sábado, 4 de agosto de 2007

La reconversión monetaria venezolana -El bolívar fuerte-

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

www.morochos.org

En Venezuela estamos a las puertas de una reforma monetaria que pretende establecer una nueva moneda en el territorio nacional. El valor de esta nueva moneda, al parecer, oscilará entre 2,15 ó 4,30 con relación al dólar estadounidense. Sin embargo, la desinformación y desconocimiento de esta materia están ampliamente difuminados entre los altos representantes del gobierno, la academia y la población en general.

¿Es el mismo bolívar de antes pero con tres ceros menos?

Esta es la gran pregunta, la respuesta es no. El actual bolívar desaparecerá y dará paso a una nueva moneda. En primera instancia habrá dos monedas en circulación: el viejo bolívar y el bolívar “fuerte”. Conforme avance el tiempo, las instituciones financieras como el Banco Central y los bancos privados, se encargarán de ir sacando del mercado al viejo bolívar, hasta que sólo circule el bolívar “fuerte”. Aclaramos que el bolívar actual no perderá su valor, usted podrá cambiarlo poco a poco por el nuevo bolívar. Este proceso demorará entre uno y dos años.

Cuando esas dos monedas estén circulando al mismo tiempo, el Banco Central deberá presentar el cambio correspondiente de una moneda a la otra, es decir, 1 bolívar fuerte = x bolívares actuales.

¿Esta nueva moneda será realmente fuerte?

Por supuesto que no. Cuando un país tiene una moneda fuerte de verdad, el mercado internacional se encarga de valorarla y asignarle un cambio equivalente a las monedas duras, como el dólar, el euro o la libra esterlina. El bolívar fuerte no será sino un lanzamiento propagandístico para dar la sensación de que la economía está sólida.

Si la economía nacional fuera saludable, no habría necesidad de sustituir la actual moneda por una nueva, el mercado internacional tendría tanta “hambre” de nuestra moneda como de nuestro petróleo, por lo que semana a semana veríamos a nuestro actual bolívar ganarle terreno al dólar. Pero en los hechos ha ocurrido todo lo contrario.

Las monedas se aprecian, únicamente, cuando existe una demanda externa tan importante, que es capaz de alterar positivamente el valor de la moneda. Cuando hace falta que los gobiernos alteren artificialmente el valor de su tipo de cambio -como es el caso del bolívar fuerte- estamos en presencia de economías con problemas.

El síndrome del mal estudiante

En nuestros años de liceo y universidad, cada año notábamos cómo los estudiantes con bajas calificaciones se reunían y se pedían consejos unos a otros para estudiar o superar los exámenes. Los resultados generalmente consistían en bajas calificaciones para todo el grupo de amigos. A este fenómeno se nos ocurrió llamarlo el “síndrome del mal estudiante”. Porque lo lógico es que uno consulte, no a los que están en tu misma situación, sino a los que tienen maneras exitosas de superar las pruebas, cosa que rara vez acontece.

Lo mismo vemos con las clases políticas venezolanas, buscan imitar a clases políticas fracasadas, de naciones con muchos problemas. Esto lo decimos porque la reforma monetaria que se propone en Venezuela, está justificada en las experiencias argentinas, mexicanas, brasileñas, peruanas, bolivianas y, lo peor de todo, cubanas.

En estos países, luego de múltiples naufragios económicos, sus gobiernos decidieron relanzar nuevas monedas, como para empezar de cero. Los resultados han sido casi los mismos para todos, monedas que inician equivalentes al dólar, pero que con el paso del tiempo retoman el mal camino y sufren depreciaciones fantásticas.

Por otro lado, están las experiencias de Alemania, Italia, Japón y España. Naciones cuyas monedas quedaron seriamente golpeadas por la Segunda Guerra Mundial y por diversos acontecimientos. Aún con monedas tan depreciadas -una lira o una peseta se cambiaban en muchas unidades por dólar- estos países lograron estabilizar sus monedas y hacer crecer a tasas exponenciales sus economías. Italia, con una moneda tan depreciada, nunca perdió su lugar entre las principales economías del mundo, muy por encima de naciones como Canadá, Holanda o Suiza. En otro ejemplo, el Japón actual tiene una moneda que se cambia por más de 100 unidades por dólar, pero esto no impide a Japón poseer una de las economías más grandes del mundo.

De lo que se desprende que poseer monedas con valores, asignados artificialmente por el gobierno, equivalentes al dólar, no es síntoma de una economía fuerte. En Cuba, según Fidel Castro, el peso convertible cubano tiene cambio de casi 1 a 1 contra el dólar, pero si esta moneda cotizara en los mercados internacionales libremente, le podemos asegurar que su valor superaría las diez mil unidades por dólar. Es la diferencia entre lo que quieren los gobiernos y lo que realmente sucede.

A diferencia del Euro

Seguramente alguien dirá que las emisiones de nuevas monedas sí son exitosas, como lo demuestra la moneda común europea. No obstante, el euro no fue diseñado como una política propagandística sino como una necesidad de facilitar el intercambio comercial entre los países de Europa. Además, no era justo escoger una moneda de Alemania o Francia como la representante de toda Europa, debían lanzar una nueva moneda que representara a todos los europeos, sin dar lugar a los prejuicios y rencillas nacionalistas.

El euro es la consecuencia de un comercio frenético entre las naciones europeas que a diario debían actualizar los tipos de cambio y ajustarlos para calcular las ganancias. El fin del euro es sencillamente establecer una política monetaria universal a todos los países de la Unión, de modo que los movimientos de dinero y mercancías sean más fáciles.

En contraste, el fin del bolívar fuerte no es económico sino propagandístico, para decir luego, en interminables y abusivas cadenas de radio y televisión, que el gobierno revolucionario recuperó el valor del bolívar. Afirmación que será una mentira, porque ellos están emitiendo una nueva moneda, lo que es muy diferente de fortalecer a la existente.

¿Ayudará a frenar la inflación el bolívar fuerte?

Absolutamente no. La inflación en Venezuela es consecuencia de cuatro factores fundamentales:

1) El irresponsable manejo de las finanzas públicas por parte del gobierno nacional. Sobre todo por el inaudito gasto y endeudamiento público del que ha sido artífice.

2) La ineficiencia del Banco Central de Venezuela, organismo que existe, supuestamente, para garantizar la estabilidad de la economía nacional. Pero, como todos sabemos, Venezuela no tiene una política monetaria seria y responsable, sino que los directores del BCV son subalternos voluntarios del Presidente de la República.

3) La destrucción de la economía privada, lo que produce una menor oferta de bienes y servicios. La escasez conlleva a altos precios.

4) La inestabilidad política nacional. Los pasados ocho años han consistido en alentar una guerra fratricida entre venezolanos, discursos basados en la lucha de clases, discriminación y en desbaratar la ya desnutrida institucionalidad democrática venezolana. Esto crea un clima de desconfianza y desorden que desalienta la inversión privada, fomenta la fuga de capitales, estimula las compras nerviosas y el acaparamiento.

Estos cuatro factores, también son los responsables de la descomunal fuga de divisas que ha tenido nuestro país últimamente. Así que, antes de que se lo pregunte, no, la fuga de capitales y la devaluación del bolívar no serán controlados con la emisión de la nueva moneda.

¿Qué esperar entonces?

Hasta ahora, el nuevo bolívar fuerte será emitido, repetimos, hasta ahora, porque si usted ha vivido en Venezuela los últimos ocho años, ya sabrá cómo el gobierno nacional cambia de parecer de un día para otro y, con la improvisación típica de nuestros políticos, cambia de proyectos y ministros con cada ciclo lunar. Sin mencionar la ineficiencia característica de todos los planes que ha ensayado.

Pues bien, suponiendo entonces que el bolívar fuerte sí es emitido, el tipo de cambio será fijado en, por ejemplo, 2,3 bolívares fuertes por dólar. Se gastarán millonadas en promocionar el cambio como un suceso milagroso y se despilfarrarán inmensas fortunas diseñando, imprimiendo y colocando los nuevos billetes en el mercado.

Sin embargo, luego de dos años de la emisión, los problemas estructurales no resueltos –Déficit Fiscal, inflación, fuga de divisas, etc.- harán de las suyas, y el bolívar fuerte pasará a valer unas 4 unidades por dólar. Dos años más, y valdrá 8 unidades por dólar, 5 años más y valdrá 50 unidades por dólar, y así sucesivamente hasta llegar al mismo punto desde donde comenzamos, ¿por qué? Porque las razones que han devaluado al bolívar continuarán intactas.

Al igual que le pasó a Brasil, México, Argentina, Perú, Bolivia y todos los países que han aplicado esta fracasada receta de fabricar “nuevos pesos”, “nuevos soles”, “nuevos reales” y nuevas torpezas políticas.

Artículos relacionados:

- El modelo de desarrollo para América Latina

- Soberanía y Tipo de Cambio

- Muchos proyectos, pocos resultados

3 comentarios:

  1. ante todo esto que podemos hacer???

    ResponderEliminar
  2. Me permito felicitarlos por sus opiniones con respecto a la reconversión coincidimos en los resultados de la aplicación de tal politica. Las raices de la situación continuaran creciendo y haciendose mas profundas mientras por fuera podamos la mata.

    ResponderEliminar
  3. Amigos, yo tengo una gran preocupación que aparentemente pertenece más a la paranoia que a otra cosa pues no veo a nadie opninar al respecto y es: los billetes y monedas nuevas no tienen impresos por ningun lado la palabra F"UERTE", ni una "F" que nos indique que la denominación del nombre de la moneda ha cambiado.
    Qué ocurre con ésto: que estoy cambiando 1000 bolívares por 1 bolivar no FUETE, pues no lo dice... esto a nivel internacional diría mucho (dentro de mi probable paranoia y desconfianza a la estabilidad mental de nuestros gobernantes), que realmente al no cambiar la denominación, para el exterior no hemos cambiado ni reconvertido moneda, por lo cual no necesitamos tener tantas reservas que soporten la moneda pues realmente estamos reduciendo aparentemente la liquidez de 999 bolívares a cada 1000. ¿Me explico? Por favor, hagan algún comentario al respecto.
    Saludos y sigan así.

    ResponderEliminar

Advertencia: Comentarios moderados. Si te expresas con groserías o insultos, tu comentario no será publicado.