Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri
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El año pasado, un fuerte terremoto en Chile produjo más de 500 muertos y unos 2 millones de damnificados (el 10% de la población chilena quedó sin hogar), pero a Michelle Bachelet le pareció apropiado decir que su nación estaba perfectamente preparada para la contingencia y no necesitaba la ayuda de otros países, para luego de 24 horas salir en televisión demostrando lo contrario: pidiendo respaldo del extranjero y reconociendo su falla en advertir el tsunami que se llevó la vida de varias personas.
Cuando vimos la reacción del gobierno japonés, luego del terremoto de 8,9 grados que se registró el día de ayer en su territorio, nos hizo recordar esa soberbia con la que Michelle Bachelet respondió al sismo de 8,8 grados que se produjo en Chile en febrero de 2010.
Japón es la tercera economía más grande de la Tierra, sus adelantos tecnológicos son conocidos incluso por los pueblos menos desarrollados, y para hablar de su cultura se necesitaría una vida completa; no obstante, conscientes de la tragedia, Japón ahora no le deja la mano tendida a la comunidad internacional, hasta los "hombres topo" que mandó México fueron recibidos con los brazos abiertos por el gobierno nipón. La impertinente actitud de auto-suficiencia del poder ejecutivo chileno en 2010 no es necesaria para uno de los países más ricos del mundo.
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Visto desde el exterior y por extranjeros, diré que admiramos en quien fuera vuestra presidenta por aquel entonces la capacidad de no decir que no a la ayuda internacional, sino a la solicitud organizada de ayuda. CHile dijo qué necesitaba, pidió solo lo que hacía falta. Bien por Chile! Evitaron como nos ha ocurrido a nosotros ser receptores de aquello que a otro le era innecesario. Es una manera de ser sabio el ser organizado. Nunca escuchamos que su ex presidenta rechazara la ayuda, se agradeció y se dijo "Vamos a pedirles lo que necesitemos, lo que nos haga falta!"
ResponderEliminarNo estamos de acuerdo. Bachelet no aceptó la ayuda internacional por cuidar su imagen. Mientras su gobierno se "organizaba" para aceptar el apoyo exterior, miles de personas sufrían por falta de atención médica y refugios. ¿Por qué otros países se organizan tan rápido para recibir ayuda extranjera? Lo mismo le ocurrió a Bachelet cuando la crisis financiera en Estados Unidos, "no va a afectarnos", dijo la presidenta chilena, para salir semanas después diciendo "si, si va a afectarnos".
ResponderEliminarEsas cosas suceden por falta de preparación y egoísmo, amigo chileno, a la mayoría de los políticos latinoamericanos les importa más mantener sus poses de grandes líderes que reconocer sus limitaciones. Seamos exigentes con nuestros dirigentes, la complacencia con los desaciertos de los gobernantes jamás ha llevado a ningún país al desarrollo.