miércoles, 25 de junio de 2008

Zimbabwe necesita que finalice la dictadura de Robert Mugabe

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

www.morochos.org

El dictador africano Robert Mugabe, a quién Hugo Chávez le entregó una réplica de la espada de Bolivar aquí en Venezuela, desea extender su mandato en unas nuevas elecciones fraudulentas.

Este personaje lleva 28 años en el poder, acostumbrado a imponer su voluntad por la violencia y organizando elecciones fraudulentas, en donde siempre gana él y su partido. Mugabe quiere burlarse una vez más de Zimbabwe este 27 de junio, llevando a cabo unas elecciones amañadas, con un clima de persecución y ventajismo denunciado por todo el mundo.

Los grupos de derechos humanos internacionales, la ONU, la Comunidad Para el Desarrollo del Sudeste Africano y la Unión Africana, han advertido a Mugabe que celebrar elecciones en tal escenario de persecución, socavará la credibilidad y legitimidad de los resultados, sin embargo, este tirano africano no que su país viva en democracia.

¿Cómo puede competir la oposición zimbabwense contra un gobierno criminal?

Mugabe ha cometido crímenes de todo tipo desde su llegada al poder, incluyendo el fomento del racismo de africanos contra blancos, el desmejoro económico de su país, el florecimiento de la corrupción, la violencia, los asesinatos políticos y una brutal represión contra sus disidentes. Justificando tantas barbaridades con la bandera de la lucha contra el imperialismo euroamericano –sí, igual que Fidel Castro y sus seguidores en América Latina-

Este Hitler africano controla todos los poderes nacionales y nombra a dedo los miembros de la autoridad electoral, de modo que manipula el conteo de voto y las condiciones electorales.

Asimismo, estas elecciones estarían manchadas por el reciente asesinato de 86 miembros del partido opositor MDC y la expulsión forzada de 200.000 de sus militantes de sus hogares. Desde las elecciones parlamentarias de este 29 de marzo, grupos de derechos humanos, como Amnistía Internacional, han denunciado nuevas olas de agresión en contra de la oposición de Mugabe por parte del gobierno.

Nada más a principios de esta semana, un senador opositor de Mugabe y 33 miembros del MDC fueron secuestrados por terroristas del gobierno, sin que nadie conozca de su paradero. Por si fuera poco, el 12 de junio del año en curso, un director del partido MDC fue arrestado y está siendo juzgado por traición a la patria, lo que le acarreará la pena de muerte.

Mugabe debe renunciar para dar paso a la democracia

Las violaciones de Mugabe son tan descaradas, que incluso sus aliados de Angola, Libia, China y Sudáfrica le han solicitado que posponga las elecciones. Y por otra parte, la economía de su país se ha venido a pique todavía más que antes, por la falta de confianza que inspira país donde impera una tiranía. De hecho, hoy podemos decir que casi medio Zimbabwe sobrevive por la ayuda internacional –se calcula que el 40% de los zimbabwenses se alimenta por los programas de dotación de comida que envía el exterior- Y considerando que Sudáfrica proporciona la mayor parte de la electricidad que consume Zimbabwe.

Lo que tenemos entonces es que Zimbabwe está mal política y económicamente. El gobierno de Mugabe no ha dado resultados y ha traído más violencia en sus 28 años de gestión. Si uno de los pilares de la democracia es la alternancia en el poder, ¿por qué no dar paso a otros actores?, ¿Por qué no facilitar la transición hacia un Zimbabwe más pluralista, que genere prosperidad para todos?

En nuestra opinión, la renuncia de Robert Mugabe liberaría al país de un futuro plagado de mayor violencia y miseria. Alternar el poder en Zimbabwe es la opción más razonada a su actual crisis política. Zimbabwe debe ser un país democrático, pero esto no será posible mientras Robert Mugabe esté en el poder.


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