viernes, 28 de septiembre de 2012

Por qué votaremos por Capriles Radonski

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

Los venezolanos llevamos casi quince años gobernados por la misma persona, el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías. Durante ese tiempo, hemos presenciado el mayor crecimiento en la criminalidad que hayamos tenido en toda nuestra historia, siendo los secuestros, robos, homicidios y narcotráfico la realidad que se vive en cada rincón de nuestro país.

Después de estos catorce años de la llamada Revolución Bolivariana, las drogas ilegales se trafican como nunca antes, y son cada vez menos los que pueden decir "el hampa no se ha llevado a nadie de mi familia". Hoy hasta el más pobre es una víctima potencial de secuestro, y el venezolano al que no han asaltado es una verdadera especie en extinción.

Son catorce años de indolencia gubernamental ante el estado de inseguridad ciudadana que se vive en Venezuela, por más misiones y programas sociales, ¿de qué sirven si la gente no tiene paz y seguridad? No tiene sentido cobrar una beca del gobierno si nos la quitan los delincuentes al doblar la esquina. ¿Será que le es útil a una madre comprar en PDVAL al tiempo que le matan a un hijo para quitarle unos zapatos?

Lo ideal sería que la gente contara con la ayuda del gobierno no sólo en lo económico, como hace Chávez, sino más todavía en lo que es el principal problema de los venezolanos, la seguridad ciudadana.

Para nosotros, un presidente que no puede proteger a la población de los delincuentes, un presidente que no sabe poner orden, que no quiere hacer cumplir el derecho a la vida, es un gobernante que no se puede decir que es bueno para los pobres. Todo lo contrario, un mandatario así es perjudicial para su país.

Darle seis años más a esa persona es querer que los criminales sigan prosperando, y que nuestras familias sufran mayor inseguridad. Henrique Capriles ofrece continuar y mejorar la labor social de Chávez, pero poniéndole freno al hampa. No perdemos nada con intentar un cambio que, si no funciona, también reemplazaremos. Todos sabemos, hasta los chavistas, que no podemos seguir como vamos en materia de inseguridad.

Mientras Chávez sigue confiando en las mismas políticas y en los mismos ministros que han fracasado combatiendo este problema, nosotros no podemos cometer el mismo error por otros seis años. Demos la oportunidad a otro venezolano, los demás puede que tengan mejores ideas. Los colombianos cambiaron gobierno tras gobierno hasta encontrar los que supieran meter en cintura a la guerrilla, dicho de otra forma, darle seguridad a la ciudadanía. Hagamos nosotros lo mismo, busquemos quien quiera ponerle freno a los delincuentes.


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sábado, 22 de septiembre de 2012

El paquetazo es chavista

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

Una parte importante de la campaña electoral chavista, para las presidenciales del 7 de octubre, está concentrada en la denuncia de un supuesto "paquetazo" neoliberal que Capriles Radonski mantendría en secreto, y que aplicaría si llegara a ser electo presidente.

El chavismo intenta revivir así los temores de las décadas de los 80 y 90 en América Latina, cuando varios gobiernos desataron una fuerte inestabilidad social al aplicar los drásticos ajustes que recomendaba el FMI.

Para la extrema izquierda latinoamericana, el estallido social de aquellos tiempos fue producto de una sola variable: la cuestión ideológica. No obstante, una comparación más objetiva entre los paquetazos de antes y los candidatos Capriles y Chávez, nos lleva a conclusiones distintas a las del chavismo.

Repentino
No se trata sólo del modelo de desarrollo que se siga o el país, cualquier programa de ajustes que se implante de sopetón tiende a subir considerablemente las probabilidades de resistencia. Para ningún sector social es fácil adaptarse de la noche a la mañana a los cambios bruscos.

Podemos ver esto en Venezuela con el gobierno de Chávez. Este presidente no está siguiendo un programa neoliberal, sin embargo, Chávez ha tratado de impulsar reformas drásticas con la ingenua expectativa de que serán fácilmente asimiladas por el país.

En un caso contrario, tenemos a Lula da Silva en Brasil, un gobernante que hablaba como izquierdista, pero que no intentó hacer giros salvajes de la noche a la mañana, por lo que le fue mejor.

Lula nunca recurrió a medidas traumáticas, como se hacían las reformas neoliberales en los 80 y 90. En cambio, Chávez, quien cree que es sólo cuestión de ideología, lanza casi todas sus políticas de improviso, provocando resultados tan desagradables como los que criticó en otro tiempo la extrema izquierda.

Consecuencias
Hablando de resultados, uno de los aspectos más cuestionados de aquellos paquetazos neoliberales eran las consecuencias políticas y económicas: Grandes devaluaciones de la moneda, despidos masivos, privatizaciones y conflictividad social.

Ahora, ¿es esto distinto con el paquete chavista? Chávez ha devaluado la moneda de su país como nadie, despidió personalmente a 20 mil trabajadores de la petrolera estatal, las empresas nacionalizadas terminan cerradas (trabajadores que no cobran), Venezuela tiene la inflación más alta del mundo, y el crimen ha demostrado un espantoso auge debido a las condiciones de pobreza en que viven muchos venezolanos. Por si fuera poco, la conflictividad social de Venezuela es la peor en 30 años, contando desde golpes de Estado hasta paros nacionales masivos, sobrevividos por Chávez a duras penas.

Oculto
Capriles ha estado en el poder regional, ha sido alcalde y gobernador, mas en ninguno de sus mandatos se le puede acusar de haber prometido algo para luego salir con una agenda que tenía escondida.

En contraste, cuando Chávez era candidato presidencial prometía que sería un demócrata y defensor de los derechos humanos, pero una vez en el poder, Chávez sacó su verdadero paquete de reformas comunistas, lanzó un agresivo programa para destruir al sector privado, entregó el país a Cuba, se mandó a hacer la reelección indefinida para eternizarse en el poder, y se olvidó de lo que había prometido.

Extranjero
A los izquierdistas de los 80 y 90 se les calentaba el corazón de ira por las supuestas recetas importadas. Decían que era inaudito que los gobiernos locales aplicaran modelos sugeridos desde afuera. Muchos de ellos son hoy gobierno en Venezuela, pero no son exactamente lo que uno llamaría guardianes de la soberanía.

Como ya dijimos, Capriles ha sido Alcalde y Gobernador. Durante esos tiempos no importó esquemas ni personas que modelaran sus políticas, pero Chávez sí. El representante del PSUV copió al caletre la propuesta de la dictadura castrista en Cuba, y trajo cubanos para que controlaran los elementos estratégicos del Estado venezolano.

Aliados
"Dime con quién andas, y te diré quién eres", dice la sabiduría popular. Henrique Capriles Radonski es el candidato de una coalición de partidos de izquierda moderada y centro. Las principales organizaciones políticas que lo apoyan no tienen como ideología el neoliberalismo. ¿Será pertinente entonces imaginar que un gobierno integrado por esta unión de izquierdistas moderados y centristas sorprenderían al país con un programa económico neoclásico? La falta de coherencia es obvia.

Chávez, por otra parte, representa esencialmente a una liga de partidos integrados por ex-guerrilleros, izquierdistas radicales, admiradores de dictadores, simpatizantes de las FARC y otros extremistas, lo cual se alinea muy bien con lo que ha sido el programa de gobierno chavista en 14 años.

Rumores vs hechos
Lo que denuncian los Chavistas, y políticos como de Lima y Ojeda, se basa en la más pura especulación malintencionada. No hay fundamentos concretos para acusar a Capriles de traer un paquete oculto. Sin embargo, de Chávez tenemos los hechos de 14 años.

En más de una década pudimos comprobar que los programas de gobierno de Chávez se diseñan en secreto, se aplican de forma repentina, causan inestabilidad político-económica, son creados y dirigidos por extranjeros, y apoyados por fanáticos radicales. 

Los paquetazos de antes fueron inspirados en una ideología distinta a las del socialismo del siglo XXI, pero sus desenlaces se parecen mucho más a las nefastas realidades del chavismo que a los objetivos que plantea Capriles Radonski. Temamos más a la evidencia sólida que a rumores de campaña electoral.


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lunes, 10 de septiembre de 2012

La cuña chavista de las viviendas en Miranda

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

El chavismo tiene una pieza publicitaria muy peculiar para la campaña por la presidencia. Nos referimos a una cuña de televisión en la que presentan a varias personas del estado Miranda que residen en ranchos de lata, en la más cruda miseria, testimoniando los supuestos engaños del Gobernador Henrique Capriles Radonski en cuanto al otorgamiento y construcción de viviendas.

La publicidad tiene por final "el pueblo merece respeto, basta de mentiras", y después de verla uno se pone a pensar, ¿quién es el culpable de que los mirandinos de la cuña no tengan viviendas dignas?

Capriles ganó la gobernación de Miranda en noviembre de 2008, tiene menos de cuatro años en el cargo. Chávez, en cambio, tiene 14 años en el poder, ha tenido leyes habilitantes, constituyentes, control absoluto de todos los poderes del Estado, y ha mantenido el dominio de la mayoría de las gobernaciones y alcaldías del país desde su llegada a la presidencia. De hecho, en Miranda, el gobernador anterior a Capriles era Diosdado Cabello, una de las figuras más importantes del chavismo, y el PSUV controla en la actualidad 15 de las 21 alcaldías de este estado (el 71%).

Cuando ocurrieron las terribles lluvias de 2001 y otras inundaciones que afectaron al estado Miranda, vimos a Chávez decir que le daría una casa digna a cada afectado, pero no fue así, ¡Cuántos de esos que salen en la publicidad serán damnificados de aquellos años a quienes todavía el gobierno nacional no les auxilia! Seguro que la mayoría de ellos fueron inscritos en la Gran Misión Vivienda, programa habitacional lanzado en abril del año pasado para darle una residencia digna a cada venezolano.

En los últimos 14 años, nadie ha tenido más tiempo, autoridad y presupuesto que Chávez para hacerle casas a los habitantes de esa región.¿Por qué en lugar de buscar a esta gente para filmarla, Chávez no les envió un equipo de constructores para hacerles buenas casas?

La propaganda chavista sobre las viviendas en Miranda está tan mal hecha que nos incita a considerar mentiroso al candidato presidencial responsable de que muchos mirandinos no tengan una residencia decente, y viéndolo bien, esa denuncia le da más duro a Chávez que a Capriles. Los propios chavistas desprestigian a su candidato con semejante cuña, demostrándonos que Chávez tampoco le ha cumplido a Miranda.


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sábado, 8 de septiembre de 2012

El candidato de los dictadores

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

¿Qué pensaríamos si, en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, el candidato presidencial de alguna nación latinoamericana se declarara fanático de Hitler y Mussolini? Imaginémonos a ese político enviándole felicitaciones a aquellos dictadores en sus apariciones públicas, prometiéndole a los pobres llenar los barrios de médicos del Tercer Reich, diciéndole a los militares que desde ahora harán sus cursos de Estado Mayor en alguno de los países del Eje, y asomando la idea de poner las industrias nacionales y los registros bajo la "eficiente administración" de los nazis.

No creemos que eso le hubiera gustado a la gente decente. ¡Tendríamos que estar mal de la cabeza para darle nuestro voto a tal personaje! De seguro habríamos sospechado que ese político hispanoamericano era tan perverso como sus socios del exterior, y que tramaba un gobierno similar al de los mencionados dictadores. Nuestro sentido común nos advertiría que, si este ciudadano ganara las elecciones, veríamos, entre otras cosas, a la prensa perseguida, a dirigentes opositores encarcelados, y a ciudadanos comunes vivir aterrorizados por los grupos violentos del partido de gobierno.

Eso que parece una lejana ficción es una realidad en la Venezuela de hoy. A un mes de las elecciones presidenciales de octubre de 2012, los dos candidatos con más chance de ganar son Hugo Chávez Frías y Henrique Capriles Radonsky. Uno de ellos, Chávez, es un incuestionable cómplice de las peores dictaduras de nuestra época, contándose Fidel Castro, Saddam Husseín, Muammar Gaddafi, Bashar al-Assad, Robert Mugabe y Alexander Lukashenko entre quienes han sido sus más íntimos aliados.

Nos parecía mal, al principio, que un candidato presidencial estuviera cuadrado con los mayores déspotas de su tiempo: lo mismo deberíamos pensar sobre Chávez si en nuestra mente existe un mínimo de coherencia.


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miércoles, 5 de septiembre de 2012

Significado estadístico del simulacro

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

El domingo, 2 de septiembre, se conocieron estudios de opinión que representaban los resultados del simulacro electoral en Venezuela. Ese mismo día se dieron las órdenes para que los encuestólogos de siempre, esos que trabajan para el gobierno, intentaran robar el mérito de lo que reflejó esa votación.

El principal ataque de estos "expertos" fue el de señalar que un simulacro electoral no es un muestreo formal, y por supuesto que tienen razón. El clásico muestreo estadístico no se hace de esa forma. En el estudio de opinión más ambicioso, difícilmente la muestra sobrepasa los 1500 datos, tomados de manera aleatoria y clasificados según la demografía.

Como es evidente, eso no ocurrió aquí. Los datos no fueron recolectados al azar, ni se calculó el peso estadístico del sexo y la clase social; sin embargo, los encuestólogos que han ganado mucho con este gobierno dejan por fuera, deliberadamente, un gran detalle: votaron 1.6 millones de personas.

De esta forma, hablaríamos de un muestreo que no cumple la aleatoriedad y ponderación que manda la academia, correcto, mas igual podríamos hallar en este evento dos cosas que nos dicen bastante: 

Primero, tenemos que considerar que, en todo caso, el sesgo pudo haberse producido en beneficio del PSUV, pues el gobierno tuvo más recursos para movilizar a su gente, y pasaba lista para tomar represalias contra quienes no fueron a votar. 

Segundo, aún si asumimos que no hubo sesgo a favor del chavismo, al ser la muestra tan grande, se hace más probable que el resultado final refleje algo que debería parecerse a la tendencia del votante típico.

Ahora, esto no significa que lo mismo ocurrirá necesariamente el 7 de octubre. Como siempre decimos, las encuestas no son profecías, pero una cosa es cierta, nadie que esté buscando la reelección se sentiría feliz de haber perdido un simulacro donde votaron 1.6 millones de personas, y a un mes de realizarse la elección.

El deseo de Chávez era demostrar todo lo contrario, confiado en que aplastaría con su maquinaría, el dinero del Estado y la intimidación de los empleados públicos. Lo dijo IVAD, no la CIA, Chávez perdió el simulacro electoral, así que el efecto mediático que pretendía generar a su favor, terminó jugando para la campaña de Capriles Radosnki.

Lo que pasará el 7 de octubre sólo Dios lo sabe. Este simulacro nos demostró que "los 30 puntos" de los que hablan las 3 grandes encuestadoras son pura propaganda del gobierno.


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