José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
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Dios sabe que simpatizamos con las luchas del pueblo judío, y que repudiamos la dictadura de los hermanos Castro en Cuba y algunas prácticas del régimen iraní. Pero no nos parece justo que se sancione a un intelectual alemán, Günter Grass, y a una figura del deporte, el venezolano "Ozzie" Guillén, por las declaraciones que hicieron respecto a Medio Oriente y Cuba.
¿Cuál delito cometieron estos hombres? ¿Cómo reaccionaríamos los demócratas si un manager de béisbol cubano fuera sancionado por decir que admira a Barack Obama? ¿Cuánto nos indignaría que en Irán se aislara a un académico por escribir un artículo expresando argumentos distintos a los del régimen?
Leímos completo el poema de Grass, "Lo que debe ser dicho", y no compartimos varias de sus afirmaciones, pero así es la democracia, un constante debate de opiniones encontradas, por eso procuramos una sociedad donde las leyes garanticen que cada quien exprese lo que desea, mientras no difame, ni promueva la violencia; fronteras que Grass en ningún momento traspasó. Debería alertarnos que, por expresar cívicamente unas ideas, este hombre sea declarado persona non grata en Israel, se le acuse de antisemita, el Partido Social Demócrata alemán lo tilde de loco y lo aparte de sus filas, y hasta se hayan llevado denuncias ante el Comité Nobel para despojarle del premio.
De igual manera, las declaraciones de Guillén sobre Fidel Castro pueden ser cuestionadas, nos parece equivocado admirar a un dictador, pero esas afirmaciones no justifican que le hayan suspendido de su trabajo como manager de los Marlins. El caso crea un precedente que promueve la autocensura, ¿quién va a querer decir algo que los demás no aprueben? Y la gente pensará que está bien castigar a otros por opinar "mal", pues, si lo hacen los Marlins...
Aceptar sanciones contra los criterios distintos, en los lugares del mundo que con frecuencia llamamos "libres"o "abiertos", nos quita la moral para criticar a los sistemas políticos represivos por su intolerancia, censura y persecución de la disidencia.
Demos por cierto que Guillén y Grass expresaron puntos de vista que una buena cantidad de personas consideramos errados, ¿qué deberíamos hacer en consecuencia? La opinión no es un delito en las sociedades democráticas. En cambio, sancionar a quienes piensan distinto, sólo porque sus ideas no se sincronizan con las de un sector, nos lleva por un rumbo incivilizado y retrógrado.
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Respetamos sus Comentarios, Morochos, No tiene Caso, Hay que sentar precedente al Comunismo, la vieja buena gente llamada Democracia, tiene que andar con pies de plomo en el Norte, contra estos Agentes cubanos.
ResponderEliminarHay que estar firmes contra los modelos de sociedad opresivos, como el castrocomunista, pero no podemos incurrir por ello en el error de practicar la intolerancia y la censura contra quienes tengan opiniones favorables hacia esos sistemas políticos.
ResponderEliminar¡Ciertamente! En democracia, a las opiniones falaces e insensatas, se le responde con argumentos fundamentados, con la batalla de las ideas, que exhiben públicamente al simple; quien con los dichos de su propia boca, comprometió su buena fama.
ResponderEliminarÉsa es la idea, rebatir argumentos con argumentos, no con represión.
EliminarDejo en claro que no les conozco, ayer escribí un comentario similar sobre el caso Guillen y expreso estar complacido con lo escritos por Ustedes y agrego que es manifestación de lo que ocurre generalmente en el mundo, opinar en contra de quien posea el poder político o económico, no decir Amen a quienes detentan estos poderes se tilda de crimen.
ResponderEliminar¿Realmente somos libres?.¿Estamos en capacidad de decir o expresar libremente nuestra opinión?
¡No se!
Que cada quien forme su opinión, que coincida o no con lo que pienso realmente importa poco, lo importante es poder expresar con libertad las ideas y opiniones, y que de la confrontación o de la aceptación de ellas,estas se enriquezcan.
Suerte.
Para los dos casos que comentan en el blog, Oswaldo o Günter han sido crucificados, uno por un comentario desafortunado (Guillén) y otro por expresar una verdad del tamaño del planeta, pero que desvirtúa la imagen que intenta transmitir
el gobierno judío.
He leído un pensamiento que dice, palabras más, palabras menos, que “daría mi vida por defender los derechos a opinar de los que son contrarios a mis opiniones”, pues en el caso de nuestro gran Ozzy Guillen, comparto la opinión de ustedes. Todos tenemos derecho a expresar a viva voz lo que pensamos y creemos. Esto me dice que aun en los países que dicen ser modelos de Democracia suceden cosas como estas. No he oído funcionario gubernamental estadounidense defender el derecho de este ilustre venezolano, del cual difiero en su opinión, pero apoyo su derecho a decir lo que piensa.
ResponderEliminarVoltaire, en pleno revolución francesa cuando a las personas las enviaban a la guillotina ante cualquier "ligereza, le dijo a un rival político: "No comparto nada de lo que dices, pero daría mi vida porque tengas derecho a expresarlo.". Creo que aquí está la esencia de la democracia. Lo que nos diferencia de los regímenes opresivos.
ResponderEliminarCien por ciento pertinente la referencia a Voltaire. Muchas personas pueden ver esta defensa del derecho a expresarse como idealista, sin pensar que, aún desde el punto de vista más pragmático, si permitimos que los demás pierdan su libertad a pensar distinto, nosotros podríamos ser los siguientes.
EliminarMi opinión con respecto a las opiniones de Gunter Grass es que asoma rasgos de Nazismo, de intolerancia hacia el pueblo Judío. Desde tiempos milenarios hay muchos personajes de la historia que han querido raer a este pueblo de la faz de la tierra y no lo han logrado, ni lo lograran, ni Irán, ni el Hamas, ni las maldiciones con muestras de odio profundo podrán derribarlos. Estudien la historia y verán el destino de los que han perseguido al pueblo Judío, para muestra un botón, el presidente Chávez maldijo desde sus entrañas a esta nación y desde entonces lo ha perseguido todo lo que le está sucediendo hasta entonces. Creo en la Biblia y por ende en las promesas dadas por Dios para este pueblo amado por Dios, por supuesto que Él ama a toda la humanidad, pero cundo él hace una promesa, la cumple y El prometió esta tierra a los Judíos y El mismo se las entregara. “El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán”. Lucas 21:33. Estas son palabras del judío más famoso de toda la historia, JESUCRISTO. Por cierto, el creador del Socialismo también era de origen Judío, Carlos Marx.
ResponderEliminarVargas Llosa, por ejemplo, criticó la afición a la cacería del Rey de España y no lo penalizaron, a pesar de que expresó sus opiniones desde Madrid. Eso es lo que uno espera que ocurra en un sistema político democrático. Le quedaría muy mal a los políticos españoles, o a alguna empresa ibérica, tomar represalias contra el intelectual peruano por sus comentarios.
ResponderEliminar¿Simpatizan con la lucha del pueblo judío? ¿cuál pueblo judío? ¿el que acumula armamento nuclear sin que nadie le diga nada? ¿el que masacra palestinos con la venia de USA y otros países que se dicen democráticos y respetuosos de los derechos humanos? bueno en lo demás coincido con ustedes, saludos.
ResponderEliminarSera por Los commentarios Que el pueblo elegido Es mejor o superior a Los demas y por lo tanto con derecho a descalificar,censurar y prohibir el ingreso del nobel a su pais
ResponderEliminarSeria bueno Que estos señores no olviden su propia historia