miércoles, 6 de agosto de 2008

Efectos de “chavetizar” la banca venezolana

Autores:
Luis Alberto López Rafaschieri y José Alberto López Rafaschieri

www.morochos.org

En los pasados 9 años, algunos banqueros venezolanos convivían felices con el chavismo debido a las oportunidades que el gobierno venezolano les ofrecía para hacer negocios multimillonarios, adquiriendo deudas gubernamentales compradas a precio de dólar oficial –Bs. 2150 por dólar- para luego venderlas en el mercado paralelo de divisas a precio de dólar libre.
Casi todos los bancos abrieron una oficina de corretaje bursátil, y los que ya tenían ese departamento lo popularizaron, para participar en el festín de dólares baratos que brindaba el gobierno chavista.
Las emisiones de bonos eran rápidamente devoradas por un mercado hambriento de dólares subsidiados, por lo que el precio del billete verde subía cada vez más.
Los bancos venezolanos se atragantaron de bonos gubernamentales que eran adquiridos con un dólar que les costaba al principio Bs.3.000, luego Bs.4.000, luego Bs.5000 y luego Bs.6000.
El negocio marchaba bien, porque el precio de la divisa norteamericana subía cada vez más, y la diferencia entre el dólar oficial con el dólar paralelo permitía que los jerarcas chavistas hicieran grandes tratos con sus compadres banqueros.

La caída del dólar paralelo afectó a los bancos venezolanos
Inesperadamente, al Presidente Chávez se le ocurrió aprovechar los inmensos ingresos que está teniendo el gobierno venezolano, gracias a los altos precios del petróleo, para intervenir contundentemente en el mercado de divisas. Para tal fin, comenzó a lanzar millones dólares al mercado paralelo bajo la figura de notas estructuradas, produciendo que el precio del dólar real se desplomara de Bs.6.500 por dólar a Bs.3.300 por dólar. Lo que significa que quienes habían comprado los billetes verdes a Bs.6.500 están perdiendo el 50% de su dinero.
Por supuesto, más pérdidas tienen los que más habían comprado, es decir, los bancos. Quienes acumulan una suma superior a los $5 mil millones en notas estructuradas, adquiridas en dólares exageradamente altos.
La reacción de los banqueros fue esperar, porque saben que el gobierno de Chávez no tiene la capacidad de intervenir en el mercado eternamente. Por lo que el valor real del dólar retomará el precio por encima de los Bs.6.000 en lo que cesen las ventas del gobierno.
Chávez también lo sabe y por eso reconoce que para afectar a la banca privada, necesita golpearlos en este preciso momento.

Si no pueden cubrir las pérdidas serán nacionalizados
Con las pérdidas que los banqueros venezolanos están sufriendo debido a la caída del dólar, Chávez vislumbra una gran oportunidad de causar daños a la banca, de manera que ha decidido obligar por ley a los bancos venezolanos a que liquiden todas sus notas estructuradas inmediatamente. Afectándolos con pérdidas tan grandes, que algunas instituciones financieras ni siquiera tienen la posibilidad de cubrirlas. Situación que ha levantado los temores de que el sector bancario venezolano enfrente una crisis grave.
Una tragedia que Chávez podría aprovechar para nacionalizar todos los bancos que pueda. Conquistando, hipotéticamente, dos beneficios que favorecerían su plan autocrático: avanzaría en su lucha por destruir el sector privado nacional y asumiría el control directo de otro sector económicamente importante del país.
Ya Chávez ha mostrado en el pasado su interés por controlar el sector financiero venezolano. El Banco del Pueblo, Bandes, El Banco de la Mujer, El Banco del Tesoro y El Banco Industrial de Venezuela son algunos ejemplos de ello, sumando ahora la compra del Banco de Venezuela. Una pluralidad de instituciones financieras que ponen en manos del gobierno nacional el 25% del sector bancario venezolano. Aunque quienes conocen a Chávez, entenderán que el 25% no es suficiente para un gobernante que admira el régimen tiránico que Fidel Castro instaló en Cuba.

El proceso podría provocar una crisis financiera
Sin embargo, la forma como Chávez está haciendo las cosas es muy peligrosa, ya que se corre el riesgo de desencadenar una crisis bancaria parecida a la que vivió Venezuela durante mediados de los años noventa, cuando la quiebra del Banco Latino y los problemas de la banca venezolana produjeron un colapso financiero general que afectó seriamente a la economía, y obligó a Rafael Caldera a solicitar ayuda al FMI.
Intentando evitar un descalabro de este tipo, Chávez ha nombrado a Alí Rodríguez Araque para que se encargue de dar este paso. Rodríguez Araque se ha asesorado silenciosamente con expertos del FMI y del Banco Mundial, y resolvió negociar individualmente con cada banco en apuros para buscar una salida, la cual, muy probablemente, será la nacionalización.
Ciertamente, los altos precios del petróleo le dan el suficiente dinero a Chávez para llevar a cabo las estatizaciones que necesite. Pero socializar gran parte del sistema financiero venezolano también tendrá sus consecuencias.

Los frutos de una banca “chavetizada”
Chávez tendrá que lidiar con la ineficiencia típica de sus directivos, los cuales se encargarán de poner a los Bancos nacionalizados a trabajar en pérdidas. Tal como ha sucedido con los otros bancos del gobierno, donde la corrupción ha desangrado sus finanzas al punto en el que todos están operando con cifras rojas.
Las incomodidades de un sistema financiero chavista afectarán tanto a los usuarios como al gobierno. Por un lado, los consumidores tendrán que soportar el malestar de recibir el servicio desmejorado que caracteriza a los bancos en quiebra. Y por el otro, el gobierno deberá desviar una fracción del dinero petrolero, para sostener una banca socializada que genera pérdidas.
Una realidad que empeorará la situación fiscal del régimen de Hugo Chávez, que ya presenta un déficit de 4% del PIB. Lo que dejará menos recursos para financiar los planes chavistas y las demandas de los otros sectores nacionales, los cuales también reclaman su porción de petrodólares. Entre ellos los militares, a quienes el mes pasado Chávez tuvo que aumentarles sus salarios en 30%.
Por si fuera poco, la corrupción y despilfarro que los directivos chavistas provocarán, estando al mando de los grandes bancos, generará más inflación. Y su ineficiencia quebrará a las instituciones nacionalizadas, afectando la imagen del sistema bancario venezolano e impactando negativamente el PIB.
Todo esto en un ambiente donde la economía se desacelera bruscamente, la inflación general sobrepasa el 30% y los alimentos son 52% más costosos.

Venezuela es perjudicada
Pero no vayan ustedes a pensar que los banqueros que decidan vender perderán dinero, todo lo contrario, ellos negociarán un buen precio por sus bancos y Chávez se los pagará con gusto.
Quien pierde en esto es el país, porque se debilita el sector privado, el consumidor recibe un peor servicio, la banca venezolana se atrasa, la inflación sube y la economía se viene abajo.

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3 comentarios:

  1. claro que es así, los venezolanos somos los que pagamos y pagaremos todas las metidas de pata de este presidente...Dios tenga piedad de nosotros

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  2. MUY BIEN EXPLICADO ESE ARTICULO, GRACIAS POR LA AYUDA ESTABA BUSCANDO UN ART. DE LOS IMPACTOS DE LA CRISIS FINANCIERA INTERN EN LA BANCA VENEZOLANA, PERO ESTE ME AYUDO MUCHO SIGAN ASI MOROCHITOS BSOS.

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  3. no consigo cuales son los bancos nacionalizdos aparte del banco de venezuela!!! esta muy bien expresada muchas cosas... pero como siempre digo toda perosna que llegue a la presidencia va a realizar lo mismo...asi sea buen presidente = hablaran!!

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