sábado, 27 de septiembre de 2008

La crisis financiera Estados Unidos 2008: Origen, acción gubernamental e implicaciones ideológicas

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri

www.morochos.org

La quiebra de cuatro bancos en Estados Unidos ha provocado que la izquierda radical internacional, y algunas personas que no saben de lo que hablan, hayan comenzado a decir que el libre mercado no funciona y que la democracia debe ser sustituida por el socialismo.
Por allí hemos visto a personajes como Teodoro Petkoff en Venezuela, afirmar que “Milton Friedman debe estar revolcándose en su tumba, porque el Estado tuvo que meterle la mano al mercado”. Como si las teorías del libre mercado propusieran la extinción del gobierno.
Después escuchamos a Cristina Kirchner afirmar que “la crisis financiera en Estados Unidos demuestra que el Consenso de Washington fracasó”. Como si las opresivas ideas de la izquierda radical, hubieran tenido mejores frutos que los modelos políticos que promueven la libertad del ser humano.
Y luego vimos a Hugo Chávez decir que “el capitalismo es el culpable de la crisis financiera de Estados Unidos” y “que el próximo presidente de Estados Unidos recibirá un buque hundiéndose”. ¡Qué diremos nosotros entonces de los logros del socialismo, el modelo político más desfavorable que ha conocido la humanidad en los pasados cien años!
Pero vayamos más allá de las palabras, estudiemos brevemente lo que sucede y nos daremos cuenta de la realidad.

Origen de la crisis
Durante los años 2001 y 2002, Estados Unidos estuvo al borde de la deflación. Esto obligó a la Reserva Federal a tomar la decisión de poner las tasas de interés en 1%, intentando estimular la economía.
En ese momento, las instituciones financieras de Estados Unidos tomaron prestados todos los millones de dólares que pudieron de la Reserva Federal, aprovechándose de la baja tasa de interés, y los esparcieron sobre el sistema crediticio de Estados Unidos, principalmente en el mercado de hipotecas.
Todo marchaba perfectamente y a los bancos les fue muy bien, ya que el negocio era simple: endeudarse al 1% y prestarlo al 5%.
Pero no sólo los bancos intentaron aprovecharse de los bajos intereses. Al igual que las instituciones financieras, muchos compradores de clase media pidieron créditos a los bancos para adquirir casas y tomar ventaja del dinero barato.
Lamentablemente la felicidad no les duró mucho. Luego vinieron los años de gran prosperidad económica, de 2003 a 2006, y la Reserva Federal normalizó las tasas de interés, ubicándolas por encima de 5%.
Esto significó que quienes se habían endeudado excesivamente, debían pagar ahora 400% más en intereses que antes. Como consecuencia, muchos deudores no pudieron pagar sus créditos, la morosidad aumentó a niveles históricos, a centenares de personas les fueron embargadas sus propiedades, los bancos ya no tenían modo de sacar dinero barato del FED, y las pérdidas alcanzaron a las instituciones financieras.

Un mercado en declive empeora las cosas
Para colmo de males, el mercado inmobiliario de Estados Unidos estaba abarrotado de propiedades embargadas, que estaban siendo rematadas por debajo de su precio natural.
Lo que significa que quienes logran vender reciben menos dinero del que pagaron. Además, se tarda mucho en cerrar los tratos, debido a la cantidad de ofertas disponibles que originan tantas personas con el mismo problema.
Y como la cantidad de afectados es masiva –deudores y bancos- el problema se transformó en crisis.

El gobierno interviene porque democracia no es anarquía
Ante semejante situación interviene el gobierno, porque es el responsable de garantizar la estabilidad económica en una nación democrática como Estados Unidos. Sin embargo, quienes tienen un concepto equivocado de lo que es el libre mercado –como Teodoro Petkoff- piensan que el concepto de “mano invisible” de Adam Smith procura un país donde los actores se desenvuelven sin impedimentos, ni ningún tipo de regulaciones.
Pero basta con observar las sociedades democráticas donde el libre mercado florece, para darnos cuenta de que son los países del planeta con más regulaciones al sector privado. Aclaramos que en la democracia, estas mayores regulaciones de las que hablamos, lo que buscan es que el sector privado se apegue al ordenamiento jurídico. Todo lo contrario de lo que ocurre en las naciones socialistas, donde las medidas gubernamentales sobre el ámbito privado intentan exterminarlo.
Fue en la democracia y en los países donde había libre mercado, donde nació el Estado de Derecho y las teorías jurídicas han alcanzado su máximo avance.
Aquellos que crean que el liberalismo propone una sociedad sin leyes y sin gobierno están equivocados. Eso no sería liberalismo sino anarquismo.
El libre mercado no puede existir sin la supervisión del gobierno. Por lo tanto, la intervención del gobierno de Estados Unidos para asistir a los deudores y bancos en problemas, es una medida gubernamental que cabe perfectamente dentro de los paradigmas del libre mercado, porque la democracia implica la existencia de un gobierno soberano, comprometido a hacer todo lo necesario para favorecer a sus ciudadanos.

Transparencia democrática
Por cierto, durante esta crisis hemos podido observar una de las mayores diferencias que tiene el modelo democrático frente a los modelos socialistas y dictatoriales.
Vemos la aceptación del gobierno de Estados Unidos del problema y la libertad con la que se difunden noticias en los medios de comunicación, incluyendo críticas y opiniones contrarias que informan al público.
En cambio, si esta crisis ocurriera en países como Cuba o Venezuela, el gobierno daría ruedas de prensa negando rotundamente la existencia de un problema financiero. Los periodistas que difundieran la información verdadera serían encarcelados y los medios de comunicación independientes serían acusados de conspiradores.
Asimismo, ningún funcionario gubernamental en Cuba o Venezuela intentaría solucionar nada, porque no se podría pretender resolver lo que para ellos no existe. De modo que las cosas empeorarían descontroladamente, como siempre ocurre en los gobiernos dictatoriales enemigos de la transparencia.

Esta crisis no muestra nada nuevo
Pero volviendo a Estados Unidos, la actual crisis financiera no representa nada nuevo para las sociedades democráticas. Como ejemplo recordemos el riesgo de deflación en Estados Unidos durante los años 2001 y 2002. Una crisis parecida a la actual, que provocó enormes caídas en los índices bursátiles y también aniquiló a empresas gigantescas como Enron y Adelphia.
En aquel momento, los enemigos de la libertad también elevaron sus voces para decir los mismos argumentos que esgrimen ahora: que el libre mercado no servía y que la democracia debía ser sustituida por el socialismo.
En eso llegó 2003, las economías se recuperaron y la democracia demostró una vez más tener mejores resultados que el pensamiento izquierdista.

¿Es éste el fin de Estados Unidos?
Hasta ahora, no ha existido poder humano capaz de cuestionar al tiempo. Por ende, debemos asumir que el reinado de Estados Unidos algún día será superado. Pero lamentablemente para quienes esperan el derrumbe de los yanquis, por los momentos tenemos que reconocer que Estados Unidos continúa siendo la primera potencia indiscutible del mundo, sin contrincante que se les acerque.
Económicamente, consideremos que el 70% de los ahorros del mundo están denominados en dólares, en billetes con las caras de los próceres estadounidenses. Además, para que tengamos una idea de su magnitud, la economía de Estados Unidos es equivalente a la de toda la Unión Europea junta. Y es la economía más competitiva e innovadora del planeta.
No obstante, para quienes todavía crean que la economía de Estados Unidos quebró, o que la democracia ha llegado a su fin, les presentamos como añadidura una gráfica bastante elocuente.
Aquí tienen los registros históricos del índice industrial Dow Jones desde el año 1900 hasta el presente. Fijémonos que la caída actual, es simplemente un rasguño en el meteórico ascenso que la economía de Estados Unidos ha experimentado durante los pasados cien años.
¡Olvídense de las fantasías izquierdistas! La democracia y el libre mercado continúan siendo irrefutablemente superiores al socialismo y a las ideas de izquierda.
Puedes hacer clic en la imagen para agrandarla

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jueves, 25 de septiembre de 2008

Militarismo presidencial venezolano

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

Después de la división de la Gran Colombia en 1830, comenzó oficialmente la historia de la República independiente de Venezuela, con José Antonio Páez como Presidente.
Desde entonces, han existido varios fenómenos que han permanecido constantes en la política venezolana. En este caso, nos referiremos al dominio de la clase militar sobre el máximo cargo de representación popular, la Presidencia de la República.
El 72% del tiempo bajo control militar
De 1830 hasta 2013 –año en el que vence el período constitucional del Teniente Coronel Hugo Chávez como Presidente- habrán transcurrido 183 años de historia política de la República de Venezuela.
Para entonces, si contamos el número de Presidentes militares que ha tenido Venezuela, y lo sumamos al número de Presidentes civiles que han sido nombrados en su cargo por juntas o dictadores militares, obtenemos que de esos 183 años de historia republicana, los militares habrán timoneado el Poder Ejecutivo Nacional venezolano durante el 72% del tiempo.

militares en el poder

Detengámonos en este momento a pensar que en Venezuela nunca los militares de carrera han representado ni siquiera el 1% de la población, lo que hace muy interesante el fenómeno que estamos analizando. Ya que el cuerpo armado del Estado, aún personificando una mínima parte de la población criolla, ha participado directamente en la mayoría de las Presidencias de la República.
Por otra parte, resulta paradójico que desde los tiempos de Cipriano Castro, Venezuela no ha vivido una amenaza real de guerra o conflicto armado, lo que nos obliga a reflexionar sobre la ocupación de la primera magistratura por soldados, en lugar de civiles.
Y es que si nuestro país viviera constantemente amenazado por situaciones bélicas, entenderíamos el dominio de los militares sobre la política venezolana, pero no siendo así, entonces la explicación es que los civiles han abandonado la política en manos de los militares, a la vez que llevan el militarismo en su cultura política.
Algunas consecuencias del militarismo
La principal consecuencia de tantos gobiernos militares, es que el pueblo y la sociedad en general se acostumbran a que sea un militar quien los mande –con su estilo característico- Algo que no es de provecho para un país que aspira vivir civilizadamente y en democracia.
Además, cuando una clase tan minoritaria monopoliza el poder político, se desequilibra la pluralidad democrática, lo que produce una sociedad de “elegidos” por un lado y “marginados” por el otro. Con esto, la toma de decisiones desde el Ejecutivo Nacional tiende a favorecer a su casta, en lugar de a la colectividad.
Del mismo modo, tenemos que advertir que las Fuerzas Armadas de una nación libre ya poseen una gran autoridad, la que le dan su rango y sus armas. Si junto a esto, los civiles permiten que las instituciones políticas estén constantemente sometidas al mando militar, el gremio armado se vuelve una especie de super potencia social interna, que desnivela al Estado.
Soluciones
Ante cualquier problema, el primer paso hacia su solución es la identificación y diagnostico. Por ello, tanto civiles como militares debemos tomar conciencia de lo aquí expuesto. En democracia todos tenemos igualdad ante la ley, sin que ninguna persona o grupo pueda atribuirse la exclusividad en la conducción de los asuntos públicos.
Luego, es obligación de los ciudadanos recuperar los espacios políticos para desmilitarizar la política venezolana, algo que requiere reeducar al Estado en su conjunto. Los civiles tenemos que entender que las soluciones a la pobreza, a la inseguridad y al desarrollo no vendrán de un militar, sino de la comunidad en general, la cual está integrada por intelectuales de valía y gente que conoce mejor que nadie sus propios problemas.
Debemos borrar de nuestra mente las mentiras que afirman que durante la dictadura del General Pérez Jiménez se vivía mejor. Ésa y todas las dictaduras militares en Venezuela han sido causas de muchas muertes, corrupción y empobrecimiento. Fijémonos por ejemplo en la Presidencia de Hugo Chávez: cualquiera podría pensar que su condición de militar lo ayudaría a resolver el problema de inseguridad que sufren los venezolanos. Sin embargo, la realidad es que durante su gobierno -integrado por muchísimos militares- los índices de inseguridad han batido todas las marcas negativas, al punto que la delincuencia se le ha salido de las manos. Lo que ha hecho de Venezuela uno de los países con mayor criminalidad en todo el mundo durante el mandato chavista.
Por eso, la próxima vez que miremos los cinturones de miseria que rodean a nuestras ciudades, o que nuestras familias sean víctimas del crimen, recordemos que el 72% del tiempo Venezuela ha sido guiada por militares, tal como sucede en las actuales circunstancias. Lo que hace necesario alterar esta realidad, y que en el futuro próximo seamos los civiles quienes tomemos las riendas del país.

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sábado, 20 de septiembre de 2008

Democracia y calidad de vida

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

La calidad de vida puede ser definida como el nivel de bienestar físico y psicológico que experimentan los individuos en el lugar donde viven. Este atributo es generalmente medido por países, utilizando índices que toman en cuenta los distintos componentes que hacen a los seres humanos sentirse bien.

Entre los elementos que integran los índices de bienestar encontramos:
  • El costo de la vida.
  • El grado de instrucción y cultura de los ciudadanos.
  • La estabilidad de la economía.
  • Las condiciones sociales.
  • La garantía de los derechos humanos.
  • El acceso de la población a la salud.
  • El estado de la seguridad ciudadana.
  • El aseo urbano.
  • El clima
  • El desarrollo de la infraestructura –carreteras, puentes, disponibilidad de agua, acceso a Internet y comunicaciones, servicio eléctrico, transporte, puertos y aeropuertos, etc.
A continuación, revisaremos el estado actual de los índices de calidad de vida para países de diversas regiones. Esto nos servirá para demostrar en cuál sistema político se vive mejor, y para desenmascarar las bajas condiciones de bienestar ciudadano que existen en Cuba y Venezuela.

calidad de vida2008

Llama la atención que Cuba, Venezuela, Corea del Norte y Zimbabwe se encuentran entre los lugares con peor calidad de vida en el mundo.

La baja calidad de vida en Cuba se explica porque Fidel Castro y sus secuaces están en el poder desde enero de 1959. Lo que quiere decir que la misma oligarquía ha estado gobernando durante 49 años, casi todo el tiempo bajo la dictadura de Fidel. Esta gente llegó al poder por las armas, estableciendo como artículo primero de la Constitución cubana que “Cuba es un Estado socialista”. Por lo tanto, luego de 49 años del supuestamente grandioso socialismo castrista, deberíamos presenciar un índice de calidad de vida en Cuba bastante bueno, o por lo menos superior al de los demás latinoamericanos. Sin embargo, la realidad evidencia que Cuba está entre los lugares del mundo con peor calidad de vida, lo que demuestra que Fidel Castro y su socialismo son perjudiciales para la población.

Por otra parte, en Venezuela, Chávez tiene casi diez años tratando de imponer un sistema socialista que imite al de Cuba. Esto ha dado como resultado que los venezolanos sufran un inmenso deterioro en su calidad de vida, a pesar de los elevados precios del petróleo que han predominado durante casi todo el mandato chavista –el petróleo es el principal producto de exportación venezolano-

En cambio, es notable en la gráfica que las naciones del mundo con sistemas democráticos, ocupan las mejores posiciones en cuanto a proporcionar bienestar al ciudadano. Donde sobresalen especialmente los países de Europa, el continente con mayor calidad de vida del planeta.

Aprovechemos este punto para resaltar que en Europa no hay socialismo –contrario a lo que piensa mucha gente- Si leemos la Constitución de la Unión Europea, en ninguna parte encontraremos la palabra socialismo. Lo que sí hallamos es que en el artículo 1-2, se dice que la Unión Europea está fundamentada en la democracia, el Estado de Derecho y el respeto a los derechos humanos. Conceptos que son rechazados por todas la naciones socialistas.

Veamos también en la gráfica el ejemplo de Costa Rica, cuya calidad de vida aventaja a todos los países latinoamericanos, lo que se explica por ser esta tierra una de las democracias más antiguas y desarrolladas de Hispanoamérica.

Está clarísimo, lo que hemos analizado nos hace inferir una vez más que la democracia es superior al socialismo y a las dictaduras tradicionales, porque proporciona mayor calidad de vida para los ciudadanos. Entonces, ¿por qué abandonar la democracia y el Estado de derecho para perseguir las dictaduras socialistas que desean Castro y Chávez para América Latina?


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martes, 16 de septiembre de 2008

Maniobras rusas en Venezuela, septiembre 2008: Mensaje a EEUU, venta de armas y circo antiimperialista

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

El gobierno ruso ha confirmado el envío de cuatro barcos de guerra a Venezuela, lo que incluye al acorazado nuclear “Pedro el Grande”, el barco insignia de la armada rusa. Además, el Kremlin envió una cantidad no especificada de aviones de guerra, diseñados para el combate contra submarinos, los cuales serán temporalmente estacionados en las bases aéreas venezolanas.

Ante esta situación, han comenzado las especulaciones sobre por qué el Presidente Chávez, un asiduo crítico del imperialismo de las grandes potencias, ha permitido la presencia de fuerzas extranjeras en nuestro país.

Algunos piensan que se trata de un “trapo rojo” que Chávez está lanzando para desviar la atención de los nefastos resultados de su gobierno. Otros creen que Chávez está tratando de crear unas condiciones de inestabilidad, que justifiquen la suspensión de las elecciones regionales en Venezuela, pautadas para noviembre del año en curso, en las cuales la cantidad de gobernaciones que perderá Chávez, demostrarán que el actual Presidente venezolano ha perdido mucha popularidad.

No obstante, tenemos razones para pensar que hay algo más detrás del espectáculo militar que Chávez y Rusia están montando en Venezuela. Razones que podrían complementar lo que ya se ha dicho sobre este show militar de Chávez, y que sin duda alguna implican mucho dinero para Rusia y otros beneficios diplomáticos.

Desquite ruso

Uno de los beneficios que Rusia está sacando de estas maniobras militares en Venezuela, es el desquite por la reciente situación bélica que se vivió en el Caucazo.

No podemos olvidar que durante el ataque de Rusia contra Georgia, Estados Unidos envió dos portaviones a la región, como queriendo dar a entender que estaba dispuesto a evitar que Rusia se sobrepasara en Georgia -A Estados Unidos no le interesa que las exrepublicas soviéticas se anexen nuevamente a Rusia porque la fortalecerían demasiado-

En ese momento, Estados Unidos orquestó también sus alianzas diplomáticas para que la OTAN y la Unión Europea condenaran el ataque ruso contra Georgia y disuadieran al Kremlin para que se retirara.

Por lo tanto, Rusia ahora le está devolviendo el gesto a Estados Unidos. Así como los estadounidenses se pusieron del lado de Georgia en esa oportunidad, ahora Rusia hace el simulacro de ponerse del lado de Venezuela, como forma de protestar contra la intervención de Estados Unidos en el Caucazo. A pesar de lo que diga Chávez, éstas son pesadas jugadas entre potencias y no una intención rusa de proteger al gobernante venezolano.

Sin embargo, los principales efectos de esta jugada rusa son los beneficios pecuniarios. Ciertamente las maniobras militares en Venezuela hacen que los rusos se desquiten de Estados Unidos por la situación en Georgia, pero lo más importante, es que le hacen un favor a Hugo Chávez que le será cobrado vendiéndole más armas.

El dinero también compra simulacros militares

Los rusos no vinieron a Venezuela para respaldar la revolución, como creen quienes sueñan con revivir los tiempos de la desaparecida Unión Soviética.

El gobierno ruso está aprovechando la oportunidad, para negociar nuevos acuerdos que comprometen a Chávez para que compre más armas rusas. Durante el mandato chavista, el gobierno venezolano ha gastado más de cuatro mil millones de dólares en armamento proveniente de Rusia, pero en el Kremlin saben que a Chávez todavía le queda mucho dinero que sacarle.

Esta vez, el tratado comercial entre Rusia y Venezuela no se limita al intercambio de armas por dinero. En esta oportunidad los rusos vendieron sus equipos bélicos en combo, incluyendo una teatral exhibición militar que satisface las fantasías de guerra de Hugo Chávez, utilizadas para engañar a sus seguidores.

Chávez le pagó a los rusos para que hicieran un show militar, que recrea el ambiente de conflicto antiimperialista mediante el cual Chávez justificará las medidas represivas, que tiene planeadas contra los venezolanos disidentes. Es el mismo cuento con el que Fidel Castro manipuló a los cubanos a lo largo de su dictadura y que le sirvió para hechizar a muchos en Latinoamérica.

Al final de la farsa, Hugo Chávez aparentará tener un poderoso padrino que imaginariamente respalda su revolución, y continuará teniendo una coartada para cándidos –la fingida guerra contra el imperio- que nublará la mente de sus partidarios. Mientras tanto, Rusia se irá a casa habiendo enviado su mensaje a Estados Unidos y con los bolsillos llenos de petrodólares venezolanos, por la venta de armas.


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viernes, 12 de septiembre de 2008

Chávez exhibió su odio racista en Puerto Cabello a la vez que comunicaba la expulsión del embajador estadounidense

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri

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A veces el Presidente Chávez intenta disfrazar su rencor en contra de los estadounidenses dirigiendo ataques personales a George Bush. Como si su resentimiento estuviera relacionado solamente con el gobierno de Estados Unidos. Sin embargo, cuando una persona está llena de tanto odio hacia un grupo de seres humanos, es muy difícil que no se le escapen sus emociones negativas.

Eso fue lo que le pasó el 11 de septiembre de 2008 en Puerto Cabello al Presidente Hugo Chávez, cuando comunicó al país que había decidido expulsar al embajador de Estados Unidos y retirar al representante de Venezuela de esa nación norteamericana.

Si analizamos el video con detenimiento, nos daremos cuenta de que las maldiciones del Presidente Chávez no fueron lanzadas en contra de George Bush o del Departamento de Estado, sino en contra de todos los ciudadanos de Estados Unidos.

Chávez generalizó sus insultos contra el pueblo estadounidense –la palabra yanqui es sinónimo de estadounidense- y en lugar de decir “Vete al c… Bush de m…”, dijo “váyanse al c… yanquis de m…”.

Aunque estamos claros, de que cualquiera de estas expresiones descontroladas no son propias de un Jefe de Estado, ni de un oficial retirado de las FAN venezolanas.

¿Se imaginan ustedes quién aguantaría a Chávez si Bush dijera “váyanse al c… venezolanos de m…”? Pero bueno, ya sabemos cómo piensan los jerarcas chavistas: bueno si lo hacen ellos, malo si lo hacen los demás.

Y más adelante en el video, cuando Chávez amenaza con suspender los envíos de petróleo a Estados Unidos, repite otra vez su consigna de animadversión generalizada en contra de los estadounidenses y dice claramente “no habrá petróleo para el pueblo ni para el gobierno de los Estados Unidos”.

Por más que trate, al Presidente Chávez le es imposible ocultar sus sentimientos de discriminación en contra de ciertos grupos humanos. Hugo Chávez es incapaz de intentar encontrar una forma para que las partes diferentes convivan en paz.

El chavismo utiliza el odio, la xenofobia, el racismo y la discriminación como incentivos para movilizar a sus seguidores. Pero una vez que los incitan a vivir movidos por la enemistad, nadie responde por ellos cuando vienen las consecuencias.

Los chavistas deberían estar advertidos de que sus líderes los están manipulando. Revisen el pasado reciente de Venezuela y entenderán que los están utilizando para cometer los actos que Chávez no se atreve a hacer.

Y tengan la seguridad de que ningún líder del chavismo los salvará después, cuando se metan en problemas. Si lo dudan, pregúntenles a Antonini Wilson y a los otros implicados en el caso del maletín con contrabando, quienes fueron usados por el chavismo y luego abandonados a su suerte.

Los venezolanos no podemos permitir que nuestro país sea consumido por el odio. La práctica chavista de reconocer como seres humanos únicamente a lo seguidores de Chávez, es un salvajismo que no tiene excusas.


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jueves, 11 de septiembre de 2008

Contradicciones estéticas del chavismo

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
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Parte del discurso comunista de Hugo Chávez y sus seguidores, consiste en afirmar que el modelo capitalista le ha lavado el cerebro al mundo para que use tintes de cabello, maquillajes, prótesis mamarias, cirugías plásticas, ropas costosas y toda clase de artilugios que vacían nuestras mentes. Según los chavistas, el capitalismo hace que las personas lleven una vida superficial que descuida los supuestos valores espirituales de Fidel Castro.

Sin embargo, si uno se fija en la apariencia de Hugo Chávez, se da cuenta de que este ciudadano siempre tiene el cabello muy bien teñido, no sale en TV si no tiene maquillaje profesional en la cara y manos, y posee el guardarropa más lujoso de la República Bolivariana de Venezuela, con trajes y accesorios de los más afamados diseñadores internacionales.

Recordemos además, que cuando el Teniente Coronel Hugo Chávez llegó al poder, uno de sus primeros movimientos fue ordenar a exquisitos artesanos españoles la fabricación de la banda presidencial que él luciría. Este gustazo de Chávez le costó al fisco nacional una fortuna en dólares, en un país donde la mayoría de la población vive en pobreza.

Por cierto, ¿por qué no les habrá encargado la confección de la nueva banda presidencial a los indígenas del Amazonas? Seguramente no le parecería tan chic.

Pero si vamos más allá, y nos fijamos en el aspecto de los diputados y demás altos funcionarios del chavismo, también nos daremos cuenta de que son fanáticos de las peluquerías, tintes, prótesis mamarias, cirugías de nariz y costosos tratamientos de belleza. Algo que puede verse igualmente en los periodistas que trabajan para los canales de TV del gobierno.

Tenemos entonces que también en lo relacionado a la apariencia personal, el chavismo es una creencia con una doble moral. Los jefes chavistas predican una cosa pero practican otra, una postura característica de una moral decadente.


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sábado, 6 de septiembre de 2008

Desconocimiento del la propiedad privada y chavismo

“1. Toda persona tiene derecho a la propiedad.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.”
Art. 17 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

En el socialismo del siglo XX, cuando los comunistas lograron aferrarse al poder, se dedicaron a expandir su control sobre la estructura económica de sus países, lo que implicó el exterminio de la propiedad privada. Este movimiento siempre lo disfrazaron con algunos lemas publicitarios como “regresar la riqueza nacional a los trabajadores” o “poner los recursos nacionales en manos del pueblo”.

Sin embargo, lo que sin ninguna excepción ocurrió, fue que una cúpula de corruptos dirigentes partidistas se adueñaron de estas riquezas, pisoteando el derecho a la propiedad y disponiendo a sus anchas del patrimonio nacional, mientras que al pueblo lo consumía la miseria.

En Venezuela, el Presidente Chávez ha procedido de igual manera. Este ciudadano cuando llegó al poder nunca habló de socialismo, y en su proyecto de Constitución no aparecía en ninguna parte la palabra revolución. Fue tanto así que muchos ciudadanos lo apoyaron, pues en su discurso anunciaba la participación del sector privado.

Desafortunadamente, una vez nombrado jefe del Poder Ejecutivo de Venezuela, Chávez manipuló a buena parte de la población, utilizando el engaño y las promesas vacías, para que le otorgara todo el poder político. Proceso que le dio más potestad que a cualquier mandatario venezolano en los últimos 50 años.

Conseguido esto, Chávez vio la oportunidad de confesarse comunista y plantearles a los venezolanos su ideal de revolución socialista. Un sistema político que, según él, no se parece al cubano ni al de la Unión Soviética, pero que en la realidad ha ido sistemáticamente ultrajando el derecho a ser propietario en Venezuela.

Lista de sectores económicos amenazados por el chavismo
El gobierno de Hugo Chávez ya ha nacionalizado o expropiado:

- Tierras, en donde casos como el de la “La Marqueseña” y las invasiones promovidas por el gobierno ya anunciaban el futuro del sector privado venezolano.

- Señales de radio y TV. El cierre ilegal del canal de televisión RCTV sirvió no sólo para intentar censurar la disidencia sino también para golpear a la empresa privada.

- Acero. El gobierno se apropió de SIDOR, el principal fabricante de acero en Venezuela.

- Telecomunicaciones. La apropiación forzada de CANTV y sus empresas anexas por parte del gobierno, le dieron control sobre prácticamente toda la telefonía fija nacional, buena parte de la Internet y de la telefonía móvil.

- La Electricidad de Caracas y demás compañías eléctricas nacionales. La EDC por mucho tiempo estuvo en manos privadas, prestando un buen servicio, pero desde que el gobierno la nacionalizó por la fuerza, el servicio eléctrico se suspende todas las semanas en algún sector de la región capital. Esta ineficiencia ya se expande a todo el país.

- Proyectos mixtos de petróleo y gas. Las expropiaciones forzosas de las instalaciones de Exxon Mobil, Connoco Phillips y otras petroleras privadas son muestras de estos acontecimientos.

- Bancos. El Banco de Venezuela, la tercera institución financiera de Venezuela que ahora engrosará el ya numeroso conglomerado de bancos del gobierno.

- Cemento. La nacionalización forzosa de Cemex, el principal fabricante de cemento en Venezuela. El objetivo del Chávez es controlar, en el corto plazo, por lo menos el 60% de la producción de cemento en Venezuela.

- Sociedades mineras de hierro, cobre y demás minerales.

- Productoras de alimentos. En este renglón se incluye la nacionalización forzosa de varios mataderos, procesadoras de leche –Lácteos los Andes por ejemplo- molinos, empacadoras, frigoríficos distribuidoras y demás empresas del sector. Además, se viene rumorando la toma obligada de Empresas Polar por parte del gobierno.

- Empresas de recreación. Podemos citar el caso de Ávila Mágica. Donde el gobierno de Chávez nacionalizó por la fuerza el teleférico de Caracas y sus instalaciones recreativas.

- Salud y educación: El gobierno tiene tiempo tras de estos sectores, persiguiéndolos con controles de precios y leyes que los obligan a servicios comunitarios. No nos cabe duda que estos rubros van a recibir mayor acoso gubernamental mientras que Chávez esté en el poder.

Control del cambio exterior y de precios
También debemos considerar como parte del plan anti-sector privado del chavismo, el hecho de que el gobierno de Hugo Chávez impuso al país un control de cambios despiadado, para vigilar y administrar la cantidad de dólares que cada ciudadano venezolano utiliza.

Al mismo tiempo, los productores de una creciente cantidad de bienes y servicios en Venezuela, están amarrados legalmente por unas ordenanzas del gobierno nacional que obligan a estos sectores a vender al precio que fije unilateralmente el gobierno. Lo que muchas veces los hace trabajar en pérdidas y a la larga los saca del negocio.

Venezuela es un país más riesgoso gracias a Chávez
Con todas estas políticas socialistas que amenazan la propiedad, la inversión privada en Venezuela se ha venido a pique. Lo que se explica por la ausencia de seguridad jurídica desde que el Teniente Coronel Hugo Chávez asumió el poder.

Según las mediciones de riesgo país que llevan firmas internacionales y que maneja el propio gobierno chavista, Venezuela está entre los países con mayor riesgo para la inversión privada en el mundo. De acuerdo a estos cálculos, la inseguridad del capital privado en nuestro país es por lo menos 100% mayor que la que ofrecen Brasil o México.

riesgo

La meta de Chávez es exterminar la propiedad privada
En otras ocasiones hemos explicado que los socialistas tienen como parte de su ideología la abolición del derecho a ser propietario. En este sentido, todos los movimientos chavistas disfrazados de nacionalizaciones, lo que constituyen es la ejecución del plan comunista.

La propiedad privada es un derecho humano reconocido por casi todos los países del mundo. Pero en el socialismo, la Declaración Universal de Derechos Humanos está supeditada al interés gubernamental.

Poco a poco, el gobierno de Hugo Chávez ha conseguido ir estrangulando espacios al sector privado. La única razón por la que el régimen no ha ido más rápido es la férrea oposición ciudadana con la que se ha encontrado.

Hasta ahora, Chávez ha procedido muchas veces pagando por las propiedades que nacionaliza -valorándolas al precio que al gobierno se le antoja- pero tengamos por seguro que los planes chavistas tienen el objetivo de ir más lejos. Es posible que una vez retirados del juego los pesos completos, las grandes corporaciones, el chavismo intente pisotear a los pequeños propietarios, expropiándolos sin pagarles por el valor de su propiedad como ha sucedido en las otras revoluciones socialistas.

Por eso, si Chávez logra imponer sus propósitos, los venezolanos nos encontraremos en un país que será una copia del socialismo cubano, en donde no hay cabida para la propiedad privada y toda la riqueza del Estado está monopolizada por la oligarquía castro-comunista. Si Chávez triunfa, él y su cenáculo se convertirían en los dueños absolutos de los recursos de Venezuela.

De modo que no podemos permitir que Hugo Chávez enrumbe a Venezuela hacia el socialismo, como dice su consigna. Nuestro país necesita que le busquemos un Presidente que sepa gobernar sin atropellar los derechos humanos.


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miércoles, 3 de septiembre de 2008

Sobre la crisis eléctrica en Venezuela 2008-2011


Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org
Como hemos podido darnos cuenta, en los recientes meses en Venezuela la popularidad de Chávez no es lo único que se está apagando. Los venezolanos estamos volviendo a experimentar serios problemas con el suministro eléctrico, algo que no se veía en nuestro país desde hace unos 60 años.
Todas las semanas hay apagones inesperados en las principales ciudades del país -también en Caracas- y los ciudadanos debemos explicarnos cómo puede ser posible que en una potencia energética como Venezuela el flujo eléctrico tenga tantos problemas para funcionar con regularidad.
En algunas ciudades la electricidad falla todos los días, y en otras la población se queda sin energía durante varias horas continuas.
Los apagones están dañando los electrodomésticos de los venezolanos, pero también están impidiendo que los servicios sean prestados con eficiencia. Clínicas, bancos y las empresas que almacenan comida refrigerada, son establecimientos que necesitan una electricidad constante; de lo contrario, ponen en riesgo a los consumidores.
¿Qué dice el gobierno?
Ante esta insólita situación, la primera reacción del gobierno chavista fue la de siempre: decir que la oposición estaba saboteando la infraestructura energética para afectar al gobierno de Chávez, pero que los revolucionarios se encargarían de reestablecer la electricidad en donde faltara.
Sin embargo, como siempre pasa con los problemas que enfrentan los chavistas, el tiempo ha pasado y las cosas están empeorando. Por lo cual los chavistas tuvieron que inventar otra explicación: decir que Venezuela es ahora un país más grande y próspero, que como demanda más electricidad, origina fallas en el suministro eléctrico.
Respuesta al gobierno
Por supuesto, habemos ciudadanos pensantes en este país a quienes nos cuesta creer las explicaciones gubernamentales. Por ejemplo, si fuera verdad que la electricidad está fallando porque Venezuela es ahora un país más próspero, entonces Estados Unidos, Europa y China vivirían a oscuras, ya que son los países del mundo que más crecen y demandan energía.
Es verdad que ahora Venezuela consume más electricidad, pero esa energía no es gratuita, el gobierno nos cobra sin clemencia cada vatio de electricidad que consumimos –nos la corta si dejamos de pagar, cobra mora si nos retrasamos, y reclama una comisión extra por reconectarla- de manera que es aquí donde nos haremos una pregunta clave, ¿qué está haciendo el gobierno con el dinero que pagamos los consumidores?
Además, si es cierto que el aumento en la demanda es la causa de los apagones, igualmente nos encontraríamos ante un gobierno ineficiente que no tiene la capacidad de planificar. Prepararse para el porvenir es una de las labores del gobierno.
A los adecos también les creció el país, pero supieron planificar mejor el futuro que los chavistas. Construyeron la represa del Guri, levantaron casi todas las centrales eléctricas de nuestra nación, y durante su gestión la cantidad de apagones fue la menor en toda la historia de Venezuela.
Tenemos que reconocerlo aunque seamos detractores del puntofijismo, los adecos lo hicieron mejor que los chavistas en materia energética, aún teniendo menos recursos, y con un petróleo muchísimo más barato que el que vende Chávez actualmente.
La negación es no querer hacer nada
Lo peor de la crisis eléctrica que vive actualmente Venezuela es que el gobierno se empeña en negarla, al igual que hace con los otros problemas que aquejan a los venezolanos, como la inseguridad y la inflación.
Si el gobierno continúa sin aceptar el problema lógicamente no hará nada para resolverlo y las cosas se agravarán. Los venezolanos tendremos que acostumbrarnos entonces a un errático suministro eléctrico, al igual que nos acostumbramos a que todos los fines de semana hayan más de 50 muertos víctimas del crimen callejero.
Sin electricidad Chávez no podrá transmitir cadenas
Por cierto, los actuales problemas eléctricos de Venezuela tienen el potencial de resultar muy embarazosos para el chavismo. ¿Se imaginan que el Presidente esté un día transmitiendo una cadena de radio y televisión en vivo, y de repente se vaya la luz en todo el país? Estaría el propio chavismo saboteando a su comandante.
De modo que quienes trabajan para el gobierno deberían estar muy preocupados con estas fallas eléctricas, pues los apagones paralizan el gigantesco aparato de propaganda mediática que utiliza Hugo Chávez para gobernar. Sin energía, los ciudadanos no tendrán televisión, ni radio, para escuchar las cadenas publicitarias del gobierno que a diario hostigan a los venezolanos.
Todos sabemos que el chavismo no quiere hacer nada en beneficio del pueblo, pero por lo menos -intentando pensar como chavistas- deberían resolver el problema de la electricidad para que Chávez siga transmitiendo sus cadenas. Es una solución que también le conviene al gobierno.
¿Se figuran que a Chávez le dañen sus cadenas? Más de un ministro saldría rodando.
Los problemas eléctricos son responsabilidad del gobierno
Pero si de verdad queremos entender el problema eléctrico que hoy vive Venezuela debemos encontrar primero las verdaderas causas que lo están ocasionando. En ese sentido, no hay que ser un genio para darse cuenta de que son tres los principales factores culpables de la actual crisis eléctrica venezolana:
En primer lugar, es culpa de la ineficiente administración chavista, integrada casi en su totalidad por militares expertos en luchas armadas, que son puestos a dirigir empresas estatales sin experiencia previa, y sin estudios que los capaciten para ese trabajo. Ciertamente algunos directivos chavistas no son militares, pero utilizan el dinero de las empresas eléctricas para hacer campaña al proyecto político de Hugo Chávez, y tienen las mismas prácticas de mediocridad que caracterizan al chavismo.
En segundo lugar, es culpa de las nacionalizaciones chavistas. Hace menos de dos años que Chávez tomó el control de las empresas eléctricas privadas, y puso al mando a sus dirigentes rojo rojitos para que acometieran los desastres típicos del chavismo.
Y en tercer lugar, es culpa de la falta de inversión, mantenimiento y actualización de la infraestructura eléctrica venezolana que ha ocasionado este gobierno.
Al final, el problema se reduce a la mala administración de Hugo Chávez, un Presidente que cuando no dedica los recursos públicos a su propaganda personal, los envía al exterior a construir centrales eléctricas en Cuba, Barbados, Nicaragua y el resto de los países que son gobernados por sus amigos políticos.
Una crisis eléctrica nacional es otro hecho que demuestra que lamentablemente el Presidente Chávez no tiene la responsabilidad de asumir sus errores, ni la capacidad para resolver los problemas de los venezolanos.

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