domingo, 15 de enero de 2012

"Expropiar es robar": María Corina y la Biblia

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

¿Tiene razón la diputada Maria Corina Machado cuando acusa de robo a la política de expropiaciones del presidente Chávez? Stricto sensu, ciertamente robar y expropiar no son la misma cosa desde el punto de vista jurídico; robar es apropiarse de algo por la fuerza, y expropiar es privar a alguien de un bien a cambio de una indemnización siempre y cuando se respeten los debidos procesos legales, y ahí es donde está el meollo del asunto.

La mayoría de las expropiaciones ordenadas por Chávez son producto de caprichos personales y el deseo de imponer un modelo de sociedad que la mayoría de los venezolanos rechaza, el comunismo. En casi ninguna de estas ocupaciones existe el derecho a la defensa ni se respeta el debido proceso, porque los jueces y las instituciones son presionados desde la primera magistratura para fallar a favor de quien firma el pago de sus sueldos. Además, a muy pocos de los expropiados se les indemniza el justo valor de su propiedad perdida, y cuando se hace es después de años de retraso e innumerables padecimientos.

La política de expropiaciones de Chávez es una toma sistemática de las empresas y propiedades que él considera estratégicas para el desarrollo de su proyecto político, es decir, no son esporádicas muestras de un estado de necesidad, sino que por su constancia rayan en el exceso, y delatan la mala intención del gobierno central de ir acorralando a los poseedores de algún bien.

Para colmo, si las propiedades confiscadas fueran llevadas a estados de producción, eficiencia y utilidad pública muy superiores a los que tenían con sus dueños legítimos, al menos los defensores del gobierno tendrían material para suavizar el atropello, pero la realidad es que la generalidad de las empresas, maquinaria, tierras y edificios que el chavismo expropia terminan en el total abandono o en algún chanchullo.

Hasta en la Biblia, la máxima referencia moral de Occidente, se presenta como un robo el hecho de que un gobernante abuse de su poder para despojar de sus propiedades a los ciudadanos. El libro de los Reyes, capítulo 21, narra cómo el séptimo monarca de Israel, Acab, cayó en desgracia ante los ojos de Dios y del pueblo luego de que, no pudiendo hacerse del hermoso viñedo de un súbdito por las buenas, tramara toda una conspiración para despojar a aquel pobre hombre de la herencia de sus antepasados. En el relato, el Creador ordena al profeta Elías ir a decirle al rey, "¿No has asesinado a un hombre, y encima te has adueñado de su propiedad?", oración interrogativa en la que expresamente Dios acusa al monarca hebreo de asesino y ladrón.


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2 comentarios:

  1. Excelente exposicion a la luz de La Palabra.

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  2. Me gusta la explicación basada en el libro de los Reyes. Gracias.

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