jueves, 8 de noviembre de 2007

¿Qué conviene más en la pobreza? ¿La dictadura o la democracia?

Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri

www.morochos.org

La dictadura

Según una idea vulgar de la política, un dictador populista que se atornille en el poder con el propósito de salvaguardar los intereses de los más necesitados y que se encargue de que las ambiciones de los oligarcas no interfieran en su relación con el pueblo, es lo que más necesitan los pobres.

Bajo esta mentira, dictadores populistas como Perón en Argentina, Fujimori en Perú y Castro en Cuba, han estafado a pueblos enteros. Este tipo de individuos tienen mucha facilidad para el engaño y de alguna manera logran convencer a multitudes de que hay que darles todo el poder perpetuamente y de que ellos son una especie de “elegidos”, inmaculados que portan dentro en su corazón el sentir de la nación.

Es típico de estos personajes el discurso contra los poderosos –aunque ellos sean los más poderosos del país que gobiernan-, la predica de la vida austera –aunque ellos derrochan a manos llenas y no se niegan ningún gusto- la exaltación de los pobres –aunque viven en palacios, sólo reciben a personalidades del extranjero y hace tiempo que no se meten a los barrios- y la invocación constante de la moral y las buenas costumbres –aunque todos ellos tienen la moral destruida, relaciones familiares patológicas y sobreviven cometiendo crímenes-. Esa aura de “santidad” que fingen no es más que la bella envoltura de su inmundicia.

Cuando este cuento del “buen” dictador lo contrastamos con la realidad, nos damos cuenta que no es sino una gran manipulación, porque lo que realmente buscan este tipo de personajes es satisfacer toda la corrupción que llevan por dentro.

En un país gobernado por un dictador, la sociedad se parece a una pirámide. El autócrata está en la punta y bajo él su corte. Cada piso de la pirámide lo integran grupos de individuos cuya posición social depende del grado de proximidad al dictador. En un mundo así, escalan los que no tienen dignidad y viven arrastrándose, la lucha es por alcanzar las migajas que caen de las alturas y por tratar de convertirse en uno de los favoritos del déspota.

Obviamente, los puestos privilegiados son muy reducidos, los recursos se quedan entre los de arriba y no existe dinamismo ni permeabilidad entre los estratos sociales. Se forman castas políticas, el nivel de instrucción y el esfuerzo no tienen valor alguno para la superación personal.

La democracia

En la democracia, el principio que rige a la sociedad es la igualdad de derechos, la alternancia en el poder y la designación de los principales cargos públicos por elecciones populares.

La igualdad de derechos se fundamenta en que todos los individuos gozan de los mismos derechos y deberes ante la ley. Por ejemplo, cualquiera de los ciudadanos de la nación puede aspirar a los cargos públicos y nadie puede ser discriminado por sus creencias políticas. El Estado de Derecho aplica para todos, mayorías y minorías. Los derechos humanos son inherentes a la persona.

La alternancia en el poder busca poner un límite temporal al ejercicio de las funciones. No existen elegidos ni máximos líderes, no es un pecado proponer candidatos distintos a las autoridades del momento. Se busca que todos tengan la oportunidad de participar directamente en la conducción del gobierno y que no se formen clanes políticos que se adueñen de los poderes públicos. Se confía en que todos somos seres pensantes, con talentos semejantes a los de nuestro prójimo.

Las elecciones populares se hacen de manera transparente, auditable y justa. Hay pluralidad de partidos políticos y se reconoce el derecho a existir de las asociaciones no afiliadas al gobierno.

Bajo esos principios opera la democracia. En la realidad este modelo también ha presentado fallas, como la malversación de fondos públicos y el abuso de poder, sin embargo, es superior a la dictadura en todo, incluyendo menor corrupción y abuso de poder.

Es preferible vivir en democracia

La democracia es el más pacífico de los gobiernos, lo que da felicidad a la gente y especialmente a los pobres. Los países gobernados por democracias, se configuran socialmente de manera horizontal. La estratificación social es permeable por lo que no existen castas. En una democracia hoy se puede estar arriba y mañana abajo, los factores de superación personal son el trabajo duro, el nivel de instrucción, la suerte y las relaciones sociales.

Una persona de un barrio tiene la posibilidad de escalar posiciones con el mérito propio o el de sus hijos, sin tener que mendigar el favor de un dictador. Alguien que desarrolle un talento artístico, científico, político o empresarial puede colocarse entre las personalidades más destacadas de su época. En la dictadura este talento sería una amenaza a eliminar, al dictador sólo le interesa la lealtad y la obediencia ciega a sus caprichos.

En la democracia usted podría ganar la lotería, recibir una herencia o tener la oportunidad de ser seleccionado para algo que lo beneficie lícitamente. En la dictadura estos tres elementos están a merced del deseo del dictador, quien puede arrebatarle de un día para otro su buena suerte.

La mayoría esta constituida por la clase media en la democracia, siendo minoría ricos y pobres. En las dictaduras la minoría está formada por el rico dictador y su séquito, con una mayoría de miserables.

Como en la democracia las autoridades cambian frecuentemente, tienen menos oportunidad de beneficiar prolongadamente a sus partidarios, sabiendo además que cualquier acto ilícito será llevado a la justicia. En la dictadura esto no se cumple, los corruptos roban indefinidamente y los tribunales son sus cómplices porque las instituciones están secuestradas por una sola parcialidad política.

En democracia, existe derecho a la protesta, así que los pobres y los demás ciudadanos pueden expresar a viva voz sus necesidades y malestares, pueden exigir solución para sus problemas y pueden quejarse. En la dictadura el derecho a protestar está derogado, los pobres dependen de que al dictador le de la gana de acordarse de las necesidades del pueblo, por lo tanto los problemas no se atienden o se atienden tarde. En dictaduras coma la cubana, el que protesta es asesinado, encarcelado o maltratado.

Si la dictadura es comunista –la forma más espantosa de dictadura- como la de Fidel Castro o los norcoreanos, los vicios de los que hemos hablado se exponencian, como lo ha demostrado la historia.

En resumen, al pobre –aunque también a la clase media y al rico- le conviene más la democracia que la dictadura. Los recursos y las clases sociales bajan y suben en una dinámica que termina produciendo un equilibrio más justo, regulado por el talento y el esfuerzo de cada quién.

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1 comentario:

  1. Creo que todos los comentarios anteriores són verdad, pero sería bueno también comentar que se está extendiendo la forma de democratizar las dictaduras, como la de Chavez con tanto respaldo supuesto, mientras la pobreza e inseguridad van en aumento, o la de Evo morales en Bolivia, un pobre indigena que ha repetido que nunca más dejará el poder publicamente y gracias los asesores cubanos, venezolanos y archirenegados izquierdistas Españoles llegaron a consolidar un solo poder el de EVO MORALES, quién tiene a su gente en el poder electoral, en el poder legislativo y ahora para consolidar su podería llama a lecciones judiciales poniendo de candidatos a elegir solo admitiendo a los que son de su partido y simpatia, personajes que impartiran justicia por ordenes superiores, lo que no entiendo es como se puede llegar a optimizar tanto la democracia torcida, como se puede aparentar justicia cuando solo un hombre se cree capaz de realizar sus apetitos personales mediante a una democracia ficticia.
    En Bolivia Evo morales en las últimas elecciones perdío en muchos ayuntamientos y gobernaciones, casualmente no presisamente donde hay más ricos , sinó más bien un porcentaje de gente cuya educación y vida ha mejorado considerablemente, incluidos entre ellos campesinos ahora profesionales de exito, pero y aquí viene lo falso de esta seudodemocracia,Evo morales pierde en muchos territorios de Bolivia y sin pensarlo dos veces busca formas maquiavelicamente planificadas para desacerse de sus contrarios ...como lo hace..? simplemente saca una ley donde dice que a sola denuncia los candidatos elegidos democraticamente deben ser hechados de sus cargos, y no tarda un par de dias en ser su gente del gobierno los que denuncian y retiran al candidato elegido democraticamente que no es de su sinpatia ni partido político, luego tiene otra ley con la cual el es el único que puede nombrar al candidato interino, que por cierto puede durar eternamente,,,,, y es así como la democracia se va corrompiendo para convertirse en un circo cuyos espectadores solo podemos ver desde afuera indignados y con mucha impotencia , por que encima los otros gobiernos hacen la vista gorda...o ustedes creen que los otros gobiernos no lo saben,si por algo tienen enbajadores y están enterados de toda la suciedad de estos señores dictadores vitalicios egolatras,corruptoscuyos crimenes son escondidos debajo de la alfombra,Evo morales tiene 87 muertos en su gobierno.

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