viernes, 6 de junio de 2008

Sobre la nueva Ley del Sistema Nacional de Inteligencia y Contrainteligencia en Venezuela

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

www.morochos.org

Ya en el pasado, los venezolanos hemos sufrido el espionaje terrorista de Chávez y sus cómplices. La “Lista Tascón” y “Lista Maisanta”, fueron documentos del partido de gobierno que estuvieron al servicio de Chávez y sus secuaces, para purgar la Administración Pública de disidentes y para negar algunos de los derechos fundamentales que consagra la Constitución a quienes aparecían en estas listas.

Del mismo modo, en los canales de televisión del gobierno y en la Asamblea Nacional, Chávez y sus cómplices muestran periódicamente al país, grabaciones privadas que se hacen impunemente a líderes de oposición y a activistas políticos venezolanos para amedrentarlos psicológicamente.

Además, la nacionalización de CANTV por parte del gobierno del Presidente Chávez, fue otro paso hacia el espionaje ciudadano que pretenden los chavistas. Una jugada que les permitió el acceso ilimitado a las conversaciones privadas de los venezolanos en sus hogares y sitios de trabajo.

Abusando de la Ley Habilitante plenipotenciaria

Ahora, el Presidente Chávez volvió a utilizar su capacidad de legislar por decreto para amenazar a los venezolanos, aprobando una ley de inteligencia nacional que crea los sistemas de espionaje vecinales y elimina los límites a las autoridades para espiar al ciudadano común, copiando los modelos policiales de la Unión Soviética y de la infernal dictadura socialista que Fidel Castro implantó en Cuba.

Bajo esta nueva ley, la DISIP y la DIM serán reemplazadas por la Oficina General de Inteligencia y la Oficina General de Contrainteligencia. Dos instituciones que estarán directamente bajo el control de Chávez.

Como consecuencia, los venezolanos sufriremos todavía más terrorismo de Estado que antes, si la recién creada ley de inteligencia no es anulada, porque en ella todo ciudadano queda obligado a cooperar ilimitadamente con las nuevas oficinas de inteligencia, con los consejos comunales chavistas y las demás asociaciones de fanáticos de Chávez. Negarse a cooperar con los chavistas, será castigado con una condena de dos a cuatro años de cárcel, y si la persona es un funcionario público, la pena será de cuatro a seis años de prisión.

Para que nos hagamos una idea de lo que viene con este decreto, el artículo 19 de la nueva ley, autoriza a las oficinas de inteligencia para el “empleo de cualquier medio especial o técnico para la obtención y procesamiento de información”. Esto significa que los agentes secretos de Hugo Chávez podrán: intervenir nuestras llamadas o correspondencia, torturarnos para que confesemos lo que ellos deseen, allanar nuestros hogares sin órdenes judiciales, secuestrarnos para guiarlos en sus investigaciones, aislarnos de la sociedad, encarcelarnos, drogarnos, violarnos, golpearnos, amenazarnos, asesinarnos, humillarnos públicamente y todo lo que usted pueda imaginar, en aras de emplear “cualquier medio especial o técnico para la obtención y procesamiento de información”. O como dice la misma ley, lo que es ilegal para las personas naturales o jurídicas, es legal para los agentes del gobierno.

Una ley así, sólo puede verse en el infierno comunista que Fidel Castro creó en Cuba, en Corea del Norte, en la URSS o en la Alemania Nazi. Ningún país democrático toleraría jamás una legislación tan violatoria de los derechos humanos, como la ley de inteligencia y contrainteligencia decretada por puño y letra de Hugo Chávez.

Pero eso no es todo, ahora tendremos los mismos CDR (comités de defensa de la revolución) cubanos operando en la sociedad venezolana. Esta ley autoriza a los grupos vecinales adeptos al gobierno, a monitorear los barrios y urbanizaciones en busca de “traidores”, lo que propiciará que cualquier disidente del régimen chavista sea legalmente procesado, como si fuera una amenaza para la seguridad del Estado.

Para colmo, los jueces y fiscales de Venezuela quedan también obligados a realizar labores de espionaje para el sistema de inteligencia del Poder Ejecutivo. Y todos los poderes del Estado, quedan supeditados a la autoridad de estos agentes que trabajan para el Presidente, como siempre ocurre en los sistemas totalitarios.

Mayor cubanización

Actualmente, agentes cubanos penetran toda la administración pública, las Fuerzas Armadas y sectores estratégicos nacionales, como los campos petroleros o los desarrollos agrícolas gubernamentales.

Sin embargo, con la nueva ley, los agentes cubanos extenderán su presencia en el territorio nacional, porque ahora estarán también en los barrios y urbanizaciones. Los venezolanos estaremos literalmente invadidos por las fuerzas de Fidel Castro y gobernados por acólitos del castrismo internacional.

Bien podemos decir que Hugo Chávez, sus cómplices y los agentes cubanos, harán con los venezolanos que somos de oposición, lo que Estados Unidos hace con los miembros de la red al-Qaida. En nuestro propio país, seremos tratados como enemigos por el gobierno de Chávez y por agentes extranjeros sin escrúpulos, que tienen órdenes de colonizarnos.

¿Por qué Chávez reacciona con esta ley?

Si tratamos de entender este movimiento represivo de Chávez, debemos fijarnos en la falta de resultados de su gobierno. Económicamente hablando, la inflación en Venezuela va a ser este año de por lo menos 30%, otra vez la más elevada de América Latina. La escasez de productos básicos está a la orden del día, por las malas políticas que ejecuta Hugo Chávez. Venezuela es uno de los grandes productores de petrolero del mundo, sin embargo, desde hace un tiempo, los venezolanos hemos experimentado fallas en el suministro de combustible, algo que no veíamos en muchas décadas, y que se debe al desmantelamiento de PDVSA que ha hecho el chavismo.

En materia política, se cumple un año del cierre de uno de los principales canales de televisión independientes de nuestro país –RCTV-, continúa la discriminación desde el alto gobierno contra los sectores críticos al régimen, el chavismo sigue perdiendo líderes regionales y aumenta el descontento dentro de las filas del partido de gobierno. Pero lo que le pone la cereza al pastel, es que según Datanalisis, el grado de popularidad que tiene Hugo Chávez entre los venezolanos se ha desplomado hasta un 28%, con un rechazo de 80% a sus medidas de gobierno.

Esto se suma a que Chávez viene de perder el referéndum para su propuesta de reforma constitucional el año pasado. Asimismo, todos sabemos que el chavismo va a ser duramente castigado en las venideras elecciones de alcaldes y gobernadores, en noviembre de este año.

Es decir, Chávez es un autócrata en picada, un político que está acabado y que ya la mayoría de los venezolanos quiere reemplazar. Él sabe que su lucha es contra reloj, el descontento es general y debe prepararse para situaciones que terminarán con su salida de la Presidencia. Hecho que puede ocurrir desde el año que viene con un referéndum revocatorio a su mandato, con la entrega del cargo en 2013, o con su renuncia, si el país se torna ingobernable por las protestas que ocasionará su mal gobierno.

Ya los venezolanos se cansaron del chavismo y no hay forma de que respalden otra vez a un Chávez socialista que aspira una dictadura. Por eso Hugo Chávez lanza esta ley fascista, una patada de ahogado de un Presidente en decadencia, que no quiere perder el lujo y los placeres que tanto disfruta mientras está en el poder.


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