martes, 7 de diciembre de 2010

Lluvias y propiedad privada en Venezuela

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

Lastimosamente, un año antes de que Venezuela viviera en 2010 una sequía que amenazaba con dejar sin energía eléctrica al 70% del país, la única gran obra que se le ocurrió a Chávez fue aprobar la reelección indefinida para permitirse gobernar de forma vitalicia.

Llegaron las lluvias y con ellas una cruda realidad: la enmienda reeleccionista de febrero de 2009 es muy útil para el proyecto autocrático de Chávez, pero no sirve de nada para construir viviendas o ayudar a los damnificados venezolanos.

Desesperado y con su característico estilo improvisador, Chávez nuevamente recurre a las posesiones de los demás para aparentemente ofrecer una solución a las personas pobres que han sido engañadas durante esta década chavista, y su jugada le ofrece un premio personal.

Aunque la imagen del país se venga abajo por tantas confiscaciones, la supuesta ayuda a los damnificados representa para la revolución una nueva excusa para arremeter contra la propiedad privada. Si se tratara de un acto humanitario, Chávez podría disponer fácilmente de las enormes instalaciones públicas, muchas de ellas abandonadas, que tiene la nación, sin embargo, de ese modo no se debilita al sector privado.

Lo irónico es que los grupos que más han contribuido con las personas que lo perdieron todo vienen de las clases más atacadas por el gobierno, como la Iglesia, los mal pagados trabajadores venezolanos de la salud, los medios de comunicación independientes, las empresas privadas y las vilipendiadas ONG, mientras del dolarizado Barrio Adentro no se tienen cifras confiables, el Hotel Alba Caracas se sacude a los necesitados, los contratistas de la boliburguesia no dan la cara sino se gana nada, y los países del Alba se limitan a ofrecer solo ayuda de palabra.

Por otro lado, si bien el actual gobierno finge interesarse en la estabilidad económica de Venezuela, tomar las propiedades de los demás para corregir las fallas de la revolución es un movimiento que acrecentará aún más los temores sobre las libertades civiles en el país. Chávez acaba de demostrarnos que en momentos de desesperación sería capaz de tomar las posesiones particulares por la fuerza, lo que nos lleva a unas preguntas incómodas: si siguen aumentando los problemas económicos en Venezuela debido al chavismo, ¿qué pasaría con, por ejemplo, los ahorros en los bancos?, ¿recibirían el mismo trato que los hoteles de Higuerote?


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1 comentario:

  1. señores no somos dueño ni de nuestra voluntad todo lo que nosotros podamos tener a nombre propio es por que somos aguantadores de chavez no del estado carlos remigio

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