jueves, 26 de enero de 2012

Rangel Silva y las relaciones con Colombia

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

La designación del General Henry Rangel Silva como ministro de la defensa venezolano tiene implicaciones para la política interior y para las relaciones internacionales. En esta oportunidad nos concentraremos sólo en la lectura exterior que tiene esta decisión, específicamente en la diplomacia con Colombia.

El reciente nombramiento del mencionado general ha estado causando malestar en sectores de la política colombiana, por las acusaciones que hizo el gobierno de EEUU sobre los supuestos vínculos de este militar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

Chávez pudo nombrar a otro general o a un civil como ministro de la defensa, no justamente a un militar que desde 2008 viene siendo acusado por el gobierno de Estados Unidos como colaborador de las FARC. Y cuando la decisión fue criticada por la prensa y políticos tanto de Colombia como de Norte América, al jefe del Estado venezolano no se le pudo ocurrir sino condecorar al mencionado general "por su lucha contra el narcotráfico".

Es obvio que este movimiento del gobierno venezolano, desde el punto de vista de la política exterior, está tratando de reanimar las tensiones con el país vecino, ni remotamente se trata de un descuido. Que Chávez nombre ministro de la defensa a un militar acusado internacionalmente de dar apoyo a las FARC es una vez más hacer patente el respaldo de Miraflores al principal grupo guerrillero colombiano, y al mismo tiempo es un gesto de hostilidad para con el gobierno de Colombia.

A manera de comparación, la designación de Rangel Silva viene a ser como si, en América del Norte, Canadá nombrara ministro de la defensa a un militar sospechoso de colaborar con al-Qaeda; ese hipotético escenario demostraría la intención canadiense de agriar las relaciones con los Estados Unidos...

El alcance de la designación de Rangel Silva en la diplomacia bilateral entre Venezuela y Colombia todavía es impredecible, sin que sea ninguna garantía la forma como se habían llevado hasta ahora las cosas entre Chávez y Santos. Álvaro Uribe y el presidente venezolano también comenzaron sus relaciones dando ruedas de prensa conjuntas, firmando acuerdos comerciales y hablando de paz, pero mensajes de provocación del tipo antes mencionado fueron los que causaron el distanciamiento.


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domingo, 15 de enero de 2012

"Expropiar es robar": María Corina y la Biblia

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
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¿Tiene razón la diputada Maria Corina Machado cuando acusa de robo a la política de expropiaciones del presidente Chávez? Stricto sensu, ciertamente robar y expropiar no son la misma cosa desde el punto de vista jurídico; robar es apropiarse de algo por la fuerza, y expropiar es privar a alguien de un bien a cambio de una indemnización siempre y cuando se respeten los debidos procesos legales, y ahí es donde está el meollo del asunto.

La mayoría de las expropiaciones ordenadas por Chávez son producto de caprichos personales y el deseo de imponer un modelo de sociedad que la mayoría de los venezolanos rechaza, el comunismo. En casi ninguna de estas ocupaciones existe el derecho a la defensa ni se respeta el debido proceso, porque los jueces y las instituciones son presionados desde la primera magistratura para fallar a favor de quien firma el pago de sus sueldos. Además, a muy pocos de los expropiados se les indemniza el justo valor de su propiedad perdida, y cuando se hace es después de años de retraso e innumerables padecimientos.

La política de expropiaciones de Chávez es una toma sistemática de las empresas y propiedades que él considera estratégicas para el desarrollo de su proyecto político, es decir, no son esporádicas muestras de un estado de necesidad, sino que por su constancia rayan en el exceso, y delatan la mala intención del gobierno central de ir acorralando a los poseedores de algún bien.

Para colmo, si las propiedades confiscadas fueran llevadas a estados de producción, eficiencia y utilidad pública muy superiores a los que tenían con sus dueños legítimos, al menos los defensores del gobierno tendrían material para suavizar el atropello, pero la realidad es que la generalidad de las empresas, maquinaria, tierras y edificios que el chavismo expropia terminan en el total abandono o en algún chanchullo.

Hasta en la Biblia, la máxima referencia moral de Occidente, se presenta como un robo el hecho de que un gobernante abuse de su poder para despojar de sus propiedades a los ciudadanos. El libro de los Reyes, capítulo 21, narra cómo el séptimo monarca de Israel, Acab, cayó en desgracia ante los ojos de Dios y del pueblo luego de que, no pudiendo hacerse del hermoso viñedo de un súbdito por las buenas, tramara toda una conspiración para despojar a aquel pobre hombre de la herencia de sus antepasados. En el relato, el Creador ordena al profeta Elías ir a decirle al rey, "¿No has asesinado a un hombre, y encima te has adueñado de su propiedad?", oración interrogativa en la que expresamente Dios acusa al monarca hebreo de asesino y ladrón.


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jueves, 12 de enero de 2012

Con Hiram Gaviria y Luis Marcano Barrios

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
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Esta semana fuimos invitados junto a los diputados de la asamblea nacional, Hiram Gaviria y César Rincones, además de varios representantes de los principales partidos políticos de oposición locales y el director del diario oriental Región, Luis Marcano Barrios, a un acto de campaña en el estado Sucre por la candidatura presidencial de Pablo Pérez.

En la reunión, el dueño del nombrado diario hizo público su respaldo al gobernador zuliano por considerarlo "el que más se parece al pueblo", y el diputado Hiram Gaviria destacó el que Pablo Pérez sea el único representante de la provincia en las elecciones primarias que celebrará la oposición en febrero.

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lunes, 9 de enero de 2012

Chávez recuperado del cáncer, ¿sorpresa?

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
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Si Chávez alguna vez tuvo o todavía tiene cáncer, o si todo se trató de un gran engaño, no lo sabremos con certeza por ahora, lo que sí podemos decir con total propiedad es que los pronósticos para 2011 de la mayoría de los expertos respecto a la salud del presidente venezolano, y por lo tanto del futuro de su gobierno, murieron con la llegada de los Reyes Magos.

Ubicándose el año pasado, semanas después de que Chávez anunciara su enfermedad al país, es muy fácil recordar los comentarios de los analistas políticos en los medios y los rumores de la gente en la calle: que si al presidente le daban morideras, que no podía ser una estrategia electoral porque no había antecedentes de que eso mejorara la popularidad, que al presidente le iba a ser imposible seguir con la gestión de gobierno, que si tal y cual se estaban atrincherando para disputarse el poder que dejaba "el comandante", que el tipo no llegaba a tal fecha, que en cualquier momento renunciaba pero los cubanos no lo dejaban, que cada vez iba a salir menos hasta dejarle por completo el poder a Fulano, que el candidato claramente se veía que iba a ser Mengano por los cambios de gabinete, que un médico declaró en tal parte anunciando la pronta caída en gravedad del susodicho, en fin, un vaticinio tras otro.

Contra todos aquellos pronósticos, Chávez llega a 2012, se le ve más enérgico y activo, con cabello, menos hinchado, dando largos discursos, comprometido a seguir con las expropiaciones y su proyecto político autoritario; como si todas las expectativas que se daban se hubieran cumplido a la inversa, tomando desprevenido a más de uno. Por el contrario, para quienes asumimos una posición de escepticismo desde el principio dada la poca credibilidad del gobierno, y hasta no descartábamos que el anuncio del cáncer pudiera ser parte de la estrategia electoral del chavismo, la milagrosa y fugaz recuperación de Chávez de su "enfermedad" no hace sino confirmar las sospechas de que algo raro pasa.

Aún faltan pruebas para afirmar que el presidente venezolano nunca tuvo nada, sufrió otro tipo de enfermedad que fue presentada al público como cáncer, si lo tuvo y se recuperó del todo del supuesto tumor, o sigue padeciendo un grave problema de salud, pero no deja de ser cierto que, ante el velo de misterio y poca disposición de Chávez a mostrar los informes médicos, la mejor opción continúa siendo la de cuestionar cualquier versión oficialista que no esté respaldada por un examen físico realizado por una junta no politizada de profesionales de la salud venezolanos.


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