CADIVI está causando graves daños a la economía venezolana

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org

Desde que los planificadores del gobierno anunciaron su improvisado plan de imponer un control de cambio en Venezuela, todos los que entendemos este tipo de medidas lo dijimos: se creará un tipo de cambio paralelo que tendrá un valor mucho más alto que el cambio fijo -como ha pasado cada vez que en Venezuela los malos gobiernos toman medidas como éstas- lo cual producirá serias distorsiones en la economía nacional. Pero a nadie le conviene escuchar propuestas que afecten los ilícitos negocios personales que muchos revolucionarios están haciendo con esta política cambiaria.

Discriminación revolucionaria

Para no perder la costumbre, también en el control de cambio se aplican la lista Tascón y Maisanta. Lo que significa que los compadres del gobierno son recompensados con dólares baratos por su lealtad pero los opositores son castigados, excluyéndoseles de las ventajas de CADIVI.

Esto genera un mercado donde la competencia desleal está protegida por el gobierno, en donde la mayoría tiene que arreglárselas para conseguir dólares a precio de mercado, pero un pequeño grupito, compinche de los funcionarios públicos, tiene acceso a todos los dólares que necesite y a menos de la mitad del precio de mercado.

Sector exportador

Tal vez el más golpeado. A este sector se le obliga a cambiar sus ganancias por ventas en el exterior en los irreales dólares de CADIVI –Bs. 2150 por dólar- lo que afecta notablemente la contabilidad de las empresas.

Ante esta situación, muchos productores nacionales se han transformado en importadores para tomar ventaja del desastre que CADIVI ha significado para nuestro país. Les sale mejor adquirir dólares subsidiados para la importación a perder sus ganancias exportando, cambiando dólares a Bs.2150.

Sector importador

En esta categoría también se presentan muchos problemas, sobre todo porque a los importadores que son favorecidos con el dedo del gobierno, se les otorgan todos los dólares subsidiados necesarios para su actividad económica. Mientras que a quienes el gobierno decide marginar –la mayoría- se les excluye de esta gran ventaja de obtener dólares a menos de la mitad del precio de mercado. Como resultado, la competencia desleal golpea a los empresarios que no tienen los beneficios de CADIVI.

Sector Bancario

Otro de los tumores engendrados por CADIVI es la asignación de títulos de deuda gubernamental. Los bancos o casas de bolsa de gente del gobierno –porque algunos comunistas venezolanos son dueños de bancos- o de sus amigos, reciben muchos más cupos de estos bonos que se compran a dólar subsidiado y se venden a dólar de mercado. Creando más competencia desleal, corrupción e injusticias.

Del mismo modo, entre algunos bancos y algunos funcionarios se cuadran actos ilícitos de proporciones desmedidas. Este es el modus operandi: se anuncia una emisión de bonos, se sabe que la gran mayoría del pueblo no entiende nada de bonos gubernamentales y además no tiene el dinero para participar en estas emisiones. Entonces se depositan solicitudes de compra para estos títulos a nombre de personas que nunca se enteran de que sus identidades son usadas para la corrupción. CADIVI y el Ministerio de Finanzas asignan entonces millones de dólares a personas cuyos nombres son manipulados en transacciones que terminan en pocas manos.

Te compro el cupo en Bs.500.000. Casinos en Aruba. Negocios con CADIVI

Como en todo gobierno populista, el sector productivo y trabajador de la sociedad es despreciado para fomentar la corrupción a través de las prebendas y el tráfico de influencias.

Gracias a CADIVI, muchos venezolanos han desmantelado sus empresas para iniciarse en el negocio de la viveza. Se dedican a la compra de cupos de dólares CADIVI en Bs.500.000, luego se van a los casinos de Aruba o Curazao con decenas de tarjetas de créditos de ellos y sus amigos, allí vacían las tarjetas comprando fichas de casino con dólares a Bs.2150 y después las cambian por dólares frescos que venden en el mercado paralelo en Bs.6000, obteniendo una ganancia inmediata de más de 175%.

Por otro lado, están los otros vivos que montaron sus negocios con los cupos CADIVI para compras por Internet. Muchos de estos registraron compañías fantasmas en Panamá, Costas Rica y otros lugares del mundo, o hacen transacciones falsas en puntos de tarjetas de crédito del exterior. Esto les permite descargar todos los años los cupos para consumos por Internet de CADIVI de centenares de personas, realizando las mismas ganancias que hacen los otros vivos con los casinos.

Esta es una de las causas –junto con las políticas fracasadas del gobierno- por las cuales la inversión privada ha decrecido en Venezuela, porque muchos empresarios, que antes estaban en sectores productivos, ahora se dedican a los “Negocios CADIVI”, donde ganan dinero sin los riesgos y ajetreos de los negocios honestos.

CADIVI incrementa el hueco fiscal

Toda esta red de corrupción, viveza e ilícitos gubernamentales no es gratis, ya que todo acto de viveza política implica que hay unos pocos que salen ganando y una gran mayoría que sale perdiendo.

Ya ustedes, a estas alturas, saben quienes son los que están ganando, con sus nombres y apellidos, pero nosotros aquí nos limitaremos a decir que son el gobierno y sus compadres.

En cuanto a quiénes salen perdiendo, la respuesta es más general pero no menos trágica. Los perdedores de los negocios de los bribones son los venezolanos. Porque todo el dinero que permite subsidiar los dólares de CADIVI es sacado de las finanzas públicas, lo que agrega una fuga extra al fisco nacional que terminará afectando a las economías de cada familia de Venezuela, quienes sentirán directamente la devaluación e inflación a las que conllevará un presupuesto gubernamental en cifras rojas.

Misión incumplida

Según el gobierno, CADIVI fue instalada para estabilizar la moneda, combatir la inflación y la fuga de divisas, no obstante, ninguno de los tres problemas para los que fue creada está bajo control, al contrario, los males han sido peores que los beneficios: más gasto, corrupción, tráfico de influencias, ineficiencia, discriminación, inflación, depreciación de la moneda y fuga de capitales. En síntesis, CADIVI ha sido un fracaso absoluto.

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