mismas cosas se obtienen los mismos resultados”.

viernes, 8 de junio de 2007

La civilización occidental

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

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La civilización occidental nació hace miles de años con el surgimiento de las ciudades-estado griegas, influidas por la cultura medio oriental. Con ellas, luego con el desarrollo de Roma, el medioevo, la Reforma, el renacimiento, el descubrimiento de América, la independencia de los Estados Unidos, la revolución francesa y la revolución industrial se va configurando poco a poco un hombre con otros valores, otras ideas, otras costumbres y nuevas maneras de comprender el mundo.

Esa manera de ser y de ver la vida que nació en Grecia antigua y que llega hasta nuestros días, se asentó geográficamente y marcó una división cultural del mundo. Podríamos afirmar que desde la frontera de Grecia con Turquía hasta la parte que bordea al océano pacífico del continente americano vivimos los que nos llamamos occidentales (Europa y América) Sin olvidarnos de Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica quienes también se consideran parte de nuestra cultura.

¿Qué nos distingue de los habitantes de otras latitudes? Por ejemplo:

- Nos administramos políticamente de manera democrática, con elecciones libres, alternancia en el poder y estado de derecho.

- Orientamos nuestros sistemas educativos, sociales, jurídicos y políticos al individuo. Un individuo un voto, una opinión, derechos personales, responsabilidades personales, una persona, un ciudadano. Esto es herencia primordialmente de la Reforma, pues Lutero resaltó que “la relación con Dios es personal e individual” y de ahí esa idea fue pasando a todo lo demás.

- Somos mayoritariamente cristianos, ya seamos católicos o protestantes. Sin embargo, toleramos otras religiones y respetamos la elección de culto más que cualquier otra cultura en el planeta.

- La razón y la tecnología son herramientas esenciales en nuestra forma de relacionarnos con el mundo, sobre todo a la hora de entenderlo y de entendernos como individuos y como grupo. Creemos que la vida puede “mejorarse” con los avances científicos.

- Nuestro sistema económico lo tratamos de hacer parecido a nosotros: libre, lo menos controlado y manipulado por las autoridades que sea posible.

- Cambiamos con mayor velocidad, probamos distintos sistemas políticos, reformamos a cada rato nuestras leyes, nuestras costumbres, nuestra ropa, nuestra música, nuestras ideas y nuestro lenguaje.

- El papel de la mujer en nuestras sociedades es mucho más protagónico, más libre y con mayor igualdad ante la ley. No obstante, en este tema a Occidente también le falta mucho por desarrollar.

- Nuestro sentido de la estética está muy desarrollado. Nos gusta lo bonito, lo ordenado y lo higiénico. Nuestro concepto de belleza integra estas tres características y le damos mucha importancia a lo que consideramos atractivo a la vista. A veces hasta llegamos a sacrificar la utilidad por lo que se ve mejor. Vamos más al gimnasio y a la peluquería que a la iglesia.

- Asociamos el éxito y el placer a nuestro concepto de bienestar.

- Fomentamos la competencia en todos los ámbitos: deportivo, estético, académico, social, económico y político.

- Lo práctico, lo que resulta, lo que sirve es parte de cómo vemos el mundo, así evaluamos sistemas políticos o sociales. Por eso nos encanta la comida rápida, odiamos el tráfico y queremos computadoras cada vez más potentes, tendemos a subvalorar lo que no sirve.

No es casualidad que los experimentos políticos totalitarios en Occidente, como son el fascismo y el comunismo, hayan tenido una vida relativamente corta en los lugares en donde se les ha aplicado y un campo de influencia limitado, lo que obligó a los grupos adeptos a estos sistemas a recurrir a la fuerza para implantarlos. Una de las razones es que estos sistemas socavan los cimientos de la cultura occidental y destruyen casi todas las características anteriormente mencionadas.

jueves, 7 de junio de 2007

Sunitas y Shiitas en el Islam

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri

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Aunque la mayoría de los islámicos prefieren que los llamen solamente islámicos, existen algunas diferencias dentro de ellos que muchas veces originan confusiones para los que vemos desde afuera.

Para el Islam hay un solo Dios, todo musulmán reconoce que el Corán es su texto sagrado, que debe seguir las enseñanzas de Mahoma, que habrá un fin del mundo, un juicio final y una resurrección.

Además, todos los musulmanes están de acuerdo en cinco pilares básicos: orar diariamente, ayuno durante el Ramadán, la caridad y peregrinar a la Meca.

Sin embargo, desde que apareció el Islam, ha habido una serie de desacuerdos entre sus seguidores que han originado sangrientas luchas durante siglos. Las diferencias aparentemente son superficiales, pero la arena de enfrentamiento durante tantos años ha sido la política, y no precisamente en los buenos términos.

La división entre las dos sectas del Islam se calcula que tiene una historia de 1400 años, y comenzó con la disputa sobre quién debería liderar la fe islámica luego de la muerte de Mahoma en el año 632. Una facción creía que los descendientes directos de Mahoma debían heredar el título de Califa (gobernante terrenal y líder de la fe islámica en ésa época). Esta facción era conocida como Shiat-Alí (partidarios de Alí). Debido a que Alí era sobrino de sangre de Mahoma y su hijo político, muchos pensaban que debía ser él el nuevo Califa. A los partidarios de Alí se les conoció desde entonces como shiitas -o chiitas-.

Por otra parte, los Sunitas creían que todo hombre de bien podía liderar la fe, sin importar su linaje. Este grupo favorecía el califato de Abu Bakr. Un musulmán que se había casado con una mujer de la familia de Mahoma. Sunita se deriva de la palabra árabe “seguidor” y es un diminutivo para decir “seguidor del profeta”.

Pero esta disputa fue resuelta con la espada, y luego de décadas de violentas luchas, los shiitas terminaron como perdedores. Hasta el día de hoy son la facción minoritaria del Islam (15% de los musulmanes del mundo son shiitas).

Las diferencias se han acrecentado con el tiempo y han aparecido profundos conflictos dogmáticos que diferencian a un bando de otro, más allá de quién debió heredar a Mahoma. Aunque todos se reconocen como musulmanes.

Por ejemplo, los shiitas veneran a la familia de Mahoma como sagrada y siguen las enseñanzas del ayatolá en cómo cumplir las reglas del Islam. Esto ha favorecido un Islam más jerárquico dentro de la corriente shiita y a veces hace que vean a sus líderes políticos como un poder incuestionable y sagrado.

El Islam sunita es mucho menos centralizado y jerárquico. El líder es cuestionable ya que la virtud no es propiedad de un solo hombre o una cofradía de elegidos. En este aspecto se parece a la diferencia entre la Iglesia católica y protestante.

Los shiitas también veneran a los Imanes (los 12 descendientes legítimos de Mahoma). Adoración que no es compartida por los sunitas.

Los shiitas, como han padecido el yugo de ser derrotados y dominados durante tantos años, mencionan mucho a la muerte y el martirio está presente en varios de sus rituales. Algunas de sus celebraciones incluyen flagelaciones con cadenas al ritmo de tambores, su discurso es más apocalíptico y lleno de confrontaciones espectaculares entre los poderes del mundo. Shiitas famosos de la actualidad son el presidente de Irán Mahmoud Ahmedinejad y el político iraquí Moqtada al-Sadr.

Los sunitas de línea dura (como el clero de Arabia Saudita) son severos críticos de la veneración que hacen los shiitas de la familia de Mahoma, debido a que según ellos viola el principio de un solo Dios. Y grupos extremistas sunitas como Al-Qaeda atacan a los shiitas por considerarlos herejes.

miércoles, 6 de junio de 2007

Es importante la libertad.

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

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La libertad es un elemento indispensable para el desarrollo y longevidad de la sociedad. Las tres libertades fundamentales sin las cuales no es posible admitir que nos encontramos en un estado de derecho y sin las cuales los individuos nos sentimos oprimidos o acorralados son: Libertad de pensamiento, libertad de expresión y libertad de asociación.

La libertad de pensamiento, de expresión y de asociación no es más que el derecho y la posibilidad de pensar, de expresarse y de asociarse distinto. Distinto a las autoridades, a la sociedad, a nuestros amigos y distinto a nuestros familiares. Sobre estas tres libertades descansa la piedra angular de cualquier gobierno que respete los derechos humanos. Sin ellas una sociedad no puede llamarse tolerante y mucho menos libre. La tolerancia y la aceptación de lo diferente es síntoma de civilización y racionalidad.

A lo largo de la historia algunos gobiernos o sociedades, incluso con buenas intenciones, han preferido suprimir estas libertades en nombre de una verdad absoluta o en nombre de los intereses de las naciones. El resultado ha sido y será siempre el mismo, un error que se lleva en la frente por todos los siglos y que las generaciones del futuro condenarán. Y es que no pocas veces lo que antes se creía malo o bueno luego cambia en el futuro. ¿Cómo abrazar entonces una doctrina política con fanatismo?

En nombre de la ley y de la moral, se condenó a muerte al hombre que hoy es referencia de todo ejemplo de bien, de amor y de moralidad, Jesucristo, sólo porque expresó ideas distintas. En nombre de la moralidad los romanos cometieron toda clase de injusticias contra los primeros cristianos, para años más tarde aceptar al cristianismo como la religión oficial del imperio. A Da Vinci lo llamaron hechicero por estudiar cadáveres, hoy lo llamamos padre de la anatomía. De África se exportaban al mundo miles y miles de seres humanos como animales, únicamente porque eran de otro color; hoy decimos que la esclavitud era una aberración. Los judíos fueron perseguidos por los nazis por el simple hecho de ser diferentes; y hoy llamamos holocausto a los crímenes que se cometieron contra ellos durante esa época en Alemania. Y así innumerable cantidad de atropellos contra la libertad de ser diferente.

Es una realidad que en los lugares del mundo en donde mayor es la posibilidad de expresarse de manera distinta, las artes y las ciencias florecen de manera más extensa. No en vano los países del mundo con mayor cantidad de aportes científicos y artísticos son aquellos en donde la libertad tiende a tener menores amenazas.