Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri
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Aunque el actual presidente venezolano no tenga las intenciones de hacerlo, su hospitalización, la forma como se informa al público y las reacciones de sus partidarios nos dicen más de lo que creen los chavistas:
Paranoia: A pesar de que el presidente Chávez asegura que los militares de Venezuela son leales a la revolución, y pese a la existencia de milicias paralelas organizadas por el gobierno y de guerrilleros extranjeros (vascos, colombianos y cubanos) que resguardan el proceso, a la hora de la verdad, en este momento en que Chávez se siente realmente vulnerable debido a una dolencia física, el comandante venezolano sólo puede sentirse seguro siendo hospitalizado lejos de Venezuela, en Cuba, esperanzado en que la estructura dictatorial cubana sepa cuidar mejor de él y de sus secretos.
Desinformación: Únicamente los familiares más íntimos del presidente Chávez, los hermanos Castro y los médicos que lo tratan directamente saben con exactitud de qué padece Chávez, y si regresará algún día a Venezuela. Cual hermandad secreta, el ideal democrático de informar al público la verdad es incompatible con los principios de supervivencia de un régimen autoritario, en donde la información se oculta, se manipula y se devela a conveniencia del gobierno.
Ilegalidad: La legislación venezolana es perfectamente clara cuando establece los procedimientos a seguir en caso de que el presidente de la nación deba ausentarse de su cargo, pero esto no tiene importancia para un gobierno que no respeta la Constitución, pues el Norte de todo modelo autocrático es mantener al mismo hombre en el poder por el mayor tiempo que sea posible, aunque una enfermedad lo inhabilite por tiempo indefinido.
Paranoia, desinformación e ilegalidad, tres variables sobresalientes del autoritarismo.
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Dice un dicho popular que “La lengua es castigo del cuerpo”. Según los runrunes de Nelson Bocaranda, el Presidente ha sido tratado y operado por médicos Venezolanos, de los mejores, uno de ellos residenciado en EEUU, y medico de una de las mejores clínicas de ese país del norte, otro de descendencia Judía, ¿Qué tal?, como diría Oscar Yánez, ASI SON LAS COSAS.Le deseo larga vida al presidente, pero igual no estoy de acuerdo con el desastre de pais que nos esta heredando, para el 2012 que se vaya a Barinas a descansar y vamos a darle una oportunidad a otras generaciones, EL CAMBIO VA.
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