martes, 26 de junio de 2012

La última vez que Chávez pisó un barrio

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

Desde que Chávez llegó a la presidencia de Venezuela, la tendencia es a visitar cada vez menos a los pobres. Antes era porque sus ocupaciones se iban incrementando, después porque el cáncer se lo impedía, y una vez anunciada la milagrosa recuperación de esa enfermedad, es la convalecencia la que le impediría al presidente echarse un paseíto por el 23 de Enero o alguna otra emblemática zona popular.

¡Ah! Pero esas análogas razones que han separado a Chávez de los lugares con bajos recursos no le han podido desligar de sus profundos amores, ni aún en los peores momentos de la enfermedad.

Fue fácil para el presidente dejar de visitar a los pobres, mas sus verdaderas pasiones continúan cerca de él. Nada ha sido capaz de alejar al mandatario venezolano de dar largos y tediosos discursos, viajar para ver a Fidel en Cuba, o reunirse con sus colegas militares. ¿Quién no recuerda a Chávez haciendo ejercicios con los soldados estando recién operado?

Hace poco, el presidente inclusive apretó los puños y salió de su reposo para expresar su indignación por la destitución de Lugo en la crisis política paraguaya. Para esas cosas sí tiene tiempo y ganas, pero para la gente de los barrios, ¡ay, ya va que me estoy recuperando! ¡Véanme por televisión!


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lunes, 25 de junio de 2012

1era mitad de 2012 fue antichavista

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Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri
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Durante la primera mitad del año ocurrieron las primarias de la Mesa de la Unidad, superando las expectativas más optimistas, lo que, además de ser una conquista del liderazgo opositor, es una muestra del descontento popular con los resultados del gobierno revolucionario

En este mismo lapso, Chávez anunció que debía ser intervenido nuevamente debido al cáncer, lo cual no sólo echó por tierra su versión anterior de que estaba "completamente curado", sino que también abrió la puerta a nuevas especulaciones sobre una eventual inhabilitación definitiva.

Lo que va de año ha coincidido, asimismo, con precios del petróleo que han llegado a caer por debajo de los $80, con previsiones de bajar más debido a las dificultades económicas en Europa. Y estamos hablando del valor de la materia prima que representa el 80% de las exportaciones venezolanas.

En cuanto a grandes temas, el único en el que el gobierno de Chávez estuvo bien, en los pasados 6 meses, ha sido la recuperación del PIB venezolano. De resto, la primera mitad de 2012 significó, para el chavismo, menos pueblo, menos vida y menos ingresos.


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viernes, 22 de junio de 2012

Destitución de Fernando Lugo es constitucional

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Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri
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La facultad del poder legislativo de separar a un presidente del cargo es un clásico del orden jurídico-político contemporáneo. Paraguay no es una excepción. El artículo 225 de la Constitución vigente en ese país establece una figura denominada "juicio político", según la cual, altos representantes del poder público, incluyendo al presidente, pueden ser removidos de su cargo si la cámara de diputados hace una acusación, y la cámara de senadores declara la culpabilidad. Exactamente como acaba de pasar con Fernando Lugo.

La misma constitución que determina los pasos para elegir al presidente de Paraguay, tiene una salida para cuando el funcionario más importante de la nación incurre en actos fuera de la ley. No hay vicio, ni se puede llamar presidente de facto al mandatario interino que se nombra, siguiendo el procedimiento constitucional, para ocupar las funciones del presidente destituido.

José Miguel Insulza, Secretario General de la OEA, y los países de la ALBA apelan al miedo y la simpatía ideológica para justificar una presidencia intocable en Paraguay, pero la oposición del gobierno de Fernando Lugo tiene el respaldo del articulado constitucional en esta destitución.


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jueves, 21 de junio de 2012

Misión a Toda Vida: La inseguridad es culpa de...

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José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
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Debe regocijarnos el que el gobierno del Presidente Chávez haya incluido el tema de la inseguridad en la campaña por la presidencia, con el anuncio de la "Gran Misión a Toda Vida Venezuela", porque esto dará al país la oportunidad de ampliar la discusión de un problema que nos afecta a todos.

La principal idea que Chávez presentó al explicar ese nuevo plan es que la alta criminalidad venezolana está vinculada a los medios de comunicación independientes, por supuestamente jugar con la materia y dar la percepción de que la inseguridad está en todas partes. Asimismo, el Jefe de Estado responsabilizó a los gobiernos del pasado por heredarle ese flagelo; y como tercer argumento, nos refirió que Venezuela soporta tales cifras de delincuencia no por que su gobierno haya dejado de hacer lo que debía, sino porque hay tanto crimen en el mundo que le rebota a Venezuela.

Nos habría gustado que junto a esta Misión "A Toda Vida Venezuela" también se anunciara un cambio de Ministro de Interior y Justicia, al repasar el pobre desempeño que ha tenido Tarek El Aissami durante su larga estadía en el cargo. O que se hubieran evaluado las fallas de los programas de seguridad del gobierno durante estos dos mandatos, para corregirlas. Y que también se hubiera el presidente zambullido en la crisis carcelaria que se desbordó en su gobierno, en lo que tiene bastante que decir la Ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela.

En una familia, ningún padre debería explicar los problemas de violencia doméstica internos aludiendo a que los culpables de la situación son los vecinos que también le pegan a sus esposas y las chismosas del barrio que magnifican todo cuanto ocurre. Más o menos lo mismo hizo Chávez al hablar de la inseguridad.

No sabemos si es que el Presidente Chávez tiene mucha simpatía por el Ministro El Aissami, que no hizo ningún comentario acerca de su función y de los errados planes que contra la delincuencia éste ha aplicado, ni si sucederá lo mismo con la Ministra Varela, lo que igual no justificaría haber evitado entrar en esos temas. Tampoco sabemos si es que el presidente no quiere reconocer que él y su gabinete tienen una gran cuota de responsabilidad en el estado de inseguridad ciudadana en que viven los venezolanos, pero es decepcionante que el gobierno anuncie un plan anti-crimen escudando su fracaso en materia de seguridad en factores externos, y no asumiendo la más mínima falla de su parte.


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miércoles, 20 de junio de 2012

Felicitar al árbitro antes del juego

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Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri
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Acaban de cantar playball, no ha terminado el primer inning, ni siquiera va un out, pero ya Chávez reclama que el adversario alabe el trabajo de Tibisay Lucena, y reconozca que los resultados que presentará el CNE, el 7 de octubre, son totalmente fidedignos. ¿Cuál es la coherencia de validar una votación a futuro?

Se supone que el árbitro es evaluado después de haber visto su actuación. Nadie, cuyas habilidades cognitivas funcionen correctamente, ve comenzar un juego y enseguida le dice al amigo que tiene al lado: "oye, qué bien estará el arbitraje, todo lo que va a cantar el referí será justo".

En Cuba, y en otras dictaduras, las instituciones publican números que no se pueden revisar, en Venezuela es distinto. ¿Quieren que la oposición acepte los resultados sin presentar quejas? El árbitro debe ser justo, pero Chávez quiere un país donde, en materia electoral, el gobierno se enfoque más en que la oposición acepte resultados que aún no existen, que en realizar elecciones transparentes.

De la Mesa de la Unidad, lo único que pueden criticar los chavistas, incluyendo al CNE, es que no son tan dóciles como para validar una votación que no se ha dado. En cambio, del chavismo, la oposición tiene protestas más concretas y razonables: el registro de votantes sin depurar, el ventajismo del candidato del PSUV, la intimidación de los empleados públicos con las máquinas captahuellas, observadores internacionales escogidos por el oficialismo, y directivos del CNE que se comportan como subalternos de Chávez.

¿Por qué alabar a un CNE parcializado e injusto? El gobierno tiene en sus manos la facultad de darle más credibilidad a las elecciones, ahora, que no lo quiera hacer, y crea que es mejor ir a homenajear a quien todos sabemos ha alcahueteado vicios en el sistema electoral venezolano, pone en evidencia el gusto chavista por la desigualdad y el abuso de poder.


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jueves, 14 de junio de 2012

Los "30 puntos" que lleva Chávez de ventaja

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Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri
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¡Qué difícil es encontrar una democracia donde un candidato gane una elección polarizada con 30 puntos de ventaja! Y no importa si uno de los competidores es el apóstol de una nueva religión, como pretenden presentar a Chávez algunas encuestadoras venezolanas. Aún una democracia como la venezolana es ejemplo de lo dicho.

Venezuela es un país dividido. Ni los partidarios del chavismo, ni los simpatizantes de la oposición pueden reclamar una aceptación popular hegemónica. Por más que el partido de gobierno haya transformado a varias firmas de encuestólogos en oficinas de propaganada, no se puede ocultar la historia de las elecciones de los últimos 14 años.

Desde 1998, "el profeta Chávez" nunca ganó una contienda electoral con 30% de diferencia, pese a que ya contaba con los poderes religiosos que le atribuye Oscar Schemel. ¿Por qué esperaríamos una paliza de esa magnitud para la votación de 2012?

Nos están mintiendo. La verdad es que vamos hacia un proceso electoral donde ningún bando tiene la victoria garantizada. En votos netos, la oposición ganó contra la reforma en 2007, y las parlamentarias en 2010, momentos en los que enfrentó al mismo monstruo de ventajismo, intimidación y, está bien, Schemel, "facultades místicas", pero derrotó al chavismo, y esas famosas compañías de encuestas se equivocaron.


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martes, 5 de junio de 2012

No es por Chávez que somos felices

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
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De cuando en cuando, los medios oficialistas nos presentan estudios de opinión que ubican a Venezuela entre los países más felices del mundo, sugiriéndonos que estamos bien gobernados porque salimos mejor posicionados que otros pueblos en las encuestas que intentan cuantificar nuestro grado de felicidad.

Aparentemente, la mayoría de los venezolanos, el 64% en un estudio de Gallup, respondió a la última consulta de este tipo que era feliz, lo que ubicó a nuestro país entre los cinco "más contentos" del mundo. Hay que decir, sin embargo, que esta cifra tiene más que ver con la idiosincrasia criolla que con las "políticas sociales de Chávez", como han querido presentárnoslo los dirigentes del partido de gobierno.

Cualquiera sabe que el venezolano es una persona alegre, que se ríe de sus dificultades, que celebra por lo que sea -aún cuando ganan los equipos de otros países los mundiales de fútbol- y que hasta, en algunas de sus subculturas, baila y consume bebidas espirituosas en los funerales. Ni el peor de los malos gobiernos que hayamos tenido, entre los cuales está el de Chávez, ni los desastres naturales, ni las crisis económicas, han sido capaces de destruir esa jovialidad natural que trae en los genes este pueblo; por el contrario, parecieran haber ayudado a darle forma.

Es una enorme manipulación pretender apropiarse de ese atributo histórico de los venezolanos, achacándoselo a las políticas de tal o cual gobierno, y peor en el caso del de Chávez, dado que, en todo caso, el fanatismo y la intolerancia que este líder profesa va en contra de la naturaleza jovial de nuestra gente. En realidad, es de suponer que si no hubiéramos tenido un presidente tan extremista durante los pasados 13 años, influenciándonos con su visión maniqueista del mundo, a lo mejor nos sentiríamos todavía más felices de lo que miden esas encuestas.


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