sábado, 23 de julio de 2011

La política laboral de Hugo Chávez

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

Un venezolano que no esté a las órdenes del chavismo, o tenga una posición política independiente, está automáticamente vetado para trabajar en la administración pública venezolana. El derecho al trabajo, según los dogmas revolucionarios, viene dado con la militancia en el partido de gobierno, a menos de que se tenga la habilidad para ocultar el pensamiento propio.

Por el mismo motivo partidista, un venezolano que no esté a las órdenes del chavismo, o tenga una posición política independiente, tampoco puede trabajar en una de las empresas nacionalizadas por Chávez, ésas que tienen el corazón socialista pintado en la fachada. En la revolución venezolana, firmar el cheque de alguien que piensa distinto que Fidel Castro es un pecado capital.

Una alternativa para los segregados es buscar trabajo en la empresa privada, pero allí también las expectativas son muy poco esperanzadoras para opositores e independientes debido a las políticas anti-sector privado del gobierno. Por ahora hay empleo en las empresas particulares venezolanas, pero estas oportunidades se correlacionarán inversamente con el tiempo que el chavismo se mantenga en el poder.

La política laboral de Chávez está claramente definida, dejar cada vez menos opciones de trabajo formal a los venezolanos para que una gran masa de ciudadanos dependa del gobierno, y sobrevivan los alineados con la colonización cubana. El resto que poco a poco aprenda a someterse bajo la presión de las nacionalizaciones y las medidas anti-empresariales, incitando a todo el que no esté de acuerdo para que se vaya de Venezuela a buscar una vida más digna en un país que no sea socialista.

Ante este clima revolucionario, la otra opción para los venezolanos que buscan trabajo es jugar para los cubanos, sin embargo, la mitad chavista de Venezuela tampoco puede decir que vive en el paraíso de la clase trabajadora. Ciertamente puede ella emplearse en la administración pública o en las empresas del gobierno, pero eso significa soportar pagos atrasados y mutilados, sindicatos que defienden al gobierno, uso de la imagen/nombre del trabajador para proselitismo chavista, y el chantaje perpetuo de "si no te sujetas te friegas".

¿Es ésta una buena respuesta para los males laborales del capitalismo?


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