En sus discursos, el primer mandatario venezolano afirma que el único camino para lograr la paz en Colombia es el diálogo respetuoso entre los rebeldes y el gobierno colombiano, e insiste en que los guerrilleros deben ser tratados de forma humanitaria para detener la violencia.
Irónicamente, cuando se trata de política doméstica, el Presidente de Venezuela no es tan considerado como espera del Presidente Uribe. Todos los cuidados y atenciones que él demanda para los guerrilleros colombianos debería también tenerlos con todos los venezolanos, aunque tengan mejores ideas que él para nuestra patria.
Los guerrilleros colombianos son ciudadanos extranjeros que han cometido crímenes contra la humanidad. Para las FARC, el Presidente pide respeto, protección y comprensión.
Por el contrario, los que se oponen a los planes imperialistas del gobierno cubano, son venezolanos, demócratas y trabajadores que no tienen prontuarios criminales. A éstos, el Presidente los persigue, encarcela, insulta, difama, discrimina, acosa con bandas armadas y usa el poder del Estado contra todo el que no quiera pensar como el Che Guevara.
¿Con qué moral el Presidente de Venezuela habla de amor y paz en Colombia, intentando engañar a ese país como hizo en el nuestro? Él está embarcado en una cruzada para lograr la legitimación internacional de las FARC. Ese es el único interés que tiene de mediar en el conflicto colombiano.
Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org
Artículos relacionados:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Advertencia: Comentarios moderados. Si te expresas con groserías o insultos, tu comentario no será publicado.