martes, 12 de abril de 2011

Humala, ¿un Chávez o un Funes?

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

Ollanta Humala y Hugo Chávez vienen de escuelas militares, llegaron al mismo rango de Teniente Coronel, y son de los que creen que gritarle a un batallón es lo mismo que gobernar un país. Ideológicamente parecen concordar, por lo menos en las palabras, pues Humala también quiere llegar al poder hablando de constituyente, referéndum, nacionalizaciones, "una gran transformación", y alabando a regímenes militaristas del pasado. Sin embargo, las intensiones y discurso de Humala no son del todo suficientes como para asumir que si este militar llega a la presidencia en Perú veamos la consolidación de otro Chávez en Los Andes.

El tiempo de Humala es distinto. Para 2011 se conoce con profundidad el fracaso social, democrático y económico de la Venezuela de Chávez; mientras se saben internacionalmente los éxitos de Lula y Bachelet en Brasil y Chile respectivamente.

El último gran imitador del teniente coronel venezolano apareció en 2007 en Nicaragua, Daniel Ortega, desde entonces casi todos los grupos de izquierda de América Latina se han inclinado por parecerse a sus camaradas brasileños y chilenos.

Mauricio Funes llegó al poder en El Salvador, en 2009, con la ayuda de izquierdistas radicales y ex guerrilleros. De él también se temían políticas chavistoides, pero fue lo suficientemente sensato como para darse cuenta de que seguir el camino de Chávez sería un error. Hoy, Funes es uno de los líderes más prestigiosos de Latinoamérica por no desviarse de los esquemas democráticos.

De llegar definitivamente a la presidencia, Humala tendrá que escoger en circunstancias muy parecidas a las de Funes. ¿Será tan imprudente como para querer copiar las crisis políticas que provocaron los imitadores del chavismo en Ecuador, Bolivia y Nicaragua?


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4 comentarios:

  1. Las diez causas principales del fracaso en el liderazgo
    Autor: Abel Cortese
    Cuando un hombre, ya sea en calidad de líder o de asistente, admite que está ‘demasiado ocupado’ para cambiar de planes, o para prestar atención a una emergencia, está admitiendo su incompetencia. El líder de éxito debe ser quien controle todos los detalles relacionados con su posición. Esto significa, por supuesto, que ha de adquirir el hábito de relegar los detalles a asistentes capaces.
    1. INCAPACIDAD PARA ORGANIZAR DETALLES. Un liderazgo eficiente requiere capacidad para organizar y controlar los detalles.
    Ningún líder genuino está jamás ‘demasiado ocupado’ para hacer cualquier cosa que se le pueda pedir en su condición de líder.
    Cuando un hombre, ya sea en calidad de líder o de asistente, admite que está ‘demasiado ocupado’ para cambiar de planes, o para prestar atención a una emergencia, está admitiendo su incompetencia.
    El líder de éxito debe ser quien controle todos los detalles relacionados con su posición. Esto significa, por supuesto, que ha de adquirir el hábito de relegar los detalles a asistentes capaces.

    2. MALA DISPOSICIÓN PARA PRESTAR SERVICIOS MODESTOS. Los líderes realmente grandes están siempre dispuestos, cuando la ocasión lo exige, a llevar a cabo cualquier tipo de labor que se les pida que hagan. Que ‘el mejor de entre vosotros será el sirviente de todos’ es una verdad que todos los líderes capaces observan y respetan.

    3. EXPECTATIVAS DE GRATIFICACIÓN POR LO QUE ‘SABEN’ Y NO POR LO QUE HACEN CON AQUELLO QUE SABEN. El mundo no paga a los hombres por lo que ‘saben’. Les pagan por lo que hacen, o impulsan a hacer a otros.

    4. TEMOR ANTE LA COMPETENCIA DE LOS SEGUIDORES. El líder que teme que uno de sus seguidores pueda ocupar su puesto está prácticamente condenado a ver cumplidos sus temores tarde o temprano.
    El líder capaz entrena a suplente en quienes pueda delegar, a voluntad, cualquiera de los detalles de su posición. Sólo de ese modo un líder puede multiplicarse y prepararse para estar en muchos lugares, y prestar atención a muchas cosas al mismo tiempo.
    Es una verdad eterna que los hombres reciben más paga POR SU HABILIDAD PARA HACER QUE LOS DEMÁS TRABAJEN, que lo que ganarían por su propio esfuerzo.
    Un líder eficiente puede, a través del conocimiento de su trabajo y del magnetismo de su personalidad, aumentar en gran medida la eficacia de los demás, e inducirlos a rendir más y mejores servicios que los que rendirían sin su ayuda.

    5. FALTA DE IMAGINACIÓN. Sin imaginación, el líder es incapaz de superar las emergencias, y de crear planes que le permitan guiar con eficacia a sus seguidores.

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  2. LAS 10 CAUSAS DEL FRACASO EN EL LIDERAZGO(parte II) 6. EGOÍSMO. El líder que reclama todo el honor por el trabajo de sus seguidores está condenado a generar resentimientos. El verdadero líder no exige honor alguno. Le alegra ver que los honores, cuando los hay, son para sus seguidores, porque sabe que la mayoría de los hombres trabajarán con más entusiasmo por recomendaciones y reconocimientos, que sólo por dinero.

    7. INTEMPERANCIA. Los seguidores no respetan a los líderes intemperantes. Además, la intemperancia en cualquiera de sus diversas formas destruye la resistencia y la vitalidad de cualquiera que se deje llevar por ella.

    8. DESLEALTAD. Quizá esta causa debería encabezar la lista. El líder que no sea leal con su organización y con su equipo, con quienes está por encima de él y con quienes están por debajo, no podrá mantener mucho tiempo su liderazgo.
    La deslealtad le señala a uno como alguien que está en el nivel del polvo que pisamos, y atrae sobre su cabeza el desprecio que se merece. La falta de lealtad es una de las principales causas de fracaso en todos los terrenos de la vida.

    9. ACENTUAR LA ‘AUTORIDAD’ DEL LIDERAZGO. El líder eficiente enseña mediante el estímulo y no intenta atemorizar a sus seguidores.
    El líder que trata de impresionar a sus seguidores con su ‘autoridad’ entra en la categoría del liderazgo por la fuerza. Si un líder lo es de verdad, no necesitará anunciarlo, a no ser mediante su conducta, es decir, con su simpatía, comprensión y sentido de la justicia, y demostrando, además, que conoce su trabajo.

    10. INSISTIR EN EL TÍTULO. El líder competente no necesita ‘títulos’ para obtener el respeto de sus seguidores.
    El hombre que insiste demasiado en su título, generalmente no tiene mucho más en qué apoyarse. Las puertas de la oficina de un verdadero líder permanecen abiertas para todos aquellos que deseen entrar, y su lugar de trabajo está tan libre de formalidad como de ostentación.

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  3. Me preguntos cuantas veces habran intentando asesinar a Chavez los chacales de los "democráticos" Estados Unidos de América. Lo consiguieron llevar a cabo con Jaime Roldós, un presidente que ayudó a su pueblo y dio la espalda a las políticas imperialistas de USA. También lo hicieron con Omar Torrijos en Panamá y se sospecha que el propio Kennedy fue asesinado también por los intereses imperialistas americanos.

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  4. Chavez es un hombre que ha plantado cara a los Estados Unidos como pocos se han atrevido, incontables veces han tratado de asesinarlos y de crear complots contra él. Tendrá sus cosas malas, pero le tenemos que reconocer que los tiene bien puestos. Para mi, un heroe.

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