martes, 28 de agosto de 2007

Las nuevas propagandas de PDVSA

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

www.morochos.org

Si usted ha visto televisión últimamente, ya habrá notado las nuevas propagandas de PDVSA en respuesta a las acusaciones de corrupción en la industria petrolera venezolana. Otra vez el mismo cuento de “no volverán”, “el que protesta es del imperio”, “los cuarenta años”, etc. Con la impertinencia y pocos modales de siempre.

Es decir, según el gobierno, la caída en la producción de PDVSA, el problema con los taladros, las licitaciones entregadas a dedo, el maletín de contrabando de Guido Antonini Wilson, las acusaciones del padre Palmar, el milagro revolucionario de Wilmer Ruperti –quién pasó de ser un sencillo marino mercante a poseer una enorme flota de tanqueros petroleros- y las declaraciones de Luis Vierma, son todos unos inventos de la oposición para desprestigiar al gobierno.

Lo insólito es que todos estos escándalos y denuncias de corrupción han sido protagonizados por partidarios del PSUV, ningún personaje de la oposición ha estado implicado o relacionado con ninguno de estos acontecimientos, por más que los psuvistas quieran achacar la culpa de estos bochornos a una supuesta conspiración fantasma, artimaña utilizada para tapar no sólo la corrupción sino también la ineficiencia, la criminalidad y la falta de soluciones para el país.

Antonini -empresario que seguía al Presidente de la República en su gira, tenía negocios con gobernaciones oficialistas y es miembro de la cámara de empresarios afectos al socialismo-, Palmar –periodista afecto al PSUV-, Ruperti –empresario que presta servicios de transporte petrolero a la nueva PDVSA- y Vierma -actual vicepresidente de PDVSA- hicieron sus exposiciones con su propia boca, sin que nadie les indicara lo que iban a decir. Pero la corrupción y las prácticas ilegales de la actual administración, desbordan la capacidad de callarlas o camuflajearlas.

Propagandas ilegales

Lamentablemente, en las propagandas se refleja el poco amor al pueblo venezolano que tiene este gobierno. Las acusaciones son contra el ministro y algunos altos directivos de PDVSA, sin embargo, ellos utilizan a los modestos obreros de la industria petrolera nacional, obligándolos a aparecer públicamente para defenderlos. ¿Por qué no se defienden ellos mismos?, ¿será porque se han dado cuenta de que cada vez que hablan empeoran las cosas, como hace Vierma?.

Para completar el desastre, los funcionarios del gobierno, no contentos con la utilización inmoral de los obreros y toda la corrupción galopante de la actual administración pública, utilizan los recursos del país para financiar sus propagandas personales en defensa de sus proyectos políticos privados.

A los poderes públicos nacionales les recordamos que en el artículo 64 de la Constitución vigente dice: “La participación del pueblo en la formación, ejecución, y control de la gestión pública es el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto individual como colectivo.”

Y en el artículo 67 dice: “No se permitirá el financiamiento de las asociaciones con fines políticos con fondos provenientes del Estado.”

Este financiamiento ilegal de campañas personales y la obstaculización de la contraloría ciudadana, son maniobras empleadas por oficinas gubernamentales como el SENIAT, los ministerios, MERCAL, ONIDEX y casi todos los organismos públicos tomados por el oficialismo. Pero los poderes públicos de control gubernamental, como la Fiscalía, la Defensoría del Pueblo, la Contraloría, el Tribunal Supremo de Justicia y algunos venezolanos, se han acostumbrado a estos abusos, como el que se habitúa a los olores repugnantes.

De la historia se aprende

¿Era esta la nueva PDVSA, esa que sustituiría la corrupción y vicios del pasado? Los funcionarios de la actual administración venezolana deben recordar que, en nuestro país, los adecos y copeyanos algún día tuvieron bajo sus pies a todos los poderes públicos de Venezuela y también a las Fuerzas Armadas. No obstante, tanto poder no les bastó para rápidamente perderlo todo, debido a su incapacidad y corrupción.

Al igual que aconteció en otros países como Perú, donde luego de la corrupta autocracia de Fujimori, que duró diez años, los funcionarios públicos peruanos, involucrados en crímenes, fueron juzgados y encarcelados sin importar el poder que alguna vez tuvieron.

Decidan ustedes cómo quieren pasar su retiro: entre rejas o como ciudadanos libres. ¿O es que ustedes creen que nadie podrá juzgarlos? Pregúntenle al pueblo, quien los asesorará mejor que Fidel Castro, y les cobrará menos también.

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1 comentario:

  1. Rafael Ramirez debería estar preso con su hermano El Chacal en Francia.

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