viernes, 24 de enero de 2014

2014: Año muy difícil para Venezuela

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

El año 2014 arranca con una inflación acumulada, en doce meses, de más de 50%, lo que entienden muy bien la mayoría de los venezolanos, quienes han visto en ese periodo un incremento descomunal del costo de la vida.

Por si fuera poco cargar con esa calamidad, el gobierno le lanza al país, el mismo mes de enero, una devaluación del tipo de cambio oficial de 80%, medida que presionará todavía más al alza el precio de los productos que consumen los ciudadanos, en su mayoría importados.

La hiperinflación y maxi-devaluación con las que inicia 2014 vinieron acompañadas de otros ajustes, como una reducción del cupo de dólares que se asignan a las personas y un retraso en la autorización del uso de estos cupos, obligando a los viajeros y pequeños importadores a valerse de otros mecanismos, encareciendo todavía más los bienes y servicios.

Otro actor protagónico en la novela venezolana de principios de año es la terrible escasez de productos básicos. La leche en polvo sencillamente desapareció, también el papel de baño y de otros tipos, y siempre hay problemas para conseguir el aceite, la mantequilla, el café, el jabón, la leche líquida, el detergente para lavar ropa, las harinas de maíz y trigo, los repuestos de vehículos, etc.

No podemos dejar de considerar, también, la desconfianza del sector empresarial en este escenario. Los comerciantes vienen de recibir una terrible persecución a finales del año anterior, pues el gobierno pretende culparlos del desastre económico que han creado sus erradas políticas. Esto provocará que muchos se abstengan de invertir sumas adicionales en 2014, como ya está sucediendo con varias aerolíneas y otras empresas, generando con ello desempleo, precios más altos y escasez.

2014 tampoco es un año de elecciones, significando esto que el gobierno no hará las ferias de precios bajos de Mercal, ni regalará todo lo que acostumbra cuando se aproximan las votaciones, para comprar conciencias.

Como villano protagonista de la serie, repite la inseguridad, problemática altamente relacionada al desbarajuste económico del socialismo del siglo XXI. El crimen no para de aumentar en Venezuela por culpa de políticas sociales ineficientes. La familia que no sufre un asesinato, es secuestrada o robada, lo que incrementa la desconfianza del consumidor y el comerciante.

La realidad del venezolano de hoy es que muchos productos que necesita, no los consigue. Los que consigue, valen hoy el doble o más que hace un año. Al comerciante, viajero y consumidor no le terminan de aprobar su cupo de dólares, y cuando lo hagan, el mismo estará reducido y costará 80% más. La generalidad de los empresarios tiene miedo de invertir, y los que sobreviven a todo esto deben evitar que los secuestren, roben o asesinen. Además se habla de posibles aumentos de la gasolina, la unidad tributaria y el precio de los productos regulados.

¡Abróchate los cinturones para este año, Venezuela! Se te avecina uno de los períodos más empobrecedores de la era socialista en la que te metiste. 


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