viernes, 11 de enero de 2013

Capriles Radonski, ¿un año de liderazgo exitoso?

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

Desde que resultó electo en las primarias de la Mesa de la Unidad Democrática en febrero de 2012, el actual gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, es considerado el líder de la oposición y el más probable candidato de la MUD para las elecciones presidenciales del período post-Chávez.

Capriles lleva técnicamente un año al frente de la oposición organizada, ha enfrentado varias situaciones difíciles y dos elecciones nacionales contra las fuerzas chavistas, ¿cuáles son sus resultados?

En las elecciones presidenciales de octubre del año pasado, Capriles fue el candidato de la MUD, y a pesar de haber tenido más tiempo que Manuel Rosales para hacer campaña, de haber enfrentado a un gobierno más desgastado y cuyo candidato no pudo hacer una intensa campaña a causa de su enfermedad, a pesar de haber recibido apoyo de partidos políticos que en 2006 no respaldaban a la oposición, y de gobernaciones y alcaldías que en 2006 la oposición no poseía, y de contar con una plataforma mucho más organizada y plural -la MUD- que tampoco existía en 2006, Capriles apenas logra mejorar unos puntos la votación alcanzada por Manuel Rosales, saliendo derrotado y criticado por varios sectores que cuestionaron su falta de propuestas y su aceptación plena de las condiciones electorales.

Desde 2007 y hasta entonces, la oposición venía participando masivamente en todas las elecciones. A partir del 7 de octubre de 2012 no sería lo mismo. El sentimiento mayoritario en gran parte de la población que adversa al chavismo es la decepción. Capriles había recibido una multitudinaria militancia votante que ahora, en buena medida, se transformaba en abstencionista.

Bajo esa sombra, vamos a las elecciones regionales del 16 de diciembre. De 23 gobernaciones en juego, la oposición toma sólo 3, retrocediendo el terreno conquistado en 2008. Capriles Radonski resulta reelecto a duras penas (pierde en la mayoría de los municipios del estado Miranda) pero no hay nada que celebrar; bajo su dirección, la oposición recibe un segundo duro golpe nacional que hunde aún más el ánimo de su militancia.

En esas elecciones, el candidato a la gobernación del estado Bolívar, Andrés Velásquez, considera que en esa región los resultados deben revisarse y está dispuesto a tomar la calle. Capriles maneja la situación aplacando a Velásquez, sin hacer el menor esfuerzo por protestar una decisión perfectamente objetable. Otra vez la opción fue bajar la cabeza ante el poder, a cuestas de sembrar malestar en la unidad opositora.

Antes de terminar el año, Juan Carlos Caldera es cuidadosamente reintegrado a las filas de Primero Justicia. Este diputado había sido suspendido de PJ y expulsado de la campaña presidencial de Capriles Radonski por la divulgación de un vídeo donde aparece Caldera recibiendo ilegalmente dinero de un importante empresario chavista. ¿Por qué Capriles no impidió que esta persona regresara a su partido? ¿Es ésta "la nueva política" de la que habla Capriles?

Así llegamos a enero de 2013, a duras penas unidos, con un líder opositor que resta más seguidores de los que suma, que ni se acuerda de los presos políticos o de los medios cerrados. El chavismo otorga un permiso indefinido al Presidente Chávez para que se ausente del cargo, colocando la dirección del país, también de manera indefinida, en la figura del Vice-Presidente de la República.

Capriles debe dar la cara una vez más por la oposición frente a una grave situación que plantea, inclusive, usurpación de poder por parte de dirigentes chavistas. La reacción de Capriles es recoger a la gente y acatar la desición del TSJ y de la Asamblea Nacional, a pesar de que la actitud de los diputados opositores es totalmente distinta. De esta forma, Capriles se alinea con la postura oficialista, cimentando el camino para que el chavismo materialice de forma indefinida la ausencia de Chávez y la usurpación del poder por parte de Nicolás Maduro.

Capriles nos ha llevado a severas derrotas electorales, a pesar de haber contado con más apoyo y recursos que líderes anteriores, ha transformado en abstencionistas a millones de opositores que antes salían entusiasmados a votar, ha legitimado el ventajismo y los atropellos del gobierno en el CNE, en la Asamblea Nacional y en el TSJ, gradualmente ha ido dividiendo a la MUD y ha ido poniendo freno a todo asomo de malestar opositor en la calle. Todo eso en el plazo de un año, ¿adónde esperamos que nos lleve? ¿A otra derrota sumisa frente a Maduro por causa de injustas condiciones electorales? Lo lamentamos por los que con él simpatizan, pero ante sus resultados, nosotros no vemos en Capriles el líder que necesita la oposición.


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